De todos es sabido que, a principios de la década de 2000, el guionista y director JJ Abrams presentó un guión sobre una película de Superman que incluso llegó a aprobarse para su producción. ¿Qué ocurrió? ¿Por qué nunca se vio aquella película? ¿Y qué es lo que tenía pensado el ingenioso Abrams para relanzar al Hombre de Acero?
Nuestro amigo Mario Daniel Rodas (que habitualmente comenta en las noticias como Nemeres) me envía su reseña sobre aquella película que pudo ser y no fue, en la que incluye diálogos incluidos dentro del propio guión que ha tenido oportunidad de leer. Así que deja volar tu imaginación y prepárate para visualizar la primera parte (la hemos dividido en tres posts por su extensión) de la historia del Último Hijo de Krypton que surgió de la mente del creador de Perdidos; una primera parte en la que descubriremos que Krypton no explota, que Jor-El posee un ayudante con aspecto de tortuga gigante, o que el traje de Superman es similar al simbionte de Venom: SUPERMAN, de JJ Abrams. Clic en LEER ENTRADA COMPLETA:
Tan solo semanas antes del estreno de Superman Returns en 2006, ComicBookMovie.com anunciaba que el infame guión de JJ Abrams estaba disponible en simplyscripts.com. Cliqué en el link de inmediato y me puse a leer, esperando odiarlo. Vaya sorpresa cuando no sólo NO lo odié, sino que cuando acabé me lo imprimí para poder releérmelo cuantas veces quiera. Era, en muchos aspectos, la película de Superman perfecta.
En julio del 2002, JJ Abrams entregaba a la Warner Brothers el primer borrador de un guión titulado simplemente Superman. Abrams, un autodeclarado fan de Superman de toda la vida, apuntaba a que este guión sustituyera los planes que tenía la Warner de hacer Batman vs. Superman, un intento de revitalizar sus dos famosas franquicias de un solo tirón que habría tenido a los dos superhéroes compartiendo la pantalla. Abrams insistía en que Superman merecía una historia que lo dejara lucirse por sí solo. Su concepción de lo que la película podía ser impresionó a los ejecutivos de la Warner, y su proyecto obtuvo la luz verde. Dirigirían la película McG o Brett Ratner.
Nuestro amigo Mario Daniel Rodas (que habitualmente comenta en las noticias como Nemeres) me envía su reseña sobre aquella película que pudo ser y no fue, en la que incluye diálogos incluidos dentro del propio guión que ha tenido oportunidad de leer. Así que deja volar tu imaginación y prepárate para visualizar la primera parte (la hemos dividido en tres posts por su extensión) de la historia del Último Hijo de Krypton que surgió de la mente del creador de Perdidos; una primera parte en la que descubriremos que Krypton no explota, que Jor-El posee un ayudante con aspecto de tortuga gigante, o que el traje de Superman es similar al simbionte de Venom: SUPERMAN, de JJ Abrams. Clic en LEER ENTRADA COMPLETA:
SUPERMAN: EL GUIÓN DE JJ ABRAMS
Un artículo de Mario Daniel Rodas para www.supermanjaviolivares.net
PRIMERA PARTE
Tan solo semanas antes del estreno de Superman Returns en 2006, ComicBookMovie.com anunciaba que el infame guión de JJ Abrams estaba disponible en simplyscripts.com. Cliqué en el link de inmediato y me puse a leer, esperando odiarlo. Vaya sorpresa cuando no sólo NO lo odié, sino que cuando acabé me lo imprimí para poder releérmelo cuantas veces quiera. Era, en muchos aspectos, la película de Superman perfecta.
ANTECEDENTES
En julio del 2002, JJ Abrams entregaba a la Warner Brothers el primer borrador de un guión titulado simplemente Superman. Abrams, un autodeclarado fan de Superman de toda la vida, apuntaba a que este guión sustituyera los planes que tenía la Warner de hacer Batman vs. Superman, un intento de revitalizar sus dos famosas franquicias de un solo tirón que habría tenido a los dos superhéroes compartiendo la pantalla. Abrams insistía en que Superman merecía una historia que lo dejara lucirse por sí solo. Su concepción de lo que la película podía ser impresionó a los ejecutivos de la Warner, y su proyecto obtuvo la luz verde. Dirigirían la película McG o Brett Ratner.
