RESEÑA DE CONVERGENCE #8

CONVERGENCE #8 (Julio 2015)

Guión: Jeff King y Scott Lobdell

Dibujo: Carlo Pagulayan, Stephen Segovia, Ethan van Sciver y Eduardo Pansica.

Reseña de Antonio Monfort

RESUMEN

Parallax la ha liado parda. Al acabar con Deimos, todo el poder robado a los Time Masters se ha desatado y la realidad misma corre peligro. Para solucionarlo, otros viajeros del tiempo aparecen. Booster Gold, Goldstar y Waverider entran en escena, pero su solución parece peor que la enfermedad: liberar al mismísimo Brainiac del encierro en el que se encontraba preso.

Una vez libre, sin embargo, el villano se muestra dispuesto a colaborar y confiesa cómo descubrió el multiverso y quiso preservarlo. Ahora, la única solución para la destrucción inminente de la realidad es reinstaurarlo devolviendo las ciudades a sus puntos de origen. Pero hay un problema: las crisis originales. Brainiac cree que estas nunca debieron haber ocurrido y evitar que tengan lugar parece ser la única solución a lo que está ocurriendo. Es por ello que Parallax, Supergirl, Flash y Superman vuelan al pasado a evitar que todo el multiverso colapse en una sola Tierra. De su misión dependerá el mismo destino del universo DC.

CRÍTICA

Y colorín colorado, Convergence se ha acabado. Lo ha hecho mucho después que nuestra paciencia, por supuesto, pero al menos ha ocurrido. En este último número, hemos podido ver más que en ningún otro, un atisbo, apenas una pequeña sombra de lo que esta saga podría y debería haber sido pero a lo que no se ha ni acercado.

Tras haber perdido el tiempo en siete números asombrosamente inútiles y aburridos, encontramos en este episodio ideas apretujadas como japoneses en el metro, sin espacio para desarrollarse y elementos de importancia capital contados fuera de plano como si esto fuera una serie de televisión de bajo presupuesto. Convergence falla por tanto en su estructura narrativa más básica y en el objetivo más primario que puede tener un cómic: el entretenimiento. Pero este es solo el más superficial de sus fracasos. Esta saga debería haber pintado un nuevo escenario donde los guionistas de DC pudieran ir a cualquier época de la larga y rica historia de la casa para contar las historias que desearan. Debería haber expandido el constreñido y limitado universo New 52 e incluso dar una excusa para justificar sus múltiples errores de continuidad. Y todo ello debería haberlo hecho contando una historia épica con los grandes héroes de la casa superados por circunstancias cósmicas que ni siquiera ellos fueran capaces de vencer, básicamente lo que han hecho todos los eventos desde las crisis originales del ochenta y cinco y que esta serie más que deshacerlas debería lavarse la boca con jabón antes de mentarlas. Convergence no ha cumplido ninguno de esos objetivos, y su fracaso pone de manifiesto la incompetencia de sus orquestadores a la hora de crear ese marco básico de reglas que todo universo de ficción necesita para funcionar.

Hoy, el universo DC es un sin dios donde nadie sabe qué ha ocurrido antes de lo que estás leyendo o si lo que acabas de leer tendrá validez para futuras historias. Es un puñado de personajes y escenarios utilizados al capricho de un aquí y ahora cambiante, inconexo y sin reglas. Es por tanto ya un error hablar de “Universo”. Eso era antes. Ahora todo lo que tenemos son reinterpretaciones lejanas de los personajes de la casa que durarán el tiempo justo para ser sustituidas por otras, no mejores, pero sí más nuevas. Pero quizá no sea ajustado decir que hemos llegado a esto por incompetencia de los que dirigen el barco. Lo verdaderamente triste es que hemos llegado aquí porque esta es exactamente la situación que Didio y compañía querían para DC. “La historia por encima de la continuidad”, anunciaban a voz en grito pero lo malo es que habiendo sacrificado una para tener la otra, nos hemos quedado sin ninguna de las dos.

El final de este Convergence 8 es tan vago y ambiguo que ha desatado las más variadas interpretaciones a lo largo y ancho de la red. ¿Existe el multiverso? ¿Es válido lo establecido por Morrison en Multiversity? ¿Se han deshecho las crisis originales? ¿Ha cambiado eso el universo N52? La respuesta, está en una de las frases que aparece en la última doble página: “Cada mundo ha evolucionado, pero aun existe”. Si introducimos dicha frase en el traductor “Castellano/verborrea hipócrita” lo que nos sale es: “No penséis que os vais a librar de la mierda que os venimos sirviendo desde 2011, pero cuando nos salga del nardo caballero vamos a seguir utilizando a los personajes de toda la vida”.

Pues ya está. Blanco y en botella.

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