RESEÑA DE SUPERBOY #24

SUPERBOY #24 (Diciembre 2013)

Guión: Justin Jordan

Dibujo: Robson Rocha

Reseña de Antonio Monfort

RESUMEN

En el instituto Mcduffie de Queens, Superboy está dispuesto a enfrentarse al Psico Pirata, pero éste utiliza su poder para controlar las emociones en Superboy y parece más interesado en hablar que en pelear. 

El poderoso mentalista afirma saber mucho sobre el pasado de Superboy, pero antes de poder contarlo, parece ser derribado por una descarga psíquica del Dr. Psycho que ha recobrado súbitamente la consciencia.

Sin embargo, no es tan fácil derribar al portador de la máscara de la medusa y este empieza a contar las verdaderas razones de la asociación de Psycho con Superboy. Revela cómo el pequeño personaje es uno de los psíquicos capturados por H.I.V.E y como éste consiguió escapar milagrosamente de sus instalaciones, aunque debilitado, y cómo al conocer al Joven de Acero éste se convirtió en una fuente inagotable de poder que utilizó en sus planes de venganza contra la asociación. Por si fuera poco, también revela la asociación de Psycho con la Sociedad de Supervillanos  y consiguientemente el enfrentamiento con Superboy es inevitable. 

La batalla está igualada y finalmente un estallido deja inconsciente al joven clon, que despierta acompañado de Krypto, sin poderes y al menos aparentemente a merced del Psico Pirata.

CRÍTICA

Número de cierre este que nos toca y que hace lo que buenamente puede para concluir tramas abiertas antes de pasar a los acontecimientos del nº 2 de “Forever Evil” y el “Retorno a Krypton” que nos espera el mes que viene en los títulos de Superman.

La sensación de atar cabos hace que el cómic nos llene algo más que de costumbre, pero al final, lo único que queda meridianamente claro es que todo lo narrado en esta serie los últimos meses es perfectamente olvidable y no va a repercutir en absoluto. El guionista por tanto, sacrifica cualquier amago de trama que pudo dejar en episodios anteriores para “conectar” con series que sin duda serán mucho más relevantes a largo plazo y subraya lo ya evidente, y es que esta serie no tiene absolutamente nada que aportar.

Así, nos enteramos de que el Psico Pirata puede ¿estar? ¿aparecerse? en dos sitios a la vez y así ¿entendemos? por qué está amargando el día a Superman en “Action Comics” esta misma semana. Nos enteramos (oh, sorpresa) de que Psycho ha estado manipulando a Superboy y de que éste, en un despiste del bueno de Krypto, se hizo amiguete del Alfred de Tierra 3 y por tanto miembro de la Sociedad de Supervillanos. Esto, a su vez, quizá, y es un quizá muy grande, podría ayudar a entender que hacía el Psico Pirata en Khandaq fastidiando a la Liga de la Justicia. Lo que ya no queda tan claro es por qué parecen dos personajes distintos que se comportan de formas distintas, pero vamos, que esto es lo que hay y si no los creemos bien y si no también.

Visto lo visto, poco más se puede sacar de un cómic y una serie que hace mucho que va cuesta abajo y sin frenos. El encargado de aportar los lápices este mes es Robson Rocha, que no aspira a ser Ivan Reis precisamente, pero que salva los muebles en todo este desaguisado. Cambios, muchos cambios parece que vienen en el horizonte de esta serie en los próximos meses y es que es difícil que algo que no sea un borrón y cuenta nueva arregle esta colección.

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