RESEÑA DE ACTION COMICS #2

El nuevo Superman de Grant Morrison continúa saltando edificios de un solo salto en el número 2 de la nueva Action Comics. En el número anterior, Superman acabó atrapado por el ejército tras una hábil maniobra de Lex Luthor (que descarriló un tren para conseguir captar la atención del Hombre de Acero), y en el número de este mes... ¿Quieres anticiparte a saber lo que ocurre? ¡Pues clic en LEER ENTRADA COMPLETA y descubre lo que ocurre en el Action Comics #2 antes que nadie!

ACTION COMICS #2 (Diciembre 2011)

Guión: Grant Morrison
Dibujo: Rags Morales, Brent Anderson y Rick Bryant (Portada de Rags Morales)
Reseña y crítica de Javier Olivares Tolosa

RESUMEN

Superman está retenido en unas instalaciones del ejército, y bajo la cruel supervisión del Dr. Lex Luthor, es torturado con electricidad, gases venenosos y todo tipo de pruebas para testar su resistencia. El joven Hombre de Acero resiste las torturas, pero sufre, y su resistencia motiva que Luthor no deje de aumentar la intensidad de las pruebas. En su equipo tiene al sargento Corben y a otro oficial médico, el Dr. Irons, que abandona el edificio indignado por la crueldad que está cometiendo con Superman. Pero Luthor insiste en que un alienígena no tiene derechos en la Tierra, y considera a Superman como una bala disparada a nuestro planeta por un mundo alienígena, e incluso menciona la palabra Krypton, que parece no significar para Superman nada más que un gas de la tabla periódica.

Mientras Lois intenta convencer a su padre para que la deje entrar al edificio y de que Superman salvó a los pasajeros del tren, Superman se escapa y usa a Luthor como escudo. En su huída, tras recuperar su capa (que también ha sido testada y resulta totalmente indestructible) empieza a escuchar palabras y nombres kryptonianos y acaba en una sala en la que encuentra su pequeña nave espacial. Promete volver a por ella, y se aleja saltando. El sargento Corben decidirá entonces seguir con un programa llamado “Soldado de Acero” incluso sin la supervisión de Irons, para combatir a Superman. Y al final vemos a Luthor hablando por teléfono con alguien o algo que parece ser su informador sobre Superman y su naturaleza extraterrestre. Un algo que Luthor ni siquiera conoce, por cómo el científico no deja de preguntarle qué es. Finalmente vemos que el interlocutor de Luthor es (o se encuentra en) una gigantesca nave con tentáculos que vuela por el espacio…

OPINIÓN

Yo esto ya lo he leído antes. Y no hace mucho, en Secret Origin, para entendernos. Prácticamente es lo mismo: Superman considerado una amenaza por el ejército, atrapado, aquí torturado, y después fugado y considerado peligroso. Lois de por medio, la única que confía en el Hombre de Acero como salvador. Una historia que no tiene nada de original, ni siquiera en el reparto de secundarios, todos absolutamente predecibles. ¿Un oficial militar? Pues el sargento Corben. ¿Un científico especializado en armaduras de combate? El Dr. (John Henry) Irons, que además también es bueno y dimite del proyecto al ver a Superman torturado. Si al menos Irons hubiera sido malvado, su personaje habría sido reescrito de forma distinta, pero es igual de bonachón que siempre. No encuentro nada nuevo, sinceramente. Y pese a todo, el número no se lee: se devora. El estupendo dibujo se sale de las páginas, sobre todo en la parte de la tortura de Superman, que ofrece además el poder ver al superhéroe en una nada habitual posición de desventaja inicial. Lo malo es que la composición de páginas es poco original y demasiado clásica, sin arriesgar, y que hay momentos (supongo que los dibujados por Brent Anderson) que las caras son terribles y el dibujo baja mucho el nivel. Si tenéis la oportunidad de leer el cómic, fijaos en Lois. O no, mejor os dejo yo aquí un pequeño recopilatorio de lo que he llamado “El museo de los horrores de los caretos de Lois Lane”. Verdaderamente espantoso que esta sea la imagen del interés romántico de Superman de toda la vida:

Como veréis, en las pocas viñetas en que aparece, Lois está diferente en todas y en cada cual más fea. Sin duda es el personaje peor parado artísticamente. Pero bueno, en definitiva, como decía es un número entretenido en el que pasa mucho y a la vez muy poco. Los personajes se van asentando y vemos claro, sobre todo, cómo es este nuevo Lex Luthor. Y sí, a mí también me ha parecido que el alienígena que está informando a Luthor es Brainiac. Seguiré dejando unos meses más que esta colección evolucione, porque de momento, igual que este Superman que no vuela, la nueva Action Comics no termina de despegar. Eso sí, debo decir que la portada de Rags Morales es absolutamente BRUTAL, tanto en su versión en color como en la de blanco y negro. Una imagen con una tridimensionalidad que salta de la página y resume perfectamente el cuaderno. De la otra portada alternativa de Ethan Van Sciver prefiero no opinar.

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