RESEÑA DE SUPERMAN #23.1: BIZARRO

SUPERMAN #23.1: BIZARRO (Noviembre 2013)

Guión: Sholly Fisch

Dibujo: Jeff Johnson

Reseña de Antonio Monfort

RESUMEN

Tres años después de que Lex Luthor consiguiera una muestra de sangre de Superman (obtenida durante la huida que protagonizó tras su breve cautiverio en manos del ejército), está preparado para llevar a cabo su primer intento de fusión entre el DNA kryptoniano y el de un humano. El propósito del maquiavélico científico es crear su propio ejército de seres superpoderosos que, sobra decirlo, estén completamente bajo su control.

La prueba no tarda en escapar completamente del control de Luthor, convirtiendo al sujeto de prueba en una monstruosidad de piel blanca y fuerza descomunal que a duras penas puede ser detenido por Lex.

Pero este “fracaso” no detendrá al genio criminal, que está decidido a aprender de sus errores y volver a intentarlo. Esta vez, eliminando el factor humano e intentando clonar directamente el ADN kryptoniano. Solo es cuestión de tiempo que Luthor tenga por fin su propio clon de Superman.

CRÍTICA

Que Bizarro sea una creación de Lex Luthor en una intentona de duplicar a Superman no es nada nuevo. Ya lo hizo Byrne en su momento y a partir de allí otras versiones en la misma continuidad y en otros medios, como la serie de animación de los 90. Lo verdaderamente sorprendente es que hayan elegido esta versión “realista” del origen del personaje para este nuevo universo DC tan dado a reciclar conceptos descabellados de la edad de plata y no hayan tirado por derroteros más surrealistas para acabar dejándonos cosas como un “planeta bizarro” u algo por el estilo.

Bien es cierto que este relativo verismo poco tiene que ver con los tiempos de Byrne. Hemos vuelto a los tiempos del Luthor “científico loco” que tan pronto es genetista, como ingeniero, como astrofísico, a los laboratorios supersecretos construidos de la nada... Una reducción al infantilismo que al menos aquí deja la puerta abierta para que en futuras historias pueda tomarse a Bizarro un poco más en serio y convertirlo en la terrible amenaza que debería ser.

Con todo, podemos decir que la historia cumple su función. No tiene mucha enjundia, pero tampoco la necesita. Se trata de contar el origen de este personaje y encajarlo en esta nueva continuidad, algo que este cómic cumple perfectamente.

Por otro lado, este tipo de números “especiales” suelen ser el banco de pruebas para nuevos talentos y autores poco conocidos, lo que aquí se cumple a rajatabla con un desconocido Sholly Fisch escribiendo una historia a buen seguro “corporativa” y donde seguramente poco podía aportar, y un no muy brillante Jeff Johnson a los lápices, que no es precisamente espectacular, pero cumple su función.

En definitiva, ya tenemos a Bizarro en el “new 52” y se puede decir que su “transición” no ha sido tan dolorosa como la de otros personajes. Veremos si Geoff Johns le saca el partido que merece en la más que interesante “Forever evil”.

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