JJ Abrams
Meses después, ese primer borrador se filtró en la página aintitcoolnews.com, donde le dieron una crítica espantosa que hizo entrar en pánico a los fans, llenó de inseguridades a la Warner y atrofió el desarrollo de la película, que contaba además con problemas de presupuesto y casting. El proyecto, como tantos otros de Superman antes de éste, entró en el temido estado de estancamiento conocido como “development hell”. Como todos sabemos, Bryan Singer salió de la nada poco después con su propia idea para la película, dando paso a Superman Returns, y el guión de Abrams quedó para la leyenda.
Hasta el día de hoy, muchos de los que saben de qué constaba la trama lo odian, y se alegran de que jamás hubiera sido puesto en pantalla. Otros ven sus méritos, pero insisten en que no es Superman y que quedaría mejor como una historia original con otro personaje.
Yo opino que, para bien o para mal, si esta película hubiera visto la luz del día, hubiera usurpado el lugar de Spider-Man como el superhéroe por excelencia de la última década. ¿Por qué? Comienzo.
LA HISTORIA
La película inicia con un escritorio de noticiero vacío. Segundos después llega el reportero, desarreglado y extremamente nervioso. Se sienta y habla hacia la cámara.
REPORTERO: Damas y caballeros, si están viendo esto, y no se están refugiando bajo tierra, les urjo… a todos… que lo hagan inmediatamente. Donde sea que estén, en donde sea que encuentren. En este momento, todo lo que sabemos es que hay visitantes en este planeta… y que hay un conflicto entre ellos. Las Pirámides de Giza han sido destruidas… junto con partes de París. Hay incendios masivos desde Venezuela hasta Chile. Una buena parte de Seúl, Corea… ya no existe.
Continúa comentando que tan sólo semanas atrás, tal reporte habría sonado ridículo. Pero eso fue hasta que llegó Superman. Que tal vez fueron tan rápidos en aceptarlo debido al estado desesperado del mundo.
Lo que escuchan a continuación es un silbido agudo y aterrador. El reportero grita, abandona su puesto aterrorizado y la cámara entra en estática. Cortamos hacia la calle, donde un kryptoniano de unos treinta años y de túnica negra tipo samurai está soplándolo todo con la fuerza “de mil huracanes”, desmenuzando el edificio del canal en millones de pedazos. Terrorífico. De repente se detiene y escucha. Sonríe y se da la vuelta. Sobre el pavimento aterrizan un par de botas rojas. Lentamente se nos revela a la figura entera. Por si no saben quién es, se trata del mismísimo SUPERMAN, pero no en su típico estado impecable. Está herido, y su traje está rasgado en sitios. El kryptoniano – llamado TY-ZOR – despega y Superman va tras él, dando paso a una feroz y destructiva batalla por toda la ciudad. Atraviesan edificios, se mandan a volar el uno al otro con vigas de acero como si fueran bates de béisbol... Un combate escalofriante.
Díganme que no es un principio increíble para una película de acción. Tenemos desde ya como diez preguntas sobre la situación. ¿Qué pasó? ¿Cómo diablos llegó a esto? Nuestra atención está en la mesa desde el principio.
