SUPERMAN: PAZ EN LA TIERRA (1999)

SUPERMAN: PEACE ON EARTH

Guión: Paul Dini
Dibujo: Alex Ross
Comentario de Javier Olivares Tolosa

Superman: Peace on Earth es una novela gráfica diferente y muy alejada del tradicional cómic de superhéroes. La historia comienza tal día como hoy, la víspera de Navidad, cuando Superman, después de colocar el tradicional árbol navideño en el centro de Metropolis, tiene que salvar la vida de una muchacha que casi es aplastada por la multitud. Al recogerla, Superman se da cuenta de que la joven, una indigente, se había desmayado por inanición. Esto hará que el Hombre de Acero reflexione sobre el hambre en el mundo, un tema sobre el que nunca había actuado pero que resulta dramático para millones de personas.

Así, tras meditarlo mucho, Superman decide emprender una cruzada de un día alrededor de todo el mundo, llevando excedentes de comida a aquellos países y zonas más necesitadas. Su noble propósito va haciendo que el propio Superman tome consciencia de la cruda realidad, ya que pese a que encuentra agradecimiento en algunos lugares, en otros lo que recibe es el rechazo de los cancilleres locales y, lo que es peor, en otros se ve superado por las preguntas de quienes quieren saber si volverá al día siguiente con más alimentos. Su periplo termina abruptamente cuando, al intentar dejar un contenedor de comida en un país que no quiere su ayuda, el ejército local le ataca con misiles de gas venenoso que no solo queman el contenido, sino que lo vuelven tóxico. Superman da por concluida -y fracasada- su misión. En los siguientes días, Superman da un discurso en el que habla de lo sucedido y afirma que el destino de los hombres les pertenece a ellos y solo a ellos, y que la solución radica en la generosidad de las personas y no en las acciones de un superhombre.

Como veréis, el contenido de la historia puede resultar demasiado melodramático, pero no os engañéis: Superman: Paz en la Tierra es una de las más grandes obras maestras de Superman jamás escritas y dibujadas. El Hombre de Acero se convierte en un héroe humano, superado por un problema que es mucho más grande que todos sus poderes y contra el que nada se puede hacer si los gobiernos de todo el mundo no son quienes dan el paso. Es la representación máxima del refrán "da un pez a un hombre y le darás de comer un día; pero enséñale a pescar y le darás de comer toda la vida". Ese es el mensaje de Superman en esta novela gráfica, un mensaje de esperanza y de unidad, un mensaje de que el mundo no necesita de un superhéroe, sino de hombres generosos y de gobiernos concienciados con los problemas globales. 

Y si a nivel argumental la historia es maravillosa, cercana y terriblemente emotiva, a nivel visual es un auténtico festín. Alex Ross firma uno de sus mejores trabajos, convirtiendo un cómic en casi un reportaje fotográfico de National Geographic. Es impresionante todo el cuaderno, tanto en dibujo como en composición de páginas y viñetas (siempre buscando el máximo realismo), mostrando por primera vez a un Superman que no parece un campeón de culturismo sino un hombre fuerte y bien entrado en la treintena. Pero para mí, la mejor viñeta (y no solo por el dibujo sino por lo representativa) es la de Superman sentado en el sillón de su casa, con la camisa de Clark puesta por encima y sin abrochar, totalmente abatido por su fracaso. Plasma a la perfección esa idea de que luchar contra ciertas cosas está por encima incluso de un Hombre de Acero. 

De todos modos, pese a que puede parecer un cómic triste (y lo es), su mensaje de esperanza también es realmente precioso. Superman da una lección, aunque no consiga su propósito. Pero es que su propósito era inalcanzable, y lo verdaderamente importante de su causa era enseñar al mundo que los hombres somos quienes tenemos la responsabilidad y el poder para solucionar ciertos asuntos. Un mensaje que no está de más recordar en estas fechas.

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