RESEÑA DE CONVERGENCE: ADVENTURES OF SUPERMAN #1

CONVERGENCE: ADVENTURES OF SUPERMAN #1 (Junio 2015)

Guión: Marv Wolfman

Dibujo: Roberto Viacava con tinta de Andy Owens

Reseña de Antonio Monfort

RESUMEN

En la Waynetech de la Gotham pre-crisis, Lucius Fox ayuda a Superman y Supergirl a construir un proyector para la zona fantasma. Su objetivo es entrar en la misteriosa dimensión para luego abandonarla en otro punto lejos de la cúpula que les atrapa. Pero el plan no está exento de peligros. La zona está llena de criminales kryptonianos absolutamente ansiosos por vengarse de los representantes de la casa de El. Así, en cuanto se materializan en aquella dimensión, los héroes se ven obligados a pelear por su supervivencia. Mientras Superman se enfrenta al grueso de los criminales, Supergirl, subestimada por ellos, derrota con facilidad a sus perseguidores. Sin embargo, la persecución le ha llevado a una extraña sección de la zona donde puede ver toda su vida incluyendo su próxima muerte. La joven de acero se enfrenta entonces al dilema de si seguir adelante con un plan que le conducirá a su final o intentar escapar, pero con la seguridad de su primo y de toda la ciudad de por medio, la decisión está tomada de antemano.

Kara rescata a su primo de las garras de los criminales pero la brecha de regreso se cierra antes de que puedan salir. Superman y Supergirl permanecen prisioneros en la zona y lo están precisamente cuando fuera la cúpula ha caído y Gotham está siendo tomada por las hordas de Ciudad Gorila.

CRÍTICA

Marv Wolfman mató a Supergirl en las crisis originales, y para hacerlo, narró una de las historias más interesantes del personaje en toda su larga trayectoria. Por tanto, traerle de vuelta y darle el timón de los especiales donde reaparece aquella versión de la joven de acero, no puede ser sino una magnífica idea. El guionista es perro viejo en este oficio y eso se nota. Sin perder el tiempo, plantea un escenario y un conflicto para desarrollar en su trama y con pocas pinceladas consigue que reconozcamos al Superman y la Supergirl de antaño, tan definidos e icónicos como lo fueron entonces. El formato es el que es, y desde luego dos episodios dan para poco, desde luego, no dan para plantear con detalle una situación tan bizarra como esta, ni siquiera dejando el peso de la resolución para el segundo número. Pese a estas limitaciones, Wolfman es uno de los que mejor ha sabido salir del atolladero y su historia, sin ser una obra memorable, se deja leer, es coherente con sus personajes y tiene mucho del sabor de los comics de aquella época.

Lástima que el dibujo le traicione miserablemente. Que Convergence es un proyecto orquestado con poco mimo queda muy claro en el aspecto gráfico de todo el invento. Solo la serie principal tiene un dibujo a la altura de un evento, quedando las miniseries, salvo escasas excepciones, en manos de artistas menores que ocultos tras portadas ajenas (aquí tenemos una estupenda de Mikel Janin) nos dejan un arte y unas tintas que dejan mucho que desear. El cómic que nos ocupa es un buen ejemplo de ello. Mientras que el guión sí que cumple con lo que cabe esperar de un proyecto imbuido de recuperación y nostalgia, los lápices, sin ser lo peor que hemos visto por estos lares, no están claramente a la altura. Una narrativa tosca, rostros feistas, falta de armonía en las figuras y una abundante falta de detalle en los planos medios y generales.

Pese a este bajón que supone la parte gráfica, este Adventures of Superman (el título en sí mismo es todo un guiño al veterano guionista) es uno de los pocos títulos de Convergence que cumple con lo prometido de recuperar una época y un momento de la historia de DC que nunca nos gustaría olvidar y solo por eso, uno puede perdonarle sus múltiples taras. Wolfman sigue siendo mucho Wolfman, y escribiendo Supergirl ni os cuento.

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