Guión: Andy Diggle y Tony Daniel
Dibujo: Tony Daniel
Reseña de Antonio Monfort Gasulla
RESUMEN
Mientras Lois y Jimmy ignoran las advertencias de contaminación y se adentran en las profundidades de la ciudad, Superman continúa su batalla contra la criatura híbrida que ha invadido Metrópolis. Para ayudar a erradicar la monstruosidad, la doctora Veritas quiere teletransportar a Superman fuera de los subterráneos donde se desarrolla la lucha y transportar allí un emisor de luz solar roja, que debilitaría a la criatura.
Pese a que ese espectro luminoso también le debilitaría a él, el Hombre de Acero decide permanecer allí y asegurarse de que los infectados por el virus sobreviven. Pero antes de poder seguir discutiendo, la señal de Veritas es bloqueada y Lex Luthor, armado con una gigantesca armadura , irrumpe para atacar a un debilitado Superman.
Mientras el combate se desarrolla, Lois y Jimmy han llegado al lugar del conflicto y ayudan a salir a los supervivientes del contagio, pero antes de abandonar el lugar, la intrépida reportera tiene tiempo de grabar con su móvil una declaración en la que Luthor se confiesa creador de la terrible mutación. Desgraciadamente, el aparato se pierde cuando Lois tiene que ponerse a cubierto y con él se van las pruebas de la culpabilidad del villano. La batalla entre los dos archienemigos se recrudece y Superman consigue arrastrar hasta la superficie de las calles de Metropolis a su oponente, donde aprovechando el propulsor de la armadura de su enemigo, el Hombre de Acero consigue impulsarse hasta salir de la atmósfera y recargarse con nuestro sol amarillo.
Ni el genio criminal ni su armadura son rivales para un Superman a plena potencia y Luthor es rápidamente derribado. Sin embargo las gentes que han contemplado la batalla se dividen. ¿Qué ha ocurrido en realidad? ¿Quién es la mayor amenaza, Lex o Superman? Al día siguiente Lois y Jimmy se encuentran con Clark a quien cuentan su aventura y éste les sorprende a ambos al haber recuperado el móvil de Lois con las pruebas contra Luthor. Entusiasmada, Lois abraza a su colega diciéndole que es un gran amigo… y nada más que eso, ya que enseguida se marcha con John Carroll, su actual pareja. Una situación que a Clark Kent, le guste o no, no tiene más remedio que aceptar.
CRÍTICA
Número con aire a conclusión y por supuesto conclusión precipitada por la “espantada” (y ya son un montón los guionistas espantados de las series de Superman) de Andy Diggle. No es que la historia del híbrido prometiera demasiado, pero uno no puede dejar de preguntarse si este argumentista habría hecho algo para asentar mejor a este Luthor contradictorio con lo que Morrison había planteado o si habríamos visto algo de la evolución de la relación Lois y Clark, que en esta continuidad sigue teniendo la profundidad de un teatro de marionetas. En cualquier caso, adiós a Diggle y a sus posibilidades y toca esperar que suene la flauta y aparezca un guionista que se quede más de seis números seguidos.
Por lo que respecta al cómic que nos ocupa, hay que decir que se lee con agrado y dada su nula complejidad, a velocidad de vértigo. Es un número de acción donde la gracia está en disfrutar viendo a Superman liarse a tortas con la hipertrofiada armadura de Luthor bajo la siempre inconveniente presencia de la luz de sol rojo. Tony Daniel, valor en alza dentro de DC y que ya ha dado muchos buenos ratos en los cómics del Murciélago, nos sirve la espectacularidad necesaria para que este choque sea como mínimo impresionante, y aunque no alcanza la perfección Ivan Reis o Jim Lee, hay que decir que cumple sobradamente.
En conclusión, un número espectacular, vacío, y de consumo tan rápido como su olvido. Parece que de momento, es todo lo que las series de Superman tienen que ofrecernos.
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