SUPERMAN RETURNS: LA ESCENA INICIAL NUNCA VISTA DEL REGRESO A KRYPTON

El vacío del espacio. Silencio. Oscuridad. Un punto de luz se percibe en la negrura. Vemos una nave espacial que se ilumina desde el interior poco a poco, mientras estructuras de cristal comienzan a crecer. Otra estructura en forma de bóveda se abre lentamente, y dentro vemos a Superman, con un traje gris sin capa, sentado en posición fetal. La imagen se funde y vemos a Superman caminando por el interior de la nave y dirigiéndose a lo que parece el panel de control. Relajado y en silencio extiende sus manos y los cristales crecen, obedeciendo a sus órdenes mudas. La pared que hay ante Superman comienza a hacerse transparente y se convierte en una cristalera a través de la que Superman observa lo que tiene ante él…

La nave ha llegado a lo que queda de un planeta muerto. Todo es más oscuridad, donde solo la nave de Kal-El ilumina el camino con su foco y con su propia luz. El sonido del desplazamiento de la nave volando rasa entre las rocas grises es lo único que se escucha, pero pronto empezamos a oír el latido del corazón de Superman. Suena potente, despacio y acompasado. Pero conforme más se adentra entre las ruinas, más se acelera su latido, el sudor brota de su frente y su rostro comienza a mostrar señales de malestar. La nave se detiene ante una inmensa pared de roca, y Superman mueve su mano ante el control para que el foco ilumine más ampliamente. Vemos que está ante una enorme S como la de su traje: ha encontrado lo que queda de la Casa de El, hogar de su familia. El sonido de su corazón suena acelerado como el de alguien que corre a toda velocidad. Sus ojos reflejan sufrimiento físico y emocional. Y entonces vemos que de entre las grietas de roca brota otro tipo de piedra brillante y verde que crece bajo la superficie: kryptonita. Superman se derrumba, apoyándose entre los cristales del panel de mando, y da con su mano la orden de alejarse de esa trampa mortal.

La nave comienza una huída desesperada entre los restos de Krypton, descubriéndose que todo el planeta está convertido en kryptonita. Superman apenas tiene fuerzas para manejar los controles, y la nave va chocando contra asteroides de kryptonita y perdiendo pedazos. Apenas sin tenerse consciente, Kal-El toca el panel y activa la orden de regresar a la Tierra. La nave logra hacerse camino entre las mortíferas rocas verdes y salir de la boca del lobo al tiempo que sus partes perdidas se regeneran y crecen solas. Mientras, Superman, todavía tumbado en el suelo sin fuerzas, observa el espacio a través de la cristalera mientras su nave se aleja de lo que una vez fue su mundo. La cámara baja lentamente desde el cielo negro del espacio hasta llegar a la noche estrellada de Smallville, donde vemos la granja Kent... (NOTA: Ahí es donde empezaría la secuencia en la que Ben Hubbard se despide de Martha y la nave de Kal-El regresa a la Tierra).

COMENTARIO

¿Por qué demonios no se incluyó esta escena en el montaje final? ¿Quiénes eran esos amigos, ese círculo íntimo de Bryan Singer a los que les mostró la película y esta secuencia les pareció inapropiada? O dicho de otro modo: ¿por qué Singer escogió a gente con mal gusto para mostrarles una escena tan cinematográficamente preciosa, y en cambio nosotros, los pocos –o muchos– que sí hemos admirado las virtudes de Superman Returns, hemos tenido que esperar casi 6 años?

Preguntas sin respuestas, como tantas otras. Yo, amante confeso y sin remisión de Superman Returns, no les veo lógica alguna. Hoy, gracias a mi amigo Alberto Díaz Otero (otro devoto de SR como yo e incluso más), por fin he podido disfrutar de esta secuencia inédita mientras que aún espero a recibir mi pack Superman: The Motion Picture Anthology. Y después de haberla visto ya 6 o 7 veces, no alcanzo a comprender por qué no se incluyó en la versión cinematográfica. Dirán que es lenta, oscura, que no aporta nada a la película, que ralentizaría el inicio del film más todavía. Yo en cambio digo que es una de las mejores escenas de la película. Ciencia ficción pura y dura, sobre todo el inicio hasta que Superman se despierta y comienza a manipular los controles. Todo en absoluto silencio compone una atmósfera maravillosamente alienígena y muy a lo Ridley Scott, con gran influencia –o al menos a mí me lo ha recordado– de Alien: el 8º pasajero (esos sonidos de los cristales creciendo, esa iluminación, el sonido grave del silencio) e incluso de 2001: una odisea en el espacio, para que nos hagamos una idea de hasta qué punto es ciencia ficción del mejor nivel.

Además, la escena es tremendamente sobria y seria, transmitiendo una soledad abrumadura y plasmando lo que debe de plasmar: lo que siente un hombre que lo ha dejado todo por encontrar su planeta, y que descubre un enorme y yerto cementerio radiactivo y mortal para él. En ese sentido, el sonido del latido del corazón aporta la perfecta banda sonora de una secuencia que quizá con música hubiera podido estropearse. Y Brandon Routh transmite lo que su personaje está sufriendo, y nos lo hace ver en cada gesto, en cada rictus en su rostro.

En fin, por más palos que me caigan por ello nunca me cansaré de defender que Superman Returns sí fue una gran película, y que con escenas como esta solo hace que mejorar y convertirse, cada vez más, en esa incomprendida obra de culto que para muchos ya es. He tardado 6 años en poder ver el mítico regreso a Krypton. Pero ha valido la pena cada segundo de espera.

Y ahora, por haber tenido la paciencia de tragaros mi comentario, os dejo el vídeo de la escena completa en YouTube:

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