RESEÑA DE EL HOMBRE DE ACERO: PARTE 2 DE 12: EL HOMBRE SIN NOMBRE

Un barco pesquero navega con sus tripulantes trabajando a bordo, cuando una de las jaulas se descuelga y va a caer sobre un trabajador que está recogiendo cuerda. Otro compañero lo ve y se lanza sobre él, evitando que la jaula le caiga encima. Lo que no sabía el salvador es que ese pescador novato no hubiera sentido el impacto de la jaula, ya que es Kal-El, que ha crecido. Poco después, el barco recibe el aviso de que una plataforma petrolífera tiene un grave incendio y hay que ayudar a evacuar. De pronto, el novato ya no está, y lo vemos aparecer ante los trabajadores de la petrolífera caminando entre las llamas sin camisa y arrancar una puerta de acero como si fuera de cartón. Kal ayuda a evacuar a todos en helicóptero y, cuando una parte de la estructura se derrumba y va a aplastarlos, la sujeta con una fuerza sobrehumana ganando tiempo para que todos se marchen. La estructura termina cediendo y Kal queda flotando en el agua, pensando en su pasado...

Vemos un flashback de su vida, cuando era un niño de 7 u 8 años. Un día en el colegio, de pronto empieza a ver a través de las personas. Ve sus músculos, sus huesos, sus órganos como con rayos X. También lo escucha todo a su alrededor, hasta lo más imperceptible. Clark (que es el nombre que le ponen la pareja que lo crió como suyo) sale corriendo del aula muy asustado y se encierra en el armario de las escobas hasta que llega su madre. La profesora intenta abrir la puerta y Clark mira el pomo enfadado y de sus ojos brota un rayo de calor que lo pone al rojo vivo. Clark le dice a su madre que el mundo es muy grande, y Martha, le enseña a "hacerlo pequeño" concentrándose en pensar que está solo en una isla desierta. Clark sale y la abraza, preguntándole qué es lo que pasa.

De nuevo en el presente, Clark sale del agua con sus ropas destrozadas y tiene que robar algo de ropa de una camioneta. En otro pueblo, ve un autobús escolar pasar y recuerda otro momento de su infancia...

Flashback: ya algo más mayor, con unos 13 años, Clark va en el autobús cuando éste revienta una rueda y cae al río por un puente. El autobús empieza a hundirse y todos los compañeros de Clark van a morir ahogados, pero él empuja el autobús y lo saca del agua (una compañera, Lana, lo ve hacerlo), y después salva a otro compañero, Pete, que se había quedado bajo el agua.

Más tarde, en la granja familiar, Clark escucha cómo la madre de Pete dice que su hijo vio lo que hizo Clark y que fue un acto divino. Los padres de Clark, Jonathan y Martha, tienen que convencerla de que exagera. Después Jonathan reprime a su hijo diciéndole que ya le advirtió que eso debía guardarlo en secreto, y que tal vez debería haberlos dejado morir porque la gente teme lo que no comprende. Clark está desesperado. ¿Le ha hecho realmente eso Dios? Jonathan le enseña la respuesta: en el granero, hay oculta una nave espacial en la que lo encontraron junto a una especie de pieza metálica con un símbolo en forma de S. Jonathan le dice que la mandó analizar y su composición no está en la tabla periódica, así que él es la confirmación de que no están solos en el universo. Clark se viene abajo, él solo quiere ser su hijo, y Jonathan le dice que lo es, pero que en algún sitio tiene otro padre que le dio otro nombre y que lo envió aquí por una razón, y que merece descubrir cuál es esa razón aunque le lleve toda la vida.

CONTINÚA EN LA PARTE 3

MI OPINIÓN DE ESTA PARTE

¡Vaya montaje! La primera vez que vi la peli en el cine pensé que faltaba algo. Me pareció muy abrupto que estuviéramos viendo la nave de Kal-El sobrevolar Kansas y de repente ¡¡PAM!!, estamos en el barco pesquero sin un aviso de "33 años después" ni nada por el estilo. Igual que en la secuencia de la plataforma. El capitán está informando del problema, pregunta por el novato, y de nuevo ¡¡PAM!!, Clark ya está metido entre las llamas con la ropa quemada, sin una escena transitiva en la que camine por el fuego o nade hasta la plataforma. Aquí se va al grano, señores. Todo lo que sean transiciones complementarias, están minimizadas para dejar espacio en los 143 minutos de metraje a lo que realmente debemos ver. Y el caso es que funciona y convierte el ritmo en algo vertiginoso.

Muy curioso que en esta primera aparición de Clark, éste no dice ni una sola palabra. No se relaciona con nadie. Incluso parece alegrarse de que ese compañero lo insulte después de haberle "salvado la vida", como si agradeciera esa clase de contacto humano. Es un Clark solitario y anónimo, que tan pronto está aquí como está allá, y que evidentemente debe ir saltando de sitio en sitio cada vez que realiza una superproeza.

Pero dejando a un lado la acción de la escena, que es trepidante, yo me quedo con el flashback de Clark niño en el colegio. Si de adulto es un hombre solitario, vemos que de niño era poco menos que un bicho raro a medida que iba descubriendo sus poderes y, como es lógico, asustándose de ellos. ¿O no te asustaríais si fueras un crío y de pronto empezaras a ver a la gente como esqueletos, o a escuchar todo a tu alrededor como si te hubieras vuelto loco? Importantísimo el papel de Diane Lane en esa escena consolando al pequeño y ayudándolo a concentrarse. De nuevo sorprende que, en una misma secuencia, la acción espectacular no tiene por qué estar reñida con la emoción más bonita.

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