RESEÑA DE SMALLVILLE: LANTERN #11

SMALLVILLE: LANTERN

PARTE 11/12, 23/05/2014) 

Guión: Bryan Q. Miller

Dibujo: IG Guara y JP Mayer (portada Cat Staggs)

Reseña de Javier Olivares Tolosa

RESUMEN

Prometheus trata de robar el oro de Fort Knox pero un reforzado Green Arrow le está esperando. Oliver impide el robo y ajusta cuentas con el villano dándole una buena paliza.

En Gotham, Batman lucha contra Firefly, que ahora posee uno de los anillos amarillos, y consigue arrebatárselo. Batman coloca el anillo en un analizador en su Batplane y envía la información a Watchtower y al Dr. Hamilton, quienes verifican que pueden "resetear" los anillos (tanto verdes como amarillos) y ganar así un tiempo de reacción muy valioso.

Superman tiene el pecho atravesado por la espada de energía amarilla con la que le ha ensartado John Stewart, pero al resetearse los anillos la espada desaparece y Superman recupera sus fuerzas y el Lantern Stewart queda liberado del influjo del miedo. Superman le dice que se recomponga porque la pelea aún no ha terminado.

CRÍTICA

Lo han conseguido. Definitivamente, en este número han arruinado Smallville: Lantern. 

Dejando de lado que el dibujo de Superman es execrable en cada una de las viñetas en las que se atreven a perpetrarlo (como ejemplo, mirad la que acompaña esta crítica, y luego arrancaos los ojos), el guión se hunde en el más profundo de los abismos. 

¿Superman se recupera milagrosamente de un espadazo en el corazón? ¿Así, sin más? Vamos, hombre... Por más que sea Superman, creo que eso merecía una explicación mejor. 

¿Los anillos de los Lanterns, la fuente de poder más grande del universo... reseteados por un humano como el que restaura los ajustes originales del iPhone? ¿¿¿Pero en qué demonios estaban pensando para hacer algo así???

Y bueno, no entremos a pensar ya en cosas como el Bat-analizador de anillos de poder que Batman tiene en su Batplane. Because he's Batman es la única respuesta posible a semejante estupidez. 

En fin, un número para quemar. No sé por qué Marcio Takara solo dibujó los números 1-9 (en la entrevista que le hice todavía iban por el principio de la colección), pero empiezo a pensar que la razón es que se leyó los guiones de los últimos números y mandó la historia a tomar por saco. No me extraña, porque es tramposa, absurda, y todo un insulto para la inteligencia del lector. Y pensar que este es el final de la misma historia que comenzó poniéndome el vello de punta cuando Superman se transformaba en un Green Lantern mientras se recitaba el juramento... Qué vergüenza que ahora estemos así, con un número como este. Pero así, con todas las letras. VERGÜENZA.

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