RESEÑA DE INJUSTICE: GODS AMONG US (AÑO 4) #15

INJUSTICE: GODS AMONG US (AÑO 4) #15

Guión: Brian Buccellato

Dibujo: Bruno Redondo y Juan Albarrán

Color: J. Nanjan

Reseña de Javier Olivares

RESUMEN

Sinestro recupera el conocimiento en medio de un cráter en la ciudad y se dirige furioso al Hall of Justice mientras piensa en que, cuando todo termine, Superman y él tendrán más que palabras. Pero apenas llega Sinestro, contempla cómo el mismísimo Zeus ha aparecido en el campo de batalla y le ha arrebatado a Billy Batson el poder transformarse en Shazam por no considerarlo ya digno de él. Zeus no piensa permitir que lo use para hacer daño a sus hijos.

Amenazando con matar a Billy, Zeus da a Superman una última oportunidad de rendirse. La impulsiva Harley Quinn corre a intentar salvar a su "Shazy" pero termina reducida a cenizas por el padre de todos los dioses. Zeus ordena a Wonder Woman que ocupe su lugar a su lado, y la amazona no tiene más remedio que obedecer. Así, en esa tesitura, Superman da a sus hombres la orden de retirarse a sus ciudades por el momento. Pero les promete que esto no ha terminado, ni de broma. De este modo, en silencio, la batalla termina y cada bando se marcha por su lado.

Las televisiones dan la noticia de que Superman se ha rendido. Hermes actúa como mensajero de Zeus y avisa al mundo de que todas las religiones están obsoletas, y que Zeus es la única deidad a la que deben rendir culto. Observando las noticias por la TV, Lex Luthor recibe una visita de alguien que quiere hablar con él (referido a un tercero). Luthor no parece sorprendido en absoluto. 

Las Naciones Unidas se preocupan ahora de lo que consideran una invasión de los dioses griegos. Sinestro irrumpe en la sala y les dice que se sienten y esperen a Superman. 

Mientras bajan en el ascensor hasta lo más profundo de la torre Lexcorp, Lex habla con su invitado sobre lo impredecible y volátil que es Zeus, y sobre el giro inesperado que han dado los acontecimientos. Cuando llegan a la planta -52, Superman está observando todo lo que ocurre en una gran pantalla. Lex entra con Ares, quien le dice al kryptoniano que tienen que hablar.

CRÍTICA

Tras unos cuantos, diríamos que demasiados números centrados en la batalla pura y dura, en las pocas páginas del número de esta semana se las arreglan de forma casi magistral para cerrar ese apartado de la trama y abrir la puerta a nuevas ideas. Gente que hacéis Injustice: gracias, de verdad, por seguir cerrándonos el pico. Cuando podíamos empezar a quejarnos con la boca muy pequeñita de que la colección estaba en un punto de estancado, la resolución de ese estancamiento abre un manantial de posibilidades nuevas y mucho más interesantes. Y es que, si esta colección presenta un mundo en el que parte de los héroes actúan como un régimen dictatorial en aras (según ellos) de proteger a la humanidad, ahora el remedio puede que sea incluso peor, porque los dioses han ocupado la Tierra y el impacto que esto puede tener en todos los ámbitos es difícil de predecir.

La aparición de Zeus ha sido formidable, y es que consigue que en un entorno repleto de superhombres y metahumanos, la presencia de ese dios griego todavía impresione. Su presencia, su autoridad a la hora de dar órdenes y lo implacable de sus condiciones hacen que incluso Superman no tenga más remedio que dar un paso atrás. Pero ya conocemos a este Superman de Injustice, que no está sino lamiéndose las heridas de esa derrota más emocional que física, pero preparándose para regresar con todo. Y la llegada de Ares a negociar con él, igual que hiciera antes con Batman, no augura nada bueno. Pero ¿qué podemos esperar del dios de la guerra sino la búsqueda constante de conflicto? Es como pedirle a un tiburón que no se coma a un surfista gordito y jugoso. 

Lo que sí ha sido una sorpresa para mí es la muerte de Harley Quinn. Espero que sea algo reversible, porque este personaje que tantos momentos divertidos nos estaba dejando no merece un final tan abrupto como este. Solo se me ocurre que, o bien no está muerta (aunque las cenizas humeantes no parecen muy halagüeñas), o que Buccellato no es tan hábil escribiéndola como lo era Taylor y ha optado por la tangente. Espero que sea lo primero y que podamos seguir disfrutando del humor gamberro de este personaje que Injustice ha encumbrado. 

En cuanto al dibujo, el tándem Redondo-Albarrán ya es garantía de éxito y no decepciona en estas páginas en las que no todo es acción y mamporros. Las expresiones, la composición de páginas, los fondos, el tono y la atmósfera, todo está perfectamente conseguido. 

En definitiva, este número es al año 4 de Injustice lo que la escena del Ártico era para Man of Steel. Clava el puño en el suelo, la música sube, todo empieza a vibrar, y... ¡boom! Ahora a ver a dónde nos lleva este vuelo, pero la perspectiva es de lo más interesante.

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