RESEÑA DE CONVERGENCE: SUPERBOY Y LA LEGIÓN DE SUPERHÉROES #1

CONVERGENCE: SUPERBOY Y LA LEGIÓN DE SUPERHÉROES #1 (Junio 2015)

Guión: Stuart Moore

Dibujo: Gus Storms con tinta de Mark Farmer

Reseña de Antonio Monfort

RESUMEN

En la Metropolis del siglo treinta, Superboy y los legionarios han perdido sus poderes. Llevan ya casi un año bajo la misteriosa cúpula que les aísla y que les mantiene lejos de los suyos. Cada uno responde a su manera a la situación. Superboy hace lo que puede para seguir insuflando ánimos a la población aunque él mismo no deja de echar de menos a sus padres y a Krypto. Brainiac 5 trabaja sin descanso para intentar atravesar la cúpula, mientras que otros legionarios intentan ayudar a las fuerzas del orden o bien aceptar la nueva situación y pasar página.

Todo cambiará de golpe cuando la cúpula desaparezca y sus poderes vuelvan. La Legión vuelve a estar operativa, pero la misteriosa voz que les ha liberado les ha dicho que deberán combatir. ¿Serán capaces de matar si es necesario? Cuando los caballeros de la ciudad de Durvale aparezcan en la ciudad puede que tengan ocasión de comprobarlo.

CRÍTICA

Escribir una reseña para un comic no siempre es fácil, amigos. A veces, muchas, DC lo pone difícil. En otras ocasiones, como esta que nos ocupa, ya no es que sea difícil, es que la cosa roza lo imposible.

Y es que en estos menesteres uno intenta expresarse correctamente como muestra de respeto a los lectores y a los compañeros redactores de esta casa. Pero en ocasiones… en ocasiones es muy difícil dar la opinión de un cómic sin dejarse llevar por los exabruptos más furibundos.

La semana 3 de Convergence es la semana del universo pre-crisis y dedicar una miniserie a la Legión y a las historias del joven de acero en el futuro pues no era en absoluto mala idea. Mi pregunta entonces es… ¿Cómo hemos llegado a esto? No, en serio. ¿Cómo? O sea… ¿Este cómic ha pasado por un editor, por no sé… ¿algún tipo de supervisión? ¿Alguien en DC le ha echado un ojo antes de mandarlo a imprenta? ¿Les han pagado a sus autores por él? Es más, ¿existen realmente Stuart Moore y Gus Storms o han firmado con pseudónimo? Lo comprendería si fuera así. Sí existen y realmente les han pagado por esto. Ole por ellos. Son muy grandes, en serio.

El amigo Stuart Moore se ha currado un guión donde no pasa absolutamente nada. En serio. Veintitantas páginas para decirnos “están atrapados bajo la cúpula y sin poderes”. Muy grande. En ese espacio Marv Wolfman habría destruido tres universos, Grant Morrison ya nos habría provocado jaqueca y dos WTF!! y posiblemente Alan Moore habría dejado la obra inconclusa por diferencias con su editor. Pero el Moore que nos ocupa, Stuart, no. Él se lo toma con calma. A estas alturas, nos queda claro que las otras miniseries de Convergence no han sido precisamente Watchmen, pero en general se las apañaban para contar algo, aunque fuera un poquiiito más que eso. Tampoco mucho, pero algo. Aunque igual es mejor así, total, para un momento de reflexión que le da a Superboy nos revela que este echa mucho de menos… a su perro. ¡Ay!... si este comic hubiera salido en los tiempos de Frederick Whertham “La seducción del inocente” ¡habría sido una trilogía!

Pero dejemos aquí lo mejor del cómic y vamos a lo otro. Sí, porque hay más. El dibujo. ¡Y qué dibujo señores! Ante todo, y al igual que Superboy en el cómic, mandar un mensaje de esperanza a todo aquel dibujante que esté empezando. Pero empezando de muy al principio, vamos. ¡Teneis una oportunidad en DC! Da igual que al intentar dibujar a Brainiac 5 os salga la bruja del Mago de Oz, o que vuestro conocimiento de la anatomía y perspectiva sea digamos… liberal ¡DC tiene un hueco para vosotros! Igual Marvel no y en Image olvidaos, pero en DC siempre habrá un Convergence en el que haceros un hueco.

En fin… vamos a dejarlo porque ¿para qué seguir? ¡Qué momentazos nos está dando Convergence! Si es que… ¿Quién quiere buenos comics teniendo esto para echarse unas risas?

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