Superman persigue a Ty-Zor hasta una base aérea en el Cabo Cañaveral, que tiene paredes revestidas de plomo. Superman usa su visión de rayos X para buscarlo (“como el equivalente visual de una lengua de rana – zooms rápidos y se retrae”), pero en vano. Luego entra en una cámara, y su cara se contrae de pánico. Su cuerpo se llena de ampollas, y cae al suelo envuelto en dolor. No sabemos qué le pasa, ni qué está viendo, pero es algo horrible. Nos quedamos en ascuas, porque entonces CORTAMOS HACIA…
KRYPTON. Veintitantos años atrás. Un planeta hermoso bañado por un tinte rojizo. Una niñita coge flores. La imagen idílica se destruye con la irrupción de monstruos mecánicos gigantescos – los ROUSERS – que se acercan a una ciudad fortificada. Ahí nos encontramos con JOR-EL (imaginadlo como Anthony Hopkins, a quien Brett Ratner quería para el papel), el líder y rey del planeta (primer mal trago, ¿no?) que se enfrenta con la desesperada situación de saber que su resistencia militar está a punto de caer. Se trata de una guerra civil instigada por su hermano, el cruel KATA-ZOR. Jor-El sabe que están a punto de caer, y que ha llegado la hora de tomar decisiones difíciles.
Habla con Lara, y le dice que llegó la hora. Lara protesta, pero sabe que su marido tiene razón. Es hora de mandar lejos al pequeño Kal-El. Van a una cámara y meten al bebé en la cápsula, donde un gel espeso lo envuelve y lo mete en animación suspendida.
JOR-EL: Míranos ahora… para que un día puedas recordarnos.
Ése es todo el discurso esta vez. ¡Es que no hay tiempo para vainas! Lo envían y salen del palacio. Ahí, una criatura extraña, TAGA (“como una tortuga sin caparazón”), los espera. Jor-El le confía el bienestar de su esposa, y Lara y Taga parten en un vehículo kryptoniano. Es entonces cuando las fuerzas de Kata-Zor por fin entran en la ciudad y se toman el palacio. Jor-El pelea junto con su ejército usando los BLASTAFFS, un arma rara de la invención de Abrams, pero las fuerzas de Kata-Zor los dominan, y éste y Jor-El por fin se encuentran cara a cara.
KATA-ZOR: ¿Te imaginas? ¿Lo que diría nuestro padre se me viera así de pie sobre ti? Sé lo que has hecho. Has mandado al niño fuera del planeta. Esperando cumplir la Profecía. (coge la cara de Jor-El) Pero lo encontraré, hermano… (le aplasta la cara) … y son éstas las manos que lo matarán.
Sí, hay una profecía. Bleh. Segunda mala cosa.
KATA-ZOR: (A sus hombres) Quiero al niño.
SOLDADO: Señor, la cápsula podría estar dirigida a cualquiera de mil planetas…
KATA-ZOR: ¡Entonces envía a mil hombres!
Cortamos a un plano panorama de Krypton desde el espacio, donde vemos a las cápsulas abandonando el planeta, partiendo en busca del pequeño Kal-El “que no podría ni imaginarse el viaje que le depara.”
Nuestra música retumba -- es ÉPICA -- y entonces…
A ver, me detengo aquí. En este punto, o están como mínimo ligeramente intrigados o ya odian la película. Porque ya vemos que Krypton no explota, y que eso afectará todo el resto de la película. Sin rodeos, no va a ser el Superman que conocemos de siempre. Pero algo que no se puede dejar de reconocer es que Abrams está siendo ambicioso. Está haciendo cambios en beneficio de la historia que quiere contar, porque tiene una en mente. No es sólo un remake, o un collage de las mismas escenas que ya todos hemos visto mil veces en las películas o en las series animadas. Quiere contar la historia clásica, pero de modo que parezca que la estamos oyendo por primera vez. Yo veo mérito en eso, y es por eso que puedo apreciar lo que viene a continuación.
SMALLVILLE. Jonathan y Martha comen huevos en su cocina. Se ve que son sencillos y que viven una vida tranquila y algo aburridita. Pero se quieren, y son una pareja buena. ¡BAM! Por la ventana se ve como la cápsula de Kal-El aterriza en los campos de trigo, levantando toneladas de tierra en su paso. Se dirige hacia la casa. Los Kent salen para salvar sus vidas… pero la cápsula se detiene justo a tiempo. Se aproximan con cautela. Jonathan se acerca y el pelo se le pone de punta por la electricidad estática (¡me encanta!). La cápsula se abre. Apenas ve al bebé, Martha se pone a llorar. Entra en acción el instinto maternal que nunca pudo poner en práctica… hasta ese momento. Se hace evidente que no es humano cuando manda a volar el sofá de la sala por la ventana. Hasta lo que deja en los pañales es pesado y huele aún más asqueroso que de costumbre.
