RESEÑA DE SUPERMAN ANNUAL #2 (2013)

SUPERMAN ANNUAL #2  (Septiembre 2013)

Guión: Scott Lobdell

Dibujo: Dan Jurgens

Reseña de Antonio Monfort

RESUMEN

Lois Lane cae a través de una ventana y se estrella contra la terraza de un edificio. Parece inconsciente, pero su voz en off nos relatará los acontecimientos que recientemente ha vivido.

Todo comienza una semana antes, en el Daily Planet, cuando la reportera recibe la visita de una extraña mujer que demuestra tener poderes mentales y balbucea una petición de ayuda antes de caer muerta con el cráneo deformado. Lois lleva el cadáver a Star Labs donde Superman le ayuda a determinar que la naturaleza de su enfermedad parece tener un origen psiónico y retrotraerse a varios años atrás.

A partir de aquí, Lois comienza a investigar y descubre una serie de veinte desapariciones en Metropolis que tuvieron lugar alrededor de la llegada de Brainiac a la ciudad. En el funeral de su visitante, la reportera entra en contacto con uno de estos desaparecidos, con los mismos poderes y características que la víctima y que la dirige hacia el senador Hume, un político especialmente crítico con el papel de Superman.

Lois acude a ver a Hume, quien también demuestra tener poderes psíquicos y le revela a la reportera que “Los Veinte” fueron infectados por un virus de naturaleza psiónica por Brainiac que les dio grandes poderes mentales, pero también les ha ido consumiendo. Cada uno ha utilizado sus habilidades de forma distinta a lo largo de estos años, pero ahora el senador quiere que Lois les haga saber a todos que Brainiac volverá a por ellos. Dicho esto, el senador parece traspasar sus habilidades a Lois y la lanza a través de la ventana con sus poderes. Pese a parecer inconsciente, la reportera es ahora capaz de sentir las mentes de los que la rodean y sabe que ese poder va a consumirla igual que a los demás.

CRÍTICA

Scott Lobdell tiene una extraña manera de contar historias. Si la mayoría de sus números en las series regulares de nuestro héroe son páginas de acción sin demasiado sentido ni demasiados argumentos, de vez en cuando se nos descuelga con un episodio como este, casi carente de acción y con grandes tramos de flashback que nos cuentan todo aquello que se nos ha dejado por revelar en sus otros capítulos.

Esto hace que pese a ser un episodio fundamentalmente aburrido y donde Superman aparece para saludar y poco más, este número sea imprescindible para entender, o intentar entender al menos, las tramas que este guionista lleva construyendo desde hace tiempo en la serie regular “Superman” y las que desarrollará a partir de ahora. Se retoman cabos sueltos dejados en las últimas entregas de dicha serie (como las referencias al senador Hume) y se cierran con el apresuramiento y poca gracia habituales en el trabajo de Lobdell.

Ayuda a hacer el invento más digerible el dibujo de Jurgens, que si bien no está en su mejor momento y el entintado de Rapmund tampoco ayuda mucho, consigue un dibujo correcto, a veces incluso espectacular. Quien tuvo retuvo y es difícil que Jurgens no convenza dibujando Superman.

Con todo, un cuaderno de calidad muy poco extraordinaria, donde el dibujo vuelve a superar con creces al guión pero que se hace imprescindible si alguien es lo bastante osado o inconsciente como para seguir regularmente la actual etapa de “Superman”.

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