RESEÑA DE INJUSTICE: GODS AMONG US (AÑO 5) #3

INJUSTICE: GODS AMONG US (AÑO 5) #3

"EL ENEMIGO DE MI ENEMIGO"

Guión: Brian Buccellato

Dibujo: Tom Derenick (color: Rex Lokus)

Reseña de Javier Olivares

RESUMEN

Superman continúa su terrible pelea contra Doomsday a la que se incorpora Wonder Woman justo al mismo tiempo que Bane hace también su entrada en escena... para ayudar a Superman. Con la intervención de Bane y Diana, Superman consigue reducir a Doomsday rápidamente.

Bane le dice a Superman que puede servirle más como aliado que como prisionero, moviéndose en círculos en los que él no puede. Tras consultarlo con Wonder Woman y pese a la negativa de la amazona, el líder del Régimen decide dar una oportunidad a Bane en su equipo. Pero todavía queda el problema con el Parásito en Coast City, donde Green Lantern y Cyborg no son capaces de contener al villano hasta que aparece Superman y termina por la vía rápida lanzando a Parásito al Sol.

Poco más tarde, en el Salón de la Justicia, Superman informa a sus seguidores de que Bane forma parte del Régimen. Pese al clamor en contra, el hombre de acero impone su voluntad y no escucha a nadie, ni siquiera a Diana. La democracia no existe para él. Y mientras, en Alemania, el clon que ha escapado de las instalaciones de Lex aterriza desorientado y desnudo y se ve por primera vez reflejado en una cristalera...

CRÍTICA

Lo bueno de este episodio es que continúa siendo tan dinámico y cargado de buena acción como los anteriores números de este año 5. Y tanto el dibujo de Tom Derenick (segunda espada en esta colección) como el coloreado del gran Rex Lokus componen un cómic visualmente muy atractivo en el que además, los paneles de pelea lucen tanto como la expresividad de los personajes. 

Lo malo es que empezamos a notar que esta colección era en gran parte el chiringuito de Tom Taylor, y sin él al volante el coche va un poco perdido, sin control. ¿Cómo es posible que Superman sea tan bipolar en un mismo cómic de 12 páginas? ¿Desde cuándo Superman se pondría a cuchichear con Wonder Woman sobre qué hacer con un villano, teniendo al villano delante? ¿Y cómo explicamos que pase de pedirle consejo a Diana en una página, a decirle que sus consejos se la repampinflan en la siguiente? La respuesta es muy sencilla: Buccellato no tiene tomada la psicología del personaje como sí la tenía Taylor, y en sus manos parece un niño caprichoso que se comporta ahora así y luego de otro modo. Hasta el momento, incluso las acciones más extremas de Superman tenían una razón, una coherencia y unas consecuencias. En este número vemos a un Superman más volátil, cuyos actos no nos importan. Todos recordamos la muerte del Joker, la de Green Arrow o la de Canario Negro. Tuvieron un gran peso psicológico, y estuvieron bien construidas argumentalmente. Ahora Superman se acaba de cargar al Parásito y no importa un pito. Y esto es así porque sencillamente, ha ocurrido sin razón, como en un intento de seguir haciendo "malote" a Supermam aunque en este caso no tuviera sentido. 

Con todo, seguimos ante un cómic divertido, en el que impera el ritmo y la acción. Posiblemente el cómic que todos queremos ver convertido en la próxima película de animación de DC. Pero no obviemos sus errores, como los de esta semana. Todavía queda mucho por delante este año y al final, lo que más recordaremos será cómo termine la historia. Esperemos que haya un buen plan y que no nos quede un regusto amargo después de tantos buenos momentos.

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