RESEÑA DE SMALLVILLE: ALIEN #12

SMALLVILLE: ALIEN

PARTE 12/12, 07/03/2014) 

Guión: Bryan Q. Miller

Dibujo: Edgar Salazar y Dym (portada Cat Staggs)

Reseña de Javier Olivares Tolosa

RESUMEN

Lex despierta en una cama del hospital de Metropolis, con Clark sentado en una silla a su lado. Luthor se sorprende de verlo vivo, y Clark le explica que se ha salvado porque Superman lo encontró en el fondo del río y lo calentó con sus "ojos de fuego". Luthor se disculpa por haberlo arrastrado a aquel lugar en su expedición, pero Clark dice que él se ofreció voluntario. Entre los dos se produce un intercambio de impresiones acerca del ego de Luthor como obstáculo en su obsesión por salvar el mundo.

En la Atalaya, Lois, Chloe, Clark y virtual-Tess observan los titulares del Daily Planet (noticia de Cat Grant) que ahora consideran a Superman como mayor amenaza aún y hasta dicen que la nave del Monitor era suya. En cuando al homicidio del Clark de la otra Tierra, se ha convenido publicar que solo ha sido un crimen de odio contra Superman. Pero el peligro aún no ha pasado y la crisis todavía puede cernirse sobre la Tierra, motivo por el cual Clark recibe en la Atalaya la visita de un nuevo miembro del "club": Bruce Wayne, Batman, se une temporalmente al equipo.

Mientras, en las instalaciones del D.E.O. que dirige Steve Trevor, el Dr. Hamilton realiza una autopsia al cadáver del Monitor. Pero es la agente Diana Prince la que tiene noticias. Parece que falta un dispositivo que el Monitor usaba para comunicarse y que no se ha encontrado en la escena. Nadie sabe dónde puede haber ido a parar.

Y en Lexcorp, Lex, Otis y un científico conectan ese aparato (que evidentemente Lex se había llevado) con una emisora de radio de gran potencia para lanzar un mensaje al multiverso: "A todas mis contrapartidas que residen en lo que mi gente ha llamado el multiverso, mis más sinceras disculpas por unirme tan tarde a la fiesta. Mi nombre es Lex Luthor... y creo que es hora de que tengamos una pequeña charla."

CRÍTICA

Como era de esperar, Alien termina con un número que sirve de epílogo y despedida a esta saga y que ata (o al menos lo intenta) los cabos sueltos. ¿Que Lex ha visto como Clark recibía un cañonazo de fuego en el pecho y se ha caído a un río helado y, por tanto, debería estar requetemuerto? No pasa nada, Clark (sentado a su lado sin un rasguño) le cuenta cómo Superman lo calentó como a un burrito de microondas y todo solucionado. La mente más brillante de Metropolis no sospecha en absoluto que haya nada algo raro en la sorprendente resistencia de su apocado amigo.

Argumentalmente poco más aporta este número de cierre en el que Batman se une a la Liga y Lex contacta con el multiverso con el objeto robado al Monitor. Por cierto, ¿habéis notado el parecido entre el mensaje de Luthor y el final del discurso de Peter Weyland (Guy Pierce) en el vídeo viral de la película Prometheus? La estructura es la misma, presentándose ambos al final del discurso y dejando una potente frase. No creo que sea casualidad, y en cierto modo incluso podríamos ver paralelismos entre Luthor y Weyland si lo pensamos bien. Pero eso sería para otro artículo.

En el apartado artístico, este es un número correcto pero soso. El dibujo no es malo, pero parece apresurado en algunas ocasiones, hay una dolorosa carencia de fondos (debería estar prohibido que hubiera viñetas con el fondo completamente blanco, es horrible...), y el principal problema sigue siendo el mismo: los rostros. No solo me resulta imposible ver a Clark dos veces con la misma cara, sino que en la viñeta en la que se da la mano con Bruce no hay forma de distinguirlos si no es por el peinado.

En conclusión, Alien ha sido un arco argumental entretenido y muy superior a alguno de los arcos del pasado (Guardián, Detective), pero muy inferior a otros más recientes (Haunted, Olympus), y la sensación que deja es la de que ha estado un poco vacío de contenido. Porque aparte de la lucha entre Superman y el Monitor, del amor no declarado en Luthor y Otis o de la unión de Batman a la Liga (que podría haberse dado por cualquier otro motivo sin requerir 12 números), ¿qué hemos extraído de este viaje? Esperemos que el próximo, que parte con una premisa tan interesante como Superman convirtiéndose en un Green Lantern (de ahí la imagen con la que acompaño esta crítica) nos dé unos cuantos meses de diversión de la buena. Algo me dice que será así, porque la épica cósmica de los Lanterns siempre resulta una buena aliada.

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