JONATHAN: (Con la camisa sobre la nariz) Okey, ¿qué, en el nombre del Señor, es ESO?
MARTHA: (Con más compostura, pero también afectada) Bueno… vino de él. Por eso es algo hermoso.
Discuten si lo deben adoptar o no.
MARTHA: No tiene familia. Obviamente no vino de por aquí, de ningún lugar de por aquí. Bueno, sí, tal vez tenga ciertas… habilidades que otros niños de su edad no. Y tal vez nunca sepamos por qué vino aquí. ¡Pero míralo! Jonathan, mira a este hermoso niño… él lo es todo.
JONATHAN: Sólo digo, que nuestro sofá está en el jardín…
MARTHA: Entonces le enseñaremos. Le enseñaremos moderación. Le enseñaremos a controlarse a sí mismo. Como padres, es algo que deberíamos hacer de todos modos.
Esto es muy importante, ya que va a ser un tema clave del resto de la película, de sus actividades como Superman y del montaje a continuación. Al ritmo de una canción animada/emotiva, vemos la infancia de Clark y el esfuerzo de los Kent para enseñarle al niño a moderar su fuerza y manejar sus impredecibles poderes. Cuando quieren darle un baño, el niño se escapa atravesando el techo de un salto. “No, no”, le explican los Kent luego al niño, cubierto de astillas y polvo. “Sin volar. Exacto. Como nosotros.” Cuando juegan al béisbol, Jonathan le dice que lance la pelota con la “típica magia Kent”. Clark manda la pelota al otro estado.
JONATHAN: Bueno, no tanta.
CLARK: Lo siento…
JONATHAN: No tienes que sentirlo, sólo… siempre recuérdalo: contrólate a ti mismo. No quiero que nunca te metas en problemas.
Se abrazan.
JONATHAN: (Ahogado) No tan apretado…
CLARK: Lo siento…
Última escena: el pequeño Clark en su cama, mirando fascinado el sistema solar que tiene colgando en su techo.
En fin, es muy parecido a la escena de Bam Bam en la película de Los Picapiedra. Pero es muy dulce, y primer indicio de que la película tendría no sólo acción para salvajes, sino también corazón. Me ENCANTA la infancia de Clark. De hecho, agrego una de mis escenas favoritas, una que, no me cabe duda, habría cosechado carcajadas en el cine.
Jonathan y Martha leen en la cama. Martha le cuenta que Clark descubrió ese día que también puede ver a través de las cosas. Cuando Jonathan se le acerca para hacer lo que ya saben…
MARTHA: No esta noche. Puede oírnos también.
JONATHAN: (Susurrando) No si somos muy silenciosos.
Ella lo mira. Para probar su argumento --
MARTHA: (Apenas un susurro) Clark?
CLARK: (Desde el otro lado del pasillo) ¿Sí, mamá?
MARTHA: (Apenas un susurro) Duérmete ya.
CLARK: Okey.
Jonathan no se lo cree.
…Y otra, algo triste.
Clark, a los seis, está en un diner con su mamá. La pequeña Lana está cerca, mirando el dispensador de tartas dando vueltas.
MARTHA: ¿Por qué no le dices hola?
CLARK: No. Lana no me conoce.
MARTHA: Hay sólo ocho niños en tu clase, Clark, ella te conoce. Anda a decirle hola, es lo cortés.
Clark va.
CLARK: Hola, Lana. (Horrible silencio) ¿Sólo estás mirando tartas?
LANA: Tú te pasas mirando la pared. En clase.
