RESEÑA DE SMALLVILLE SEASON 11 #65

SMALLVILLE SEASON 11

OLYMPUS (PARTE 8/12, 20/09/2013) 

Guión: Bryan Q. Miller

Dibujo: Jorge Jiménez (portada Cat Staggs)

Reseña de Javier Olivares Tolosa

En un aparcamiento, Lois discute con Trevor y con su padre, el General Lane, sobre la detención de Diana por el D.E.O. Lois dice que no tienen derecho, y el General argumenta que ella ni siquiera es una ciudadana de ninguna parte y que solo están intentando que las cosas no se descontrolen. Trevor no sabe muy bien en qué se ha convertido la niña que le salvó la vida hace años, y Lois es la primera en decir que es una especie de "Mujer Maravilla". El General zanja la conversación diciendo que el mundo cambia demasiado rápido y que esos seres superpoderosos no tienen a nadie que los represente. Mientras, en el D.E.O. resisten como pueden el ataque de un comando de los hombres de Faust que ha invadido las instalaciones y que ataca a los monjes con el claro propósito de anular su contención de la magia. Por su parte, Clark se encuentra cara a cara con Faust, que le explica que va tras la joya en la tiara de Hipólita, que no es sino el ojo de Hades. La leyenda (que para ellos no es leyenda, sino historia), es que Zeus e Hipólita contuvieron a Hades encerrándolo en esa gema (la recompensa de Hipólita fue Isla Paraíso), y ahora Faust quiere liberarlo para cumplir su parte del pacto que hicieron hace años y que les conferiría eterna juventud.

Bones irrumpe y dispara a Faust, diciéndole que no le permitirá destruir el mundo. Faust se burla de él y le dice que desafiar a Hades le costó su piel, sus músculos, y que ahora él le va a arrebatar todo lo demás. También golpea a Clark y después toma la gema de la tiara y la arroja al agua. Un terremoto y un pentáculo de luz ven renacer al dios de la muerte Hades, que se alegra de volver a ver la luz de las estrellas.

Diana aparece y le da un par de puñetazos a Faust, que se esfuma cuando Clark le lanza una ráfaga de visión calorífica. Clark y Diana recogen el cuerpo de Hipólita, y Diana trata de despertarla pero Clark le pide que le ayude a luchar contra las fuerzas mágicas. Diana no sabe si puede ayudarlo en ese momento, y Clark, cambiándose a Superman, le pide que lo averigüe. Sin esfuerzo, atraviesa el gigantesco cuerpo del Kraken para salir al exterior y pelear contra Hades.

CRÍTICA

Esta semana he tardado más de la cuenta en reseñar este cómic por mis diferentes compromisos laborales y personales. Lo recalco porque, en el pasado, en algunas ocasiones he tardado en reseñar Smallville Season 11 porque no me gustaba el cómic en absoluto. No es el caso de esta semana, porque me ha encantado. Es más, me arrepiento de no haberlo podido leer antes porque ha sido un disfrute para todos los sentidos.

Argumentalmente, los cabos se cierran aquí de forma magistral. Todo lo que veníamos intuyendo se confirma: el pacto entre Faust, Bones y Hades, la presencia de Hades como villano final... Quizá en algunos momentos de esta saga hemos podido notar que se nos daban demasiadas explicaciones, pero lo que nos van a dar ahora son hostias como panes. Como ejemplo, me ha encantado la efímera presencia del Kraken, porque entiendo que esta ha sido su breve aportación a esta saga. Sí, es un monstruo enorme. Sí, tiene dientes como edificios. Pero solo es un pulpo gigante, maldita sea. No es rival para Superman y así queda muy claro, porque el Hombre de Acero lo atraviesa como a un obstáculo hacia su auténtico desafío: Hades.

Los villanos de esta historia tienen también un peso importante. Faust es el más flojito de momento, apenas un catalizador para sacar a Hades de la gema, pero Bones se ha revelado como un personaje con matices. No es bueno, pero tampoco es malo. No tiene ninguna intención de dejar que Hades se cargue todo el mundo, y eso que desafiarlo le costó el haberse convertido en un Skeletor viviente. Y respecto a Hades, el aspecto que le ha dado Jorge Jiménez es infinitamente mejor que el que se observa en la portada. Más fuerte y musculoso, más amenazador, y por qué negarlo, con cierto aire a Célula (uno de los malos más míticos de Dragon Ball) que le va de maravilla. Estoy deseando ver el enfrentamiento con Superman, que se las promete épico.

Creo que está claro que en cuanto al dibujo, no puedo decir más que cosas buenas. Se nota que el artista está disfrutando con estas páginas (evidentemente con unas más que con otras), y hoy nos regala algunas absolutamente fantásticas mezcladas con otras que "solo" son sobresalientes. Otro gallo nos cantaría a los lectores de Superman si hubiera más dibujantes de la talla de JJ en sus colecciones. Por eso, como bonus, os dejo unas páginas originales de este número, para que veáis que en blanco y negro ya son una auténtica pasada:

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