martes, 28 de mayo de 2013

RESEÑA DE SUPERBOY #20

SUPERBOY #20 (Julio 2013)

Guión: Justin Jordan
Dibujo: R.B. Silva, Rob Lean, Kenneth Rocafort, Chris Cross
Reseña de Antonio Monfort Gasulla

RESUMEN

Superboy despierta junto a Krypto en una cámara oscura. No tiene poderes y alguien le golpea salvajemente en la cara. Mientras yace derrotado empieza a recordar cómo ha llegado a aquella situación.

Sus recuerdos nos llevan hasta las puertas de una comisaría donde planea entregarse por el robo al banco que cometió un tiempo atrás. Cuando está a punto de entrar, es interceptado por el Doctor Psycho, quien intenta convencerle de que no lo haga. Para conseguir su atención, el mentalista le revela que él sabe cuáles son sus verdaderos orígenes. El joven de acero no tiene tiempo de reaccionar. Alguien le ha lanzado un coche encima y apenas ha tenido tiempo de apartar a Psycho.


El atacante resulta ser un gigantesco monstruo morado y cornudo, que sorprendentemente, parece más interesado en Psycho que en Superboy. El pequeño telépata le pide al joven héroe que entretenga a la criatura, mientras él, en una especie de viaje astral localiza al extraño compinche del atacante: Psiphon, un extraño ser de aspecto alienígena que parece canalizar de alguna manera la energía telekinética de Superboy. De regreso a su cuerpo, Psycho se enfrenta físicamente a Psiphon, aunque sin demasiado éxito hasta que aparece Superboy. Derrotado Psiphon, cae Dreadnough, y es que sin el pequeño alienígena para despacharle energía, el gigante morado parece tener poco que hacer. 


Psycho le revela a Superboy que ambos pertenecen a una organización llamada HIVE de la cual él ha escapado. Allí se busca a gente con capacidades telekinéticas para convertirlos en cosas como Psiphon y Dreadnought. Psycho dice estar cansado de huir y le ofrece al joven de acero la oportunidad de luchar juntos para derrotar a HIVE. Trato que Superboy acepta. Por otro lado, en una base temporal oculta, una policía científica del siglo 31 ve como varios objetos de su entorno empiezan a desaparecer. Algo de lo que hizo Superboy en el pasado, parece estar afectando el futuro.

CRÍTICA

Como cómic de superhéroes al estilo tradicional esta serie es una catástrofe, pero como cúmulo de despropósitos argumentales y editoriales, no tiene precio.

Sí hace dos números, nada menos que tres guionistas unían sus fuerzas para hacer un cómic lamentable, y en el número anterior a Scott Lobdell se le iba la pinza contándonos una historia atropellada y retorcida, aquí el recién llegado Justin Jordan descarta casi todo lo anterior y se dispone a abrir nuevas vías que casi podemos anticipar, van a durar lo que dure este buen hombre en el título. En este nuevo bandazo se nos introducen otros dos villanos clásicos, Psiphon y Dreadnaught, viejos conocidos de las series de Superman que aquí ganan un aspecto aun más alienígena y una nueva armadura respectivamente, y por otro lado HIVE, organización que solía dar guerra a los Nuevos Titanes y que también se paso por “Adventures of Superman”, en los viejos tiempos de Jerry Ordway. Es imposible decir en esta serie de eterno comienzo y nulo desarrollo si de ellos se va a sacar algún partido o desaparecerán en una viñeta de triste justificación, como aquel Luthor de armadura que nos había cerrado el número 18 o el Harvest que se explayaba en contarnos sus orígenes en el 19.

El dibujo merece capítulo aparte. No era raro en el mundillo de los superhéroes que los Annuals o los números especiales con muchas páginas tuvieran varios dibujantes para dar variedad o para cumplir con las fechas de entrega. Superboy no necesita de números especiales para que nada menos que CUATRO dibujantes distintos se paseen por sus páginas. Si fuésemos malpensados se podría pensar que ningún dibujante en sus cabales sería capaz de dibujar este despropósito de serie más de cinco páginas, pero como no lo somos dejaremos las razones de semejante variedad en el halo del misterio que envuelve las retorcidas mentes de los editores DC.

De los cuatro es claramente Chris Cross quien sale perdiendo. Sus caras rarunas y sus fondos ausentes contrastan bastante con la solvencia del resto de artistas, especialmente Kenneth Rocafort que hace aquí horas extras después de salir de la serie madre “Superman” (aunque eso de que Superman sea la serie madre de esto es un decir). En definitiva, un episodio más de una serie que al igual que las películas de Ed Wood ya divierte de puro mala y su mayor interés es averiguar cuál será el despropósito del próximo número. A mí ya me ha enganchado.

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4 comentarios:

  1. espero que mejoren ya que me gusta superboy y el nuevo superboy me gusta mas que el viejo pero con el tiempo mejore

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  2. No sigo este comics pero debo decir q el traje me parese muy estiloso.
    y punto aparte quiero comentar q vi iron man 3.
    Y debo decir q es muxo mas mala de lo q creia.
    independientemente de todos los comentarios q leia aqui. Mala, mala.

    el-chileno

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  3. Siempre es un placer leer las reseñas de Antonio Monfort. :D

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  4. Miguel Hernández:

    Por decir algo positivo la portada mola aunque el rótulo de la misma está incompleto.Debería ser BLOOD AND STEEL MENTAL HANDJOBS...

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