RESEÑA DE SUPERGIRL EPISODIO 1X09, "BLOOD BONDS"

EPISODIO 1X09 "BLOOD BONDS"

Fecha de emisión: 4-01-2016

Director: Steve Hill

Guión: Ted Sullivan y Derek Simon

Reparto: Melissa Benoist (Kara/Supergirl), Calista Flockhart (Cat Grant), Mehcad Brooks (James Olsen), David Harewood (Hank Henshaw), Jeremy Jordan (Winn Schott), Chyler Leigh (Alex Danvers) Jenna Dewan Tatum (Lucy Lane) Laura Venanti (Alura/Astra) Chris Vance (Non)

Reseña de Javier Olivares

RESUMEN

Supergirl se enfrenta a Non, el marido de su tía Astra, y éste agarra a Hank Henshaw como escudo humano y termina escapando volando con él y perdiéndose en el cielo. Alex se convierte desde ese momento en la directora en funciones del DEO y su principal misión es recuperar a Henshaw sano y salvo, aunque ella en secreto sabe que su marciano director corre poco peligro gracias a sus poderes.

Supergirl también habla con Astra, encerrada en una celda que la mantiene sin poderes, porque quiere saber la verdad sobre su madre. Astra le cuenta que Alura no tuvo compasión al enviarlos a Fort Rozz y que ella fue la culpable de que Krypton se abocara a la destrucción. Para Supergirl, esta información es más de lo que puede digerir. Y aun será peor cuando el ejército, encabezado por el General Sam Lane, no tarda en reclamar el mando del DEO y relevar a Alex del puesto. Los métodos de Sam Lane para obtener información de Astra incluyen torturarla con inyecciones de kryptonita, para espanto de una Kara que no puede hacer nada por ayudarla.

Pero no es el único problema que tiene que afrontar Kara. Cat continúa convencida de que su secretaria personal es Supergirl y trata de hacer que la joven confiese haciéndole toda clase de preguntas, hasta que incluso la pone en la tesitura de tener que renunciar a su empleo si no le demuestra no ser la chica de acero, porque cada minuto que desperdicia en CatCo es una persona a la que no salva. Kara está en una situación realmente complicada a nivel emocional en la que todo su mundo se está haciendo pedazos, sus recuerdos de su madre, su vida privada, su secreto, incluso Jimmy y Wynn han intentado a sus espaldas irrumpir en las instalaciones de Maxwell Lord y lo único que ha conseguido Jimmy es llevarse una paliza y una amenaza. Kara está furiosa y emocionalmente muy inestable y a punto está de cometer alguna tontería, pero el cariño de sus dos amigos la hacen recapacitar. 

Non lanza un ultimátum en el que propone cambiar a Astra por Henshaw, pero Lane no está dispuesto a negociar. Tras torturar a Astra, la kryptoniana le da como paradero del director del DEO un almacén, y el ejército acude allí para darse cuenta de que todo es una trampa en la que muchos soldados caen y los que sobreviven es gracias a la intervención de Supergirl. 

Tras esto, Kara vuelve a hablar con su tía, mucho más dócil después de la tortura con kryptonita, y le pide que le cuente la verdad sobre su madre. Astra confiesa entonces que Alura no tuvo más remedio que condenarla por los asesinatos que había cometido, pero que hasta el último momento le mostró su amor y compasión y juró defender sus ideas pero sin usar la violencia. Parece que algo se ha ablandado en la dura general kryptoniana y Supergirl está dispuesta a realizar el intercambio que Non ha propuesto. Pese a la oposición del General Lane Supergirl y Alex se llevan a Astra para el intercambio y todo parece ir bien hasta que Non hace venir a sus hombres dispuestos para el ataque. Pero Astra da la orden de respetar el acuerdo y de retirarse, aunque antes de irse le dice a su sobrina que no confunda su compasión con debilidad. No obstante, por ahora, la batalla está en pausa y cada bando se marcha por su lado.

