RESEÑA DE ACTION COMICS #23

ACTION COMICS #23 (Octubre 2013)

Guión: Scott Lobdell
Dibujo: Tyler Kirkham
Reseña de Antonio Monfort

RESUMEN

En la Luna, Superman tiene un desencuentro con los miembros de Pax Galactica, un pintoresco grupo de guerreros que prepara su batalla definitiva con un gran enemigo al que denominan Lexus. La aparición de dicho villano pone fin a la lucha entre los miembros de la Pax y el Hombre de Acero, que pasan a enfrentarse al también llamado “devorador de la vida a través del universo”. La batalla no va muy bien para los héroes y Superman recibe una descarga de energía que resulta tener una naturaleza sobrenatural, lo que le afecta mucho más de lo que esperaba.

Cuando Superman despierta, Lourdes, la líder de Pax Galactica, le cuenta que en realidad Lexus no es sino lo que resta de su propio hermano, quien se dejó seducir por artes oscuras y empezó una carrera de conquista y destrucción detenida por el padre de ambos. Sin embargo, el corazón de Lexus sobrevivió a la derrota propinada por su propio padre y fue forjando un nuevo cuerpo con los restos de los planetas que él mismo había devastado hasta convertirse en lo que es hoy. Con esta nueva información, Superman toma prestada la espada de Lourdes y con ayuda de su visión de rayos X detecta el corazón muerto de Lexus y lo atraviesa de parte a parte.

La criatura estalla y su amenaza desaparece para siempre, pero para sorpresa de Superman, la Pax Galactica le rinde pleitesía como su nuevo amo y señor.

CRÍTICA

En el número anterior, Lobdell se las apañaba para tomar elementos de su argumento con H.I.V.E y Hector Hammond provenientes de la serie hermana, Superman, y además de destripar parte de dicha trama introducía, entre otros, los elementos de la historia de la Pax Galactica. Uno se preguntaba cómo sería capaz de hilar todo aquello con los pocos números que tenía para estar al frente de Action Comics. Pero amigos, subestimábamos al bueno de Lobdell. No solo no le han faltado números sino que ¡le han sobrado! Sí, señor. Como un campeón, nuestro amigo Scott se ha ventilado en un solo numerito, todo lo que tenía que ver con el pintoresco grupo de freaks espaciales y su “terrible” enemigo el Lexus, que por mucha magia que tuviera le ha durado a este Superman media bofetada. Un Superman, por cierto, que cada vez recuerda más a un marrullero con pocas luces y en busca de bronca, que al héroe noble y abnegado que debería ser. Normal que al final le rindan pleitesía, a ver quién es el guapo que se atreve a llevarle la contraria.

A Hector Hammond, ni está, ni se le espera y cualquier relación con la rutilante “psi War” que Scott intenta vendernos en Superman está desaparecida, igualito que el asunto de aquella “misteriosísima” sustancia, el infinitium, ¿os acordais? Pues Lobdell tampoco.

Ah, y nada de esperar la solución el mes que viene, que toca mes de los villanos. Se pasará por aquí el Superman Cyborg, que dejará de amargarle el exilio espacial a Supergirl… o no, que ya sabemos que lo de la coordinación por aquí no va muy fina. En cualquier caso, mínimo dos meses para que el gran Scott nos solvente argumentos pendientes con su habitual “maestría”.

En el dibujo Tyler Kirkham se supera a si mismo… a peor. Si en el número anterior ya apuntaba un estilo irregular, pero del que podían salvarse algunos paneles y algunos elementos, aquí poco se puede rescatar. Ha derivado en un estilo tosco y algo chapucero, más propio del cómic underground que de un cómic de primera línea como debería ser Action Comics. ¿Qué es lo más salvable del cuaderno? Pues el complemento. La versión “New 52” de World of Krypton que viene acompañando a la historia principal desde hace unos meses, sin ser nada del otro jueves, le da cien vueltas al resto del cómic, tanto en guión como en dibujo. Así estamos.

En cualquier caso, hay otra cosa positiva viendo tebeos como este y es que los cómics de Superman mejorarán seguro. A peor, ya no pueden ir. La estadística está de nuestra parte.

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