DOS ASPECTOS A TENER EN CUENTA EN MAN OF STEEL

Con el rodaje de Man of Steel ya en marcha, todos tenemos claro lo que la película necesita para ser un éxito. No solo un director competente y un reparto espectacular y acertado (que lo tiene), junto a una buena historia cargada de acción justificada contra un villano a la altura. Aparte de esos, hay un par de aspectos del personaje de Superman que, desde mi punto de vista, hasta el momento no se han explorado jamás en el cine de una forma realista ni convincente. ¿Y cuáles son? Pues seguro que lo imagináis: la doble identidad Clark/Superman y el cómo ocultar el traje bajo la ropa. Sigue leyendo lo que opino sobre esto con clic en LEER ENTRADA COMPLETA:

LA DICOTOMÍA CLARK KENT/SUPERMAN

Reconozcámoslo, todos lo hemos pensado alguna vez. ¿Cómo es posible que nadie descubra que Clark Kent es Superman? ¿Acaso un par de gafas, cierto cambio de actitud y ropa distinta transforman tanto a una persona? Todos hemos visto en multitud de ocasiones a algún actor caracterizado de formas diferentes según el papel, pero ni vestido de romano, de bombero o de vagabundo es posible que no lo reconozcamos. Pensando incluso en casos extremos de caracterización, como la de Ralph Fiennes como Lord Voldemort en la saga de Harry Potter, siempre es posible reconocer (o, al menos, atisbar) al actor bajo kilos de maquillaje. ¿Cómo lograría ocultarse Superman bajo una identidad humana normal, si el Hombre de Acero es un personaje absolutamente público e idolatrado? Pues la respuesta, siendo realistas, es muy sencilla: no podría. La dualidad Clark/Superman es uno de los aspectos más complicados de llevar de una forma verosímil. Hablamos de dos hombres con la misma fisionomía, las mismas facciones, pelo, ojos, altura, constitución física… Es imposible que la gente no se volviera por la calle al ver a Clark y, al menos, pensara: “¡cómo se parece ese tío a Superman!”

Ahora bien, ¿habrá encontrado David Goyer en su guión el modo de conseguir que este aspecto resulte creíble? Porque en mi opinión, si no se logra esto tendremos un problema que se lleva arrastrando siempre y se convertirá en una repetición de uno de los temas más cuestionados por los fans del héroe, y ya no digamos por sus detractores. Un problema que es muy inherente a Superman y no a otros héroes enmascarados que, ocultos bajo sus capuchas, pueden camuflar sus identidades públicas sin tanto problema. Porque esto estaba muy bien para los años setenta, pero hoy en día salta a la vista que el público es más exigente, y hay que evitar que estas cosas puedan ensombrecer una buena historia y restarle credibilidad.

Ahora bien, si me preguntáis a mí cómo lo haría, sinceramente no tengo ni idea. En el cómic he visto cosas de todo tipo, como por ejemplo un aparato que llevaba Mon-El en el cuello de su uniforme y que distorsionaba su rostro haciéndolo borroso e irreconocible. Pero esta clase de artimañas no me gustan para Superman, un personaje que ya irradia valor por ir a cara descubierta, así que sin duda la solución radica en camuflar mejor a Clark Kent. Quién sabe, quizá mediante algún dispositivo kryptoniano que proyecte algún camuflaje virtual, el aspecto de Clark pueda resultar muy diferente al de Superman (que sería su verdadero aspecto). Imaginad algo así como lo que hemos visto en la película Capitán América: el primer vengador, cuando Steve Rogers es un delgaducho antes de convertirse en el soldado perfecto, pero siempre interpretado por Chris Evans aunque en la primera parte esté alterado digitalmente. Evidentemente con un cambio físico así, un par de gafas y una actitud distinta sí que servirían para completar la mascarada perfecta de Superman.

EL TRAJE BAJO LA ROPA

Desde luego, la imagen de Clark Kent corriendo por un callejón y abriéndose la camisa de su traje de chaqueta para mostrar su verdadero traje debajo, es todo un clásico que logra ponernos la piel de gallina a todos los fans del personaje. Pero seguro que, igual que yo, vosotros también habréis pensado en más de una ocasión dónde se mete la capa, el cinturón o las botas bajo su ropa de calle sin que se noten. En las películas este aspecto no ha sido explicado, y siempre nos hemos quedado con la icónica imagen de Clark cambiándose a Superman pero sin profundizar en cómo puede llevar su uniforme bajo la ropa. Como ejemplos, os recuerdo un par de escenas míticas de la saga, como es la de Superman II en la que Clark se entera de la bomba en la Torre Eiffel y se “transforma” a Superman en un callejón. En esa secuencia vemos a Clark abrirse la camisa y después la imagen se emborrona “mágicamente” (esto ha sido un recurso muy usado) y las ropas de Clark desaparecen, dando paso al Hombre de Acero:

Y algo similar sucede en Superman Returns, película que pese a ser mucho más realista que sus predecesoras, también omite esta explicación que en ella se convierte en mayor defecto aún, ya que si el traje de Reeve era complicado de ocultar, el de Routh, con esa capa plástica y esas enormes botas, se antoja imposible. Os recuerdo la magnífica escena en la que Clark es informado de las coordenadas en las que están Lois y Jason en el barco, y sale disparado al ascensor, donde lo vemos quitarse las gafas. En la siguiente secuencia está volando hacia el techo y solo se quita la chaqueta y la camisa. Pero ¿y los pantalones? ¿Y dónde llevaba las botas? De nuevo uno de esos molestos deus ex machina que nosotros, los fans, obviamos con una sonrisa, pero que tanto dan que criticar a los que no perdonan ni una...

Yo pienso que este es uno de los aspectos que va a ser redefinido ya no solo en el reinicio del Universo DC en el cómic, sino también en el reinicio de la franquicia cinematográfica. Recordad que Christopher Nolan está detrás de todo, y desde luego ha demostrado que su cine está impregnado de realismo. Para mí, la explicación va a radicar de nuevo en la tecnología de Krypton, teoría que tiene mucha fuerza en el nuevo traje del cómic pero que, a la vista de la primera imagen oficial de Cavill como Superman en Man of Steel, también me parece muy posible. Salta a la vista que el traje no está hecho con materiales que hayan podido ser fácilmente confeccionados por Ma Kent, así que probablemente pueda tratarse de un traje con cierta base tecnológica kryptoniana. Imaginad, por ejemplo, que Clark lleva siempre encima algún pequeño y discreto dispositivo que, a voluntad, se convierte en su traje de Superman. Pero no penséis en una armadura, sino en un tejido inteligente, en una tecnología alienígena más allá de lo imaginable. No es descabellado. Pensad que hablamos de un ser de otro planeta, que en su apogeo era una de las civilizaciones más avanzadas del universo. ¿Por qué no? Lo que está claro es que los deus ex machina ya no funcionan casi nunca, y que ahora los espectadores buscan no solo ver una historia, sino créersela. Y si aplicamos esto a una película de superhéroes, si logramos aunar fantasía y espectáculo con verosimilitud (gracias, Dick Donner, por esta palabra), entonces tendremos en Man of Steel un auténtico peliculón.

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