RESEÑA DE SMALLVILLE: LANTERN #1

SMALLVILLE: LANTERN

PARTE 1/12, 14/03/2014) 

Guión: Bryan Q. Miller

Dibujo: Marcio Takara (portada Cat Staggs)

Reseña de Javier Olivares Tolosa

RESUMEN

Recordamos la batalla entre Clark y Zod en lo alto de la azotea (vista en el episodio final de la temporada 9), en la que Zod blandía un puñal de kryptonita azul para no ser absorbido por el portal que llevó a los kryptonianos a un nuevo mundo bajo un sol amarillo. En aquel combate, Clark realizó el sacrificio de clavarse el puñal en manos de Zod para que éste lo soltara y fuera engullido por el portal, llegando a ese nuevo mundo junto a sus compatriotas y siendo apresado por ellos por haberlos incitado a una guerra absurda.

Al formarse esa nueva colonia de Argo en el espacio, el anillo del Green Lantern de ese sector espacial, el 2813, recorre el sector en busca de un nuevo recluta digno de ser portador de su poder para proteger ese nuevo mundo. Ninguno de los habitantes de Argo le sirve, porque son formas de vida artificiales (recordemos que eran clones de sus originales kryptonianos).

En Metropolis, en la actualidad, las cosas transcurren con cierta normalidad después de los últimos acontecimientos. Oliver y Chloe hablan de su futuro hijo, de no meterse en demasiados problemas para que éste conozca a sus padres. Y Clark y Lois, por su parte, salen del cine de ver la última película de Warrior Angel. Mientras la comentan y hablan de la crisis que todavía preocupa tanto a Clark, una luz verde se aproxima por el cielo, y su trayectoria y velocidad hacen temer un posible ataque.

Clark no puede distinguir qué es el objeto envuelto en fulgor verde, pero lanza a Lois sobre un sofá en la basura para ponerla a salvo al darse cuenta que el "ovni" va directo a impactar contra él. Y así lo hace. Clark se ve rodeado por la luz y ve ante él una proyección del Green Lantern Tomar-Re, que se presenta diciendo que si está viendo eso, es porque ha recibido su anillo y su deber. Juntos recitan el juramento de los Green Lanterns mientras las luz se disipa, y al hacerlo vemos a Clark transformado en un miembro del cuerpo al que Tomar-Re le da la solemne bienvenida.

CRÍTICA

¿Cómo decirlo de manera que me entendáis pero que resulte legible y apta para todos los públicos? A ver así: leer las últimas páginas de este cómic ha provocado que gran parte de la sangre de mi cuerpo se concentre en cierta parte que generalmente necesita de menos riego. A buen entendedor, sobra decir más. 

El arranque del cómic recordando la batalla entre Clark y Zod ya es un bonito regalo para los que seguimos, sufrimos y disfrutamos Smallville durante toda su andadura televisiva, aparte de aportarnos un agradable ejercicio de cohesión entre serie y cómic. A veces tampoco hace falta más para establecer una continuidad en los acontecimientos. ¿A que no parece tan difícil? Pero si el inicio despierta ese smallvilliano que todos hemos llevado dentro, el final despierta la parte más comiquera que todavía llevamos. Siempre he dicho que la épica cósmica de los Green Lanterns me parece de lo mejor que posee el UDC, algo de lo que otras editoriales carecen y que, bien escrito y dibujado, es el gran filón de la compañía. Desde la impresionante Oa, hasta esas casi divinidades conocidas como Guardianes del Universo, al sentimiento del deber y el honor de los Corps, pasando porque su fuente de poder sea la fuerza de voluntad (y su principal enemigo, el miedo), el universo de los Lanterns es épica en estado puro. Y su juramento es impronunciable (o inescuchable) sin que la piel se te ponga de gallina: In brightest day, in blackest night, no evil shall scape my sight. Let those who worship evil's might, beware my power: Green Lantern's light! Si hasta escribirlo emociona. Pues unimos esto con el héroe por excelencia como es Superman, y para qué quieres más. A mí ya me han ganado. 

Artísticamente el cómic también es muy agradable. Huyendo del fotorrealismo y con un estilo con ciertas reminiscencias manga (me ha recordado en algunos rostros y posturas al arte de Jorge Jiménez en Haunted, lo cual es un gran referente a tener en esta colección), todos los personajes tienen identidad propia y el dibujo es dinámico y divertido. Cómo continuará Lantern (que tendrá 12 partes), no tengo ni idea. Pero oye, con este número han arrancado de maravilla. 

Ah, por cierto, y no me suelen gustar mucho las portadas de Catt Stags, pero ésta merece una ovación. Quizá es un poco contradictorio que los interiores cada vez se alejen más del aspecto de los actores de la serie y que la portada sea claramente Tom Welling (quizá el mejor dibujo de Welling que le he visto a esta artista) transformado en Lantern, pero es un concepto buenísimo con un arte muy poderoso y un coloreado extraordinario.

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