RESEÑA DE SUPERMAN/WONDER WOMAN #6

SUPERMAN/WONDER WOMAN #6

"HASTA EL FIN"

Guión: Charles Soule

Dibujo: Tony S. Daniel

Reseña de Javier Olivares

RESUMEN

Sobre el Pacífico Sur, Zod y Faora continúan ensamblando el portal de la zona fantasma. Zod se regodea pensando en lo cerca que está de dominar nuestro mundo. 

Superman y Wonder Woman sobrevuelan el volcán Etna, puerta de entrada de su próximo destino. Antes de entrar, mantienen una conversación sobre cómo afecta su relación a sus acciones heroicas. Superman está preocupado porque comprende que se preocupa más de proteger a Diana que de vencer a Zod, y teme que esto les impida hacer bien su trabajo. Pero Diana le tranquiliza diciendo que si ella no pensara que pueden seguir ayudando al mundo, no estarían juntos. Enseguida entran en la fragua de Hefestos, el herrero de los dioses, que tiene una útil creación para ayudarlos en su batalla contra los dos soldados kryptonianos. 

Justo cuando acaban de terminar de encajar las últimas piezas del portal a la zona fantasma, Zod recibe una terrible descarga de visión calorífica por la espalda que lo deja aturdido. Superman y Wonder Woman aparecen ante ellos para un segundo asalto, ataviados con la armadura que les ha forjado Hefestos. Zod le pide a Faora que ataque a la mujer porque Kal-El la querrá proteger y no se concentrará en el combate, pero Superman y Wonder Woman venían preparados para ello. Diana contra Faora y Clark contra Zod, la lucha se desarrolla con furia mientras Zod explica que no quiere abrir el portal para liberar de nuevo a Doomsday, sino porque es un hombre de palabra y tiene una deuda con alguien al otro lado.

La pelea se detiene momentáneamente y Zod y Faora lanzan un ultimátum a Superman y Wonder Woman, que parecen estar recibiendo más golpes de los que dan. Pero ese era exactamente el plan. Los dos novios se toman de las manos y al hacerlo activan el arma secreta de la armadura, que se cargaba al recibir golpes y es una brutal explosión que deja fuera de combate a sus rivales.

En el Olimpo, Apolo y Strife observan la pelea. Descubrimos que Apolo ha aumentado los niveles de poder de Zod y Faora para el combate, y Strife le instiga a que sea más directo en su venganza contra el alienígena. Así, Apolo lanza un rayo sobre el océano y Zod y Faora resurgen con renovadas (y multiplicadas) fuerzas. La paliza que reciben Superman y Wonder Woman los deja medio muertos, y son arrojados al núcleo de una central nuclear mientras que Zod abre el portal de la zona para dar paso nada menos que a... un Mundoguerra.

En el corazón de la central nuclear, un machacado Superman y una no menos apaleada Diana repasan sus escasas opciones. No pueden comunicar con la Liga ni tienen fuerzas para luchar, ni siquiera para salir de allí, pero saben que Zod está dando la bienvenida a un ejército. Superman decide que solo tienen una posibilidad: si la espada de Diana puede partir un átomo por la mitad, podrían provocar una explosión atómica que destruiría el portal de la zona e impediría la llegada de lo que sea que esté por venir. El problema es que seguramente ni Kal ni Diana sobrevivan. Pero juntos, toman la espada de Diana y provocan la explosión, no sin antes decirse un último "te quiero". Así, cuando la explosión pasa y todo es arrasado, vemos que Diana está en brazos de Kal, completamente envuelta en su capa, mientras que el kryptoniano solo es un cadáver gris y seco.

CRÍTICA

Me va a perdonar mi amigo Juan Carlos –reseñista habitual de esta colección–, pero este mes he ejercido mi "derecho de pernada" y me he permitido robarle el privilegio de reseñar este número 6. En parte ha sido por adelantar un poco en ponernos al día, y en otra gran parte porque... porque me ha parecido una puñetera pasada, para qué andarnos con rodeos.

Si el mes pasado veíamos que el número era acción, acción y más acción, pero con poco avance en la trama, este mes vemos un paso de gigante hacia la resolución de la misma, y además de una forma épica y dramática como hacía mucho que no se veía por aquí. No he podido evitar pensar en grandes historias como Kingdom Come leyendo este cómic en el que Superman sí es el Hombre de Acero que uno quiere ver. Alguien capaz de dar su vida tranquilamente por una posibilidad de salvar su mundo adoptivo, y cuyas últimas palabras son un "te quiero" para la mujer que ama (y que es tan valiente como él, todo sea dicho). Preciosas las últimas viñetas entre Clark y Diana, en las que casi crees poder escuchar el eco de sus palabras en el angosto espacio del núcleo de la central, y en las que el diálogo y el brillante dibujo te hacen vivir, más que leer, la historia. La relación entre esta pareja de héroes está siendo desarrollada de forma muy correcta en esta colección, mezclando sus hazañas como héroes con las tribulaciones típicas de una pareja y cómo afectan unas a las otras, incluso con ese toque dramático tan a lo Wonder Twins de tener que cogerse de las manos para activar un poder especial. Ese momento, o el de la espada en las últimas páginas, no pueden ser más representativos del conflicto emocional de Superman en esta colección, dándole la respuesta de que Diana y él, juntos, son mucho más que separados.

En estas páginas hemos tenido de todo: peleas absolutamente justificadas por el guión, una explicación convincente a por qué Superman y Wonder Woman son tan fácilmente derrotados por los kryptonianos (hay dioses manipulando la situación por detrás), la sorprendente revelación de la existencia de un Mundoguerra con el que Zod colabora (¿veremos a Mongul por estos lares o solo ha sido un fugaz guiño que se queda aquí?), y un clímax dramático tan buenísimo que casi parece impropio en los New 52, pero joder, bienvenido sea y que vengan muchos más.

En cuanto al apartado artístico, es simplemente fantástico. Todos los personajes lucen de maravilla (incluso las extrañas armaduras de Hefestos), las secuencias de acción se ejecutan de forma espectacular y los momentos más dramáticos funcionan a la perfección gracias a las buenas expresiones faciales que Tony Daniel confiere a sus dibujos. Lo dicho, un cómic de los que hacen que recuperes la fe en DC. O al menos, en algunos de sus equipos creativos.

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