RESUMEN DE DIVERGENCE #1

DIVERGENCE #1 (Junio 2015)

Guión: Batman: Scott Snyder / Superman: Gene Luen Yang / Justice League: Geoff Johns

Dibujo: Batman: Greg Capullo / Superman: John Romita Jr. / Justice League: Jason Fabok
Reseña de Antonio Monfort

RESUMEN

Batman:

Han pasado dos meses desde los acontecimientos de la saga “Endgame” y de la última y definitiva batalla entre Batman y el Joker. Gotham da por muerto a su caballero oscuro y se recupera como puede de aquella debacle. Pero la renacida y poderosa Corporación Powers no está dispuesta a aceptar la pérdida del símbolo que representa Batman y ha puesto en marcha un proyecto mediante el que el trabajo del hombre murciélago podrá seguir adelante.

Superman: 

La identidad de Superman es ahora de dominio público y eso significa que cualquier atisbo de privacidad ha desaparecido en la vida de Clark Kent, quien hace lo que puede para pasar desapercibido, aunque sin mucho éxito. Jimmy Olsen es ahora su único amigo y la relación de Clark con Lois Lane, autora de su exposición pública, está en peor estado que nunca.

Justice League:

La noche que vio nacer a la princesa Diana, otra niña nació en Themiscira. Ésta en secreto y siendo hija del Dios oscuro Darkseid y de la guerrera asesina conocida como Myrina. La oráculo Menalippe está presente en el parto y en cuanto la niña llega al mundo ve el futuro. Un devenir lejano y oscuro donde la niña provocará una guerra entre su padre y el anti-dios conocido como el Monitor, una guerra que pondrá en peligro la misma existencia del universo y a todos sus héroes. Penélope, otra amazona que había asistido al parto, comprende que hay que acabar con la niña de inmediato, pero tanto ella como Menalippe son asesinadas por Myrina que ni entonces ni ahora se detendrá ante nada para proteger a su hija.

CRÍTICA

Batman:

Tela. Uno podía pensar que el devenir de Superman en el universo DC era el más descacharrante de todos, pero no, en todas partes cuecen habas y lo que le espera al hombre murciélago tras Convergence… pues eso, tela. En la larga lista de las malas ideas para historias de Batman, convertir al comisario Gordon en Robocop debería estar en el Top Ten, y si no, al tiempo. Si esto no significa que a Scott Snyder se le ha ido la pinza, no sé qué puede significar.

Superman:

Nuestro nuevo guionista Gene Luen Yang se ha cansado de repetir a quien ha querido escucharle, que su nueva etapa en Superman iba a explorar el punto de vista de Superman como un inmigrante. Viendo este prólogo que se nos presenta aquí, entendemos que posiblemente se refería a los inmigrantes ilegales perseguidos como conejos en cuanto ponen un pie en el lado equivocado de la frontera. Y es que se nos viene encima un nuevo status quo, donde Clark Kent ya no tiene identidad secreta y al parecer eso conlleva que tampoco tiene amigos, ni dinero, ni casa, ni trabajo… vamos, todo un paria que por no conservar, no conserva ni sus poderes al cien por cien. Darle la vuelta a un concepto arraigado del personaje y utilizarlo para sacudir las cosas no es nada nuevo. Tampoco es el truco más original del arsenal de un guionista,  pero en manos del narrador  adecuado podría dar historias francamente interesantes. ¿Cuál es entonces el problema? Pues básicamente viene de dos frentes. El primero es que llueve sobre mojado. Este sorprender por “lo impensable” que DC viene aplicando desde que empezó el New 52, ya cansa. Y es que llevamos ya demasiados años, y sí, he dicho años, con historias cuya única relevancia pasa por fingir un cambio radical, que obviamente no va a durar, para luego hundirse en desarrollos que no van a ninguna parte. Léase la camiseta y tejanos de Morrison, el despido del Planet de Lobdell, o el nuevo poder que nos plantó Geoff Johns, entre otros. Pan para hoy y hambre para mañana en argumentos que son incapaces de sostenerse más allá de esta curiosidad inicial.

El otro problema que acusa esta historia que aquí arranca es que seguimos teniendo un Superman irreconocible. Es imposible reconocer en la calamidad humana que recorre estas viñetas al personaje por el que se supone que estás comprando el cómic. A estas alturas cualquier lector mínimamente avezado conoce a Clark Kent, sabe quién es, como se comporta, etc… Si uno compra Superman es porque básicamente quiere leer algo que tenga que ver con él como protagonista y si quiere una versión alternativa, pues para eso ya están los “elseworlds” o similares que los hay y la mar de interesantes. Innovar a base de contar historias con otro personaje y luego llamarle Clark Kent no es innovar, es otra cosa y si encima ni así contamos historias mínimamente dignas… pues así estamos, con nuestro personaje en uno de los puntos más bajos de creatividad en toda su larga historia.

Justice League:

Que Geoff Johns es el único guionista de la corriente principal de DC Comics que combina talento, sensatez y suficiente poder interno como para que pueda llevar sus historias a buen puerto, es de sobra conocido. Si en el Justice League #40, así, como quien no quiere la cosa, convertía en canon prácticamente todo cuanto había ocurrido en DC desde su nacimiento, aquí en pocas páginas nos narra un relato breve pero dramático acerca del nacimiento de un personaje que dará mucho que hablar. La hija de Darkseid, vinculada aquí a las amazonas y atando por tanto en un mismo saco conceptos hasta ahora bastante deslavazados como eran los Nuevos Dioses y la Isla Paraíso. Un poco de cohesión interna y juego de conceptos para un universo que la necesita como el comer.

Por sacarle alguna pega, podríamos decir que da la impresión de que Superman volverá a quedar en segunda o tercera fila en este nuevo y tremebundo evento que está al caer y eso fastidia un poco. Que está muy bien que Wonder Woman o Aquaman o Green Lantern tengan su importancia, pero DC es el universo de Superman y no estaría mal recordarlo de vez en cuando.

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