LA TRADICIÓN DE SUPERMAN EN LA VÍSPERA DE FIN DE AÑO (ACTION COMICS #810, FEBRERO 2004)

Más que hacer una reseña propiamente dicha, simplemente quería compartir hoy con vosotros este cómic como una muestra de historias de Superman en la víspera de año nuevo -o Nochevieja, como se la conoce en muchos sitios incluyendo en España-. Lo encuentro muy apropiado teniendo en cuenta que hoy despedimos este año 2012, ¿no os parece?

Action Comics #810 presenta un guión escrito por Joe Kelly al final de su larga andadura con Superman en Action Comics (a esta etapa le debemos, por ejemplo, Action Comics #775, la excelente historia en la que se basa la no menos excelente película animada Superman Vs. La Élite). De hecho, este número 810 es la despedida de Kelly, como él mismo dice en la última página en la que agradece a todos sus compañeros y lectores el tiempo que han pasado juntos. De hecho, en este cómic le acompañan varios autores con los que trabajó durante sus 5 años en Action, como Pascual Ferry, Kano, Dave Bullock, Duncan Rouleau, Renato Guedes, Marlo Alquiza, Keith Champagne, Jorge Correa, Jaime Mendoza y Cam Smith. Ninguno quiso perderse el poder aportar alguna viñeta en esta despedida a su amigo Joe.

De este modo, las historias interiores tienen ese regusto nostálgico de despedida. Despedida de año (2003 dejaba paso a 2004) y despedida también de Kelly. Y desde luego que la nostalgia se percibe en cada página. Con el hilo conductor de la Nochevieja se nos presentan varias historias en las que conocemos una tradición de Superman en esa noche tan especial en la que año termina. Superman recorre las 24 zonas horarias viendo en todas ellas cómo termina el año, asistiendo a los fuegos artificiales y ayudando o visitando a personas que le han escrito cartas durante el año. Nada de súper-proezas ni de peleas contra villanos ultrapoderosos. Superman visita a soldados destinados en el extranjero, ayuda a un hombre a declararse a su novia, lleva una ambulancia hasta una zona aislada de Groenlandia para que asista el parto de una mujer, o impide que un hombre se suicide. Todo esto no es más que una extensión de la tradición de su padre, Jonathan, de pasear durante la noche de fin de año para ver si todo estaba en orden y si Clark dormía bien, que con el tiempo Superman ha transformado acorde a sus superpoderes y "pasea" por el mundo.

Al final, Superman frustra los planes de un ridículo súper-villano que le confiesa haber renunciado a pasar la Nochevieja con su amor para terminar su absurda máquina, y le pregunta a Superman que cómo se siente siendo él. Superman se marcha volando mientras le dice que "se siente de lo mejor".

Como veis, se trata de una historia sin ninguna pretensión, muy alejada del tradicional concepto de cómic de superhéroes, pero con un contenido absolutamente delicioso. Siempre me ha encantado ver a Superman realizando esa clase de costumbres familiares que todos tenemos, pero a su súper-manera, claro. La historia rezuma ternura, y si algo te enseña es que lo importante es terminar el año y empezar el nuevo con tu gente. No hace falta ser Superman para eso.

Así que aprovecho esta reseña para desearos a vosotros lo mismo: una feliz despedida a 2012 y una mejor entrada aún a este 2013 que debe ser nuestro año. Disfrutad la noche... que mañana os quiero ver a todos más o o menos sobrios (jeje) en SupermanJaviOlivares, como siempre.

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