UNA PELÍCULA QUE NO TE PUEDES PERDER: "EL HOMBRE QUE FUE SUPERMAN" (2008)

Muchas veces, en el cine, el nombre o la inspiración de Superman han sido empleados para la parodia o la burla. Pero en algunas películas que poco o nada tienen que ver con los superhéroes, podemos encontrar referencias al Último Hijo de Krypton con las que da gusto toparse. Es el caso de Un hombre que fue Superman, una curiosa producción de Corea del Sur centrada en un personaje entrañable, divertido y trágico a partes iguales. Un hombre plenamente convencido de que es Superman y de que ha perdido los recuerdos porque tiene kryptonita metida en la cabeza. Aún así, no duda en perseguir a ladrones de bolsos, detener el tráfico para que cruce con seguridad una pobre ancianita, subir a un niño por las escaleras, o incluso -siempre oportunamente acompañado por absurdas pero efectivas casualidades-, cree alejar la Tierra del Sol, luchar contra máquinas gigantes, y volar en brazos de la gente como una estrella del rock en un concierto.

Aparte del maravilloso guión (que combina comedia, drama y romance en dosis perfectas), hay que destacar la gran interpretación de su protagonista Jeong-min Hwang, que por lo que he visto es algo así como el Tom Cruise coreano. Aunque sin duda actúa mejor que Cruise.

En la película, una joven periodista, la particular Lois Lane de esta historia, descubre a este personaje para su programa, una versión coreana de esos programas de telebasura repletos de frikis de todo tipo. Y es que desde luego, el peculiar Superman coreano tiene miga para ser considerado todo un friki sin parangón, y así comienza el acercamiento entre él y la periodista. Pero poco a poco, mientras asiste a las nobles acciones e intenciones del superhéroe sin poderes, la reportera va descubriendo que hay mucho más detrás de él. No, no os engañéis, realmente no es un superviviente de un mundo extraterrestre desaparecido... pero sí es un superviviente, y de qué modo. Y aunque no es kryptonita lo que tiene en la cabeza, sí que hay algo en ella sin duda mucho más trágico.

Tras la primera hora, centrada en presentarnos a este variopinto personaje bondadoso, amable y casi hiperactivo y a la relación entre él y la periodista, la trama da un giro esperado pero igualmente logrado. La comedia disparatada se torna todo un drama cuando conocemos la historia detrás de este Superman, y descubrimos que incluso tiene un nombre y, sobre todo, un pasado que le ha conducido poco a poco a convencerse de que es el Hombre de Acero. Porque en la historia de su vida, ser (o creerse) Superman es mucho mejor que la triste realidad.

El final de la película es memorable. Previsible, tal vez. Pero memorable igualmente. A quien le guste Superman disfrutará además escuchando y viendo durante toda la cinta referencias bien cuidadas y observando a este hombrecillo comportarse como él; al que no, le conmoverá igualmente la historia de este bendito loco con kryptonita en la cabeza. Lo que está claro es que El hombre que fue Superman no deja indiferente y pone de manifiesto la inspiración que supone el Hombre de Acero, alcanzando historias que poco tienen que ver con superhéroes y superpoderes. Será que Superman puede estar en cualquier parte...

Puedes ver la película completa en el vídeo insertado arriba

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