SMALLVILLE: ALIEN
PARTE 5/12, 20/12/2013)
Guión: Bryan Q. Miller
Dibujo: Edgar Salazar y Dym (portada Cat Staggs)
Reseña de Javier Olivares Tolosa
Lex Luthor se reúne con el primer ministro ruso y hablan del prisionero. El mandatario soviético le ha concedido a Lex el privilegio de verlo porque, en el pasado, ayudó a su sobrino Mikhail con sus extraños poderes. Lex le cuenta lo que sabe sobre ese ser que cayó del cielo: que es el responsable de la destrucción de toda una Tierra paralela que no existe ya. Algo que habría sonado impensable hace un año, pero que ahora el ministro cree completamente. La amistosa conversación se salda con Lex Luthor echando un vistazo al cautivo Monitor, y ofreciéndole una gran cantidad de dinero al primer ministro para llevárselo.
Clark agradece a los Rocket Red que los hayan salvado, y reconoce a uno de ellos como uno de los astronautas que iba en la plataforma Guardián, Alex. Alex le cuenta que el gobierno le ofreció la oportunidad de formar un equipo para luchar contra las amenazas internas y externas de Rusia, y de hecho han evitado que muchos meteoritos golpeen el país, todo ello inspirados por Superman. Alex le reconoce que, en efecto, lo que cayó el otro día no fue un meteorito sino un hombre, lo cual hace que Clark le pregunte si a él le parece correcto que lo mantengan cautivo. Alex responde que su opinión es que si alguien no quiere decir nada sobre por qué está aquí, es porque no esconde nada bueno.
Mientras, Lex entrevista a solas al Monitor, que le revela su nombre: Ray-Lan. Luthor intenta negociar con él y el Monitor demuestra su desprecio por este mundo, pero cuando Lex se va a ir Ray-Lan le dice que sabe lo que está ocurriendo en ese mundo y lo que le ha pasado a su mente, y asegura poder rellenar sus lagunas de memoria. Luthor pregunta que a cambio de qué…
Clark llega a la puerta de las instalaciones donde está preso el Monitor y que también son base a los Rocket Red. Alex se despide de Kent pidiéndole que le dé las gracias a Superman de nuevo por haberle salvado la vida, pero en ese momento saltan las alarmas y Clark se escabuye, quitándose las gafas. La alerta es totalmente justificada: el Monitor se ha soltado de sus cadenas y hace un agujero en la pared, acabando con un miembro de los RR con la descarga de energía. Alex le dice que no quieren hacerle daño, pero Ray-Lan adopta postura de combate y le contesta que sí van a querer hacérselo.
CRÍTICA
Con unas semanas de retraso a causa del trabajo, las navidades y los compromisos personales, con esta reseña y crítica nos ponemos al día con la actual saga de Smallville, Alien. El balance de los últimos tres números es tibio. No han sido malos, pero tampoco buenos, ni argumental ni artísticamente. En términos de guión, una historia que necesita echar mano de los Rocket Red Brigade ya me parece lastrada desde el principio. No digo que este grupo de superhéroes rusos no tengan un trasfondo interesante en sus más de 25 años de historia, pero personalmente creo que son demasiado desconocidos para resultar interesantes, y para la mayoría de los lectores (o de los seguidores de Smallville) tan solo son un puñado de soldados con armadura.
Interesantes algunas referencias como la del sobrino del primer ministro, Mikhail, hilando cabos con el episodio 4x07 de la serie (Jinx), en el que se nos presentaba a un joven corredor de apuestas de origen balcánico que podía controlar la mente (y que era la particular versión Smallville del clásico villano Mxyzptlk). Al menos esos detalles son de agradecer, aunque no aporten gran cosa más allá de la mera curiosidad y de dotar de cierta coherencia entre la serie de TV y el actual cómic.
Lo triste puede que sea que de los tres números que he reseñado hoy, el más agradable de leer haya sido el protagonizado por Batman. Muy buena pelea contra un bestial Bane, con una interesante presentación del misterio a resolver por Batman y Nightwing (y probablemente también por Lois y Chloe). ¿Quién es ese joven muerto, por qué va vestido como el Superman del nuevo origen de Action Comics, y quién es su asesino? Me parece que esa subtrama puede ser más interesante que la principal, porque el villano Monitor no me termina de convencer ni en su aspecto (parece Lex Luthor con un exceso de rayos UVA y después de haber pasado por una peluquería africana), ni en sus motivaciones. Ya no me gustó en la Crisis en las tierras infinitas en los años 80, pero dentro de aquel contexto funcionaba. Será cosa mía, pero los monitores me parecen un concepto demasiado ochentero para que hoy en día encajen en una historia moderna.
En cuanto al dibujo, me he acostumbrado a él en estos números. No es excepcional pero es cumplidor, salvando algunas expresiones faciales y una acusada carencia de fondos en ciertas viñetas. Quizá Salazar no sea un megacrack, pero en cierto modo hay que agradecérselo; porque si todos los dibujantes estuvieran al mismo nivel, no sabríamos a quién llamar megacrack.
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Interesantes algunas referencias como la del sobrino del primer ministro, Mikhail, hilando cabos con el episodio 4x07 de la serie (Jinx), en el que se nos presentaba a un joven corredor de apuestas de origen balcánico que podía controlar la mente (y que era la particular versión Smallville del clásico villano Mxyzptlk). Al menos esos detalles son de agradecer, aunque no aporten gran cosa más allá de la mera curiosidad y de dotar de cierta coherencia entre la serie de TV y el actual cómic.
Lo triste puede que sea que de los tres números que he reseñado hoy, el más agradable de leer haya sido el protagonizado por Batman. Muy buena pelea contra un bestial Bane, con una interesante presentación del misterio a resolver por Batman y Nightwing (y probablemente también por Lois y Chloe). ¿Quién es ese joven muerto, por qué va vestido como el Superman del nuevo origen de Action Comics, y quién es su asesino? Me parece que esa subtrama puede ser más interesante que la principal, porque el villano Monitor no me termina de convencer ni en su aspecto (parece Lex Luthor con un exceso de rayos UVA y después de haber pasado por una peluquería africana), ni en sus motivaciones. Ya no me gustó en la Crisis en las tierras infinitas en los años 80, pero dentro de aquel contexto funcionaba. Será cosa mía, pero los monitores me parecen un concepto demasiado ochentero para que hoy en día encajen en una historia moderna.
En cuanto al dibujo, me he acostumbrado a él en estos números. No es excepcional pero es cumplidor, salvando algunas expresiones faciales y una acusada carencia de fondos en ciertas viñetas. Quizá Salazar no sea un megacrack, pero en cierto modo hay que agradecérselo; porque si todos los dibujantes estuvieran al mismo nivel, no sabríamos a quién llamar megacrack.
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