RESEÑA DE SMALLVILLE: CONTINUITY #10

SMALLVILLE: CONTINUITY

PARTE 10/12 (31/10/2014)

Guión: Bryan Q. Miller

Dibujo: Marcelo Di Chiara

Reseña de Javier Olivares Tolosa

RESUMEN

En la fortaleza de la soledad, Superman y el resto de la Liga están a punto de deconstruir al último de los Monitores. No están dispuestos a matarlos pero tampoco pueden permitir que continúen en libertad, así que esa es la única alternativa hasta que den con un lugar donde poder dejarlos sin que resulten dañinos. Superman introduce un cristal en su consola y el último Monitor desaparece.

Mientras los héroes se van marchando, ya con la crisis superada y el universo devuelto a su estado normal previo a toda esta locura, Oliver le pregunta a Superman qué harán ahora. La respuesta del Hombre de Acero no puede ser más clara y esperanzadora: resistir y sobrevivir.

En la batcueva, Batman se despide de Barbara, que ahora convertida en una Blue Lantern se marcha a una misión en el espacio. Bruce abraza a su pupila y le agradece la ayuda que le ha dado este tiempo, y Barbara se une a otros Lanterns en una nueva aventura. Pero Bruce no se va a quedar solo. Barbara le ha enviado a un amigo para que le eche una mano. Así, Bruce Wayne conoce en ese momento a Richard "Dick" Grayson.

Tres semanas más tarde se lleva a cabo una ceremonia homenaje por haber superado la crisis. Ante miles de personas, Lex Luthor da un discurso en el que agradece, aunque a su pesar, que los superhéroes estén entre ellos. Y Superman pronuncia unas palabras sobre sentirse un humano aunque venga de Krypton y dice que considera a la gente de la Tierra su familia. Viendo el discurso por la TV, Martha Kent se emociona. Las palabras de Superman terminan con "verdad, justicia y libertad para todos", al tiempo que se descubre la nueva estatua erigida en Liberty Park. Una estatua que representa a los héroes que han salvado al mundo de desaparecer: la Liga de la Justicia.

CRÍTICA

Y señores... Smallville se acabó. Ah, no, esperad. Que todavía quedan dos números. Bueno, pues ya no quiero leerlos. Esto es un final y lo demás tonterías. No quiero ser agorero pero mucho me temo que no podrán superar cómo termina este episodio, que condensa las dosis justas de emoción, esperanza y épica superheroica en sus 22 páginas.

Pero claro, algunos cabos siguen sueltos. El Lex que vemos en estas páginas da la sensación de estar moderadamente redimido, en parte quizá por acontecimientos que ha vivido recientemente junto a la Liga, y en parte por la muerte de su gran amor, Otis, que heroicamente perdió la vida para salvarlo. Supongo que en los dos números que quedan veremos cómo se encauza este Luthor hacia su camino habitual, porque sería más que raro que la colección termine con esa sensación de que Lex Luthor se ha pasado a la otra acera. Y no me refiero a lo de Otis, eso lo tenemos más que claro. Me refiero a la acera de los buenos.

En resumen, entre triunfos, despedidas agridulces y círculos que se cierran, este número redondo no lo estropea casi ni el dibujo de Di Chiara (y mira que lo intenta, el hombre), tan tosco como siempre pero algo más cumplidor en ciertas viñetas que lo merecen. ¿Imagináis este arco argumental dibujado por gente como Jorge Jiménez, Bruno Redondo o Tony Daniel? Quizá estaríamos hablando de un cómic de referencia en estos tiempos actuales. Eso sí, magnífica la portada de Cat Staggs. 

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