COMENTARIO SIN SPOILERS DE "LOS VENGADORES: LA ERA DE ULTRÓN"

Como casi todo en esta vida, el cine es cuestión de gustos. Hay un público para cada género, y si me apuras incluso hay un día para cada película. Quizá aquella película que una vez te pareció tan aburrida que ni la terminaste, otro día cualquiera se te antoja como una obra maestra. Y viceversa. Nos ha pasado a todos. Es lo que tiene la subjetividad. 

Esta secuela de los autoproclamados héroes más poderosos del mundo continúa por la estela de la primera, ya no solo argumentalmente sino con el mismo tono. Si los tráilers prometían una épica y una grandiosidad muy superior al habitual tono desenfadado de las películas de la Marvel, os encontraréis ante un bluff del tamaño de Godzilla (y sí, esto va con doble sentido para el que crea haberlo pillado). La presunta épica del film se diluye entre su espectáculo de acción rápida y confusa, su pirotecnia y su CGI en ocasiones abusivo. Divertido, sí. Entretenido, también. Pero ¿profundo? He pisado charcos más profundos. Todos los personajes continúan haciendo exactamente lo que vienen haciendo desde el principio, y el que era bueno es muy bueno, el que era chulo es muy chulo, y el que era soso... Bueno, el que era soso resulta que ahora es el que más mola. Eso sí me ha parecido un giro curioso, algo forzado, pero curioso. Y es que la película se empeña en enfatizar en la parte más humana de sus personajes, consiguiéndolo con distinto nivel de acierto para cada uno, pero en mi opinión cortando el ritmo en más de un momento, y dando la sensación de que se le podrían haber recortado 20 minutitos de metraje sin perjuicio alguno. No obstante, hay que alabar ese intento de evolución en el guión, aunque a la postre el bam-boom-crash sea lo que predomine sobre los diálogos. 

A destacar sobre todo la evolución de la Marvel del cine como un todo, que llega a su máximo en este clímax de su fase... la que sea (¿cuántas van ya?). Lo que comenzó con Ironman hace ya un montón de años, concluye aquí de forma espectacular y por el camino nos han presentado y desarrollado personajes tanto de forma conjunta como individual, y la sensación tanto para el fan de la casa como para el simple espectador de cine, es que estamos ante viejos conocidos de los que quieres saber cómo terminan sus historias.

Pero más a destacar aún es el ESPECTÁCULO con mayúsculas que supone su parte visual, como decía algo saturada de acción rápida y efectos por ordenador que en ocasiones cantan un poquito, pero muy poquito, y que se te olvidan cuando ves a un Hulk tan impresionante como expresivo, tan destructivo como capaz de transmitir emoción. Una vez más, solo por Hulk está más que justificado el precio de la entrada, y es que cualquier amante de la acción tendrá una erección nachovidalesca con la batalla entre Hulk y Ironman enfundado en su "Verónica" (que no, no es un pase de toreo), o con algunas escenas definitivamente hechas para que el fan disfrute como un niño. Incluso a modo de curiosidad, el fan de Superman podrá encontrar alguna escena que sin duda le parecerá algo calcada a alguna de las películas anteriores del de acero (tened Superman Returns en la cabeza y me entenderéis), y hasta una frase idéntica palabra por palabra que te hará dudar de qué película estás viendo. Pero solo hasta que vuelves a ver a Thor soltando chascarrillos, claro.

Como puntos débiles, lo que imaginábamos; la pérdida del factor sorpresa que sí tuvo la primera parte; y es que ver a los Vengadores pegándose entre sí, enfadándose, y descubriendo eso tan típico de "unidos venceremos", mola mucho la primera vez, pero es más de lo mismo la segunda. Hasta Ojo de Halcón bromea con ello en la primera escena, no os digo más. Y tampoco ayuda que la supuesta amenaza terrible, épica y superultramegapeligrosa que es Ultrón, se quede en un villano a medias que no parece estar a la altura de un grupo de héroes como este, pero que sirve como pretexto para el despliegue visual. También queda algo emborronada la caracterización de alguno de los personajes, o al menos ha sido mi percepción en esta secuela. Quizá el atuendo de Thor es demasiado comiquero, discordante con el del resto como si fuera un cosplayer entre ellos, y sin duda Visión se alza como un personaje con un aspecto extremadamente difícil de encajar entre los demás, al menos visualmente. No por ello resulta menos interesante su representación, pero parece una pieza... diferente, tan solo eso.

No puedo dejar fuera de este comentario el aplauso para Joss Whedon por haber sabido plasmar a la perfección cómo deben comportarse unos superhéroes durante un conflicto con civiles de por medio. Contar más sería entrar en el terreno del spoiler, pero basta decir que, tristemente para mí, me sentiría más a salvo como civil en un mundo con Los Vengadores que en un mundo con el Superman de Man of Steel. Aunque todo tiene arreglo y evoluciona, aquí es lo que hay. 

Pero en definitiva, y más allá de comparaciones entre compañías, lo que queda más que claro es que Marvel y DC llevan caminos muy diferentes. Y no me refiero a la delantera que lleva la primera con respecto a la segunda, porque sería una obviedad, sino a la clase de productos que pretenden ofrecer en su universo cinematográfico, distintos como el día y la noche. Ni mejores ni peores, el decantarse por unos o por otros es una simple cuestión de esa subjetividad de la que hablaba al principio, y aun teniendo tus favoritos no debes impedirte disfrutar de todo el conjunto. Y si lo haces, tú te lo pierdes.

Javier Olivares

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