CLARK: …Sí. Sí, lo sé. Es que… me gusta mirar las nubes y esas cosas.
LANA: (Como a un bicho raro) Pero es sólo la pared. No hay ni ventanas.
CLARK: (Como contándole un secreto) Yo hago mis propias ventanas.
Ella sólo lo mira.
LANA: Eres el niño más raro de la clase.
Esto le rompe el corazón.
Inmediatamente a esta escena le sigue una de las más controversiales del guión, y una de las que más suele indignar. La “violación” de Martha Kent. La cual, curiosamente, no es tal. En verdad, la escena no es sino el primer rescate efectuado por nuestro pequeño Superman.
Clark y Martha salen del diner, que queda justo al lado de las vías de un tren. Ya es de noche. Cuando Martha está abriendo la camioneta, se les acerca el terrateniente de la granja, el señor Devaney. Borracho. Martha, nerviosa, trata de irse lo más rápido posible. Quiere meter a Clark en el auto, pero el tipo se le lanza encima. El instante en que está a punto de ponerse seria la cosa, Clark agarra al señor Devaney y lo lanza cien yardas. Martha trata de tranquilizarlo, pero la idea de que alguien quiera hacerle daño a su mamá es demasiado para Clark, que, iracundo, comienza a golpear al tipo contra el suelo como si fuera un muñeco de trapo. Para hacer aún más intensa la escena, Abrams hace que el tren esté pasando justo en ese rato, así que hay que imaginárselo todo con el rugido del tren sobre las rieles. Abrams escribe:
Por mucho que la audiencia se vaya a volver loca por esta escena, rápidamente se torna perturbadora -- y sangrienta -- y demasiado real.
Es lo que me encanta, que el tipo sabe lo que está haciendo. Sabe muy bien lo que tal escena va a suscitar en la audiencia y lo que va a lograr a largo plazo; en fin, cómo obtener la inversión emocional del espectador. Esa sutileza está constante a lo largo de todo el guión, y es lo que hace que leerlo sea una experiencia casi tangible, como si de veras fuera una película que uno está viendo en el cine, con gente alrededor y las palomitas en el regazo.
El señor Devaney termina hecho trizas en el suelo, pero le quedan las energías para gritar que Clark es un anormal, el diablo, una criatura del mismo infierno. O sea, todo lo que el pobre teme sobre sí mismo. Esa noche se va a dormir traumatizado.
Nos saltamos unos años. La última escena de la infancia de Clark. Tiene ya catorce años. Es invierno, Smallville está nevada. Se baja del autobús del colegio, oyendo a distancia, algo indiferente, lo que sus compañeros comentan de él: que es un raro, que sus únicos amigos son sus padres, etcétera. Sobra decir que se ha vuelto un chico retraído por todo el autocontrol que debe ejercer. En su casa no hay nadie, lo que le da la oportunidad de husmear por sus regalos de Navidad. Descubre en el armario de sus padres una canasta de metal parecida un balón de rugby. Trata de abrirla – ¡con todas sus fuerzas! – y no puede. ¿Qué diablos es esto? Obsesionado, se queda mirándola en la cocina mientras come helado. Vuelve a tratar, y cuando por fin lo logra, ve adentro un líquido azul, rojo y amarillo. De adentro sale disparado nada menos que el traje de Superman, de un azul resplandeciente y con la capa oscilante. Lo toca, y el traje lo “chupa” hacia adentro.
Sí, muy Venom. Muchos fans se refieren a esto despectivamente como “suit in a can” (“traje en lata”). En fin, Clark, luego de un poco de pánico, queda maravillado con la cosa, sin importarle lo grande que le queda. Sale al pórtico, se queda mirando al horizonte dramáticamente… y echa a correr a supervelocidad por los campos nevados. Con cada salto se eleva más, hasta que llega el momento eufórico en que se da cuenta de que puede volar, en parte gracias a la capa, que le ayuda a planear (?). Hasta que ¡PAF!, se estrella contra el tractor de la familia y lo hace pedazos. En ese momento llegan Jonathan y Martha. ¿Qué le dicen? “Vete a tu cuarto”. Ahí por fin le revelan no sólo que es adoptado, sino también la horrible verdad de que no es de este planeta. Se deshace en lágrimas, se arranca el traje y sale a correr por los campos, desorientado y desconsolado. Queda mirando las estrellas...
por favor, la segunda parte!!!!!