En el DEO, Henshaw termina contándole a Supergirl su verdadera identidad de J'Onn J'Onzz, de Marte. Y con ayuda de los poderes metamórficos de Hank, Supergirl sale del atolladero con su jefa al hacerse pasar Henshaw por Supergirl y orquestar un encuentro entre ella y Kara ante Cat, que no tiene más remedio que admitir que su secretaria no puede ser Supergirl. Kara ha superado un momento muy difícil gracias a la ayuda de sus amigos, y termina hablando por chat con su primo Clark, que le dice que si necesita ayuda no tiene más que pedirlo, porque los lazos de sangre los unen a todos.

Por su lado, Max Lord en sus instalaciones visita su nuevo proyecto secreto; una joven rubia sin familia ni identidad, a la que están inoculando con algo con algún oscuro propósito...

CRÍTICA

Regreso de Supergirl tras el breve parón navideño, y primer patinazo de la serie a mi parecer con un episodio que tenía mucho para ser el mejor de la serie hasta el momento y que se queda en un quiero y no puedo por una sencilla razón: la incongruencia a la hora de desarrollar de forma creíble el comportamiento de casi todos los personajes principales de la trama. Incluida Supergirl. 

Emocionalmente hablando nos encontramos ante el episodio más complejo y duro en lo que va de serie. El conflicto de Kara es muy importante y cargado de drama, pero no está bien conducido en absoluto. De hecho, se estrella en la resolución de alguno de los puntos más destacados, como la forma en la que Kara solventa el problema de Cat sospechando de ella. ¿Cuántas veces en los cómics se ha empleado eso de hacer que Superman y Clark están en la misma habitación? No pocas. Después de la muerte de Superman, incluso, la proto-Supergirl Matrix creada por Luthor fue la que se hizo pasar por Clark para salvaguardar la identidad de Superman, así que la idea viene de muy atrás. Pero aun así, si el comportamiento de Cat hubiera sido coherente, esto no habría importado. Lo malo es que todo el trabajo que ha hecho el guión y la propia Calista Flockhart para hacer de esta Cat un personaje profundo, con matices y con mucho más que fachada, se hunde estrepitosamente con su empecinamiento de que Kara es Supergirl y con la facilidad con la que se deja convencer de nuevo de lo contrario.

No menos epic fail es el comportamiento del ejército, de los soldados que se apartan de en medio desobedeciendo una orden directa de su general solo porque Supergirl les salvó la vida, el incomprensible cambio de actitud de Astra o la transformación de Max Lord en el Lex Luthor de Smallville, incluso con su propio 33.1 o una versión del mismo. Ni la aparición final de esa posible Bizarro de Supergirl en construcción, ni los magníficos homenajes al Krypton de Man of Steel (hasta con una reinterpretación del ya mítico "I will find him" de Zod, aquí en boca de Non) salvan semejantes despropósitos. De hecho, uno se pregunta cómo es posible que la construcción de personajes haya sido tan nefasta en este episodio. ¿Le dejaron escribir el guión a los becarios? No tengo respuesta.

Por suerte no todo es malo, y Supergirl sigue siendo endiabladamente entretenida, Melissa continúa resultando una fantástica protagonista (pese a que su escena de enfado con Jimmy y Wynn es sin duda su peor interpretación hasta ahora), los FX siguen siendo muy cumplidores y en general el producto es fresco y no pierde la chispa. Pero algo le ha faltado a este episodio, un episodio en el que el argumento podría haber avanzado por derroteros mucho más creíbles y que en cambio ha tirado por otros incomprensibles para cualquier espectador que piense las cosas dos veces. Demonios, ¿dónde está Superman cuando el mundo está bajo el ultimátum de un ejército de kryptonianos? ¿Cómo vamos a creernos que toda la ayuda que le preste a su prima sea mandarle un puñetero whatsapp, y que en cambio se presentara a salvarla de un villano mucho menor como Reactron? Laguna tras laguna convierten este episodio en un mar en el que cuesta salir a flote, pero seguiremos dándole una oportunidad a la serie porque sin duda la merece. Peores pinchazos tuvo Smallville y duró 10 años, así que arriba y con fuerza, Supergirl. Que no hay camino sin baches.

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