ResponderEliminarDiego
Chile
Si que llama la atencion, hasta aqui para mi gusto se lee bien, claro algunos echos como lo ocurrido en Krypton, la tortuga sin caparazon y el traje a lo Venom "frikea" y te deja un sabor de boca pesimo, por lo demas muy interesante
ResponderEliminarMañana la segunda parte, si no pasa nada raro. Y creedme... es mucho más controvertida que ésta. Yo me reservaré mi opinión para cuando hayamos publicado toda la magnífica reseña de Mario.
ResponderEliminarGran artículo, esperando el siguiente. Comparto contigo el tema de que ser ambicioso nunca es malo, pero en casos como Abrams, que sabe lo que se hace (es que tengo en mente Superman Lives, compréndeme) :-D
ResponderEliminarWooow!
ResponderEliminarPues a mi me encanta la verdad....
Javier, sabes si se puede conseguir en algun sitio el guion en castellano? Estaria genial
No, en la web que menciona Mario está en descarga en inglés, pero creo que no hay traducciones por ahí. De todos modos, en estos artículos se desgrana lo más importante. ;)
EliminarMenuda pasada de historia. Absolutamente rompedora hasta el punto de poderse considerar que muy poco tiene que ver con Superman. Me gustan lo cambios con el objeto de no hacer sentir al público que le están recontando lo mismo de siempre pero si te excedes puedes desvirtuar tanto la esencia y la leyenda que realmente ya no sea reconocible. Por ahora, con todos los elementos que se han mostrado podemos seguir casi reconociendo al joven Clark aunque peligra su inocencia y bondad con tanto distanciamiento con la gente.
ResponderEliminarTengo ganas de más. Sin duda va a ser una delicia leerlo y poderlo comentar.
Jeje... espérate amigo, espérate... que en la segunda parte vienen curvas... ;)
EliminarPues a la espera me tienes. Es un trabajo y una idea excelente. Gracias Nemeres y Javi.
ResponderEliminarPues la verdad que no esta nada mal no me gusta la idea del traje de Venom jajaj pero por lo demás la historia en si no es mala entretiene bastante tengo ganas ya de la segunda parte jaja ;).
ResponderEliminarMenudo cómic sale de aquí... Empiezo a adaptar,o ya mismo...
ResponderEliminarYa está subida la segunda parte.
ResponderEliminarDebo reconocer que lo que hace Abrams es muy entretenido, ya que no nos cuenta mas de lo mismo lo modifica ya sea para bien (como las partes entre lo Kents, el rescate de violacion de Martha Kent (su no control me hace recordar a Andrew (chronicle, que por cierto recomiendo), su mala relacion con Lana, para así darle paso a Lois Lane y no estancarse con Lana (como hicieron en la serie SMALLVILLE))
ResponderEliminaro para mal (Kripton, la tortuga y la profecia que se me hace "raro") y en cuanto al traje VENOM me parece innovador (es un traje alienigena, obviamente no puede ser de tela, espero rescaten esta idea para MOS)...
Hey!! hasta ahora no suena nada mal esta historia!!! aunque algunas ideas no me gustan como las de el traje y de que no explota krypton, pero imaginadote las escenas mientras lees dice woowwww podria haber funcionado y eso que es solo el inicio!!!!
ResponderEliminarA TODOS LOS ESTIMADOS LECTORES: estoy muy de acuerdo en que la historia pinta algo diferente...pero recuerden que existen otras dimensiones o universos segun los comics y esta historia podria aplicar de esa forma ademas esta rompebolas me facina y no pierde la escencia grax javier es un excelente aporte el que tienes aqui
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