domingo, 24 de febrero de 2013

SÚPER-RELATOS BREVES: PONTE EL TRAJE AZUL

PONTE EL TRAJE AZUL
Por Alberto Díaz Otero
(Ilustración de Moisés López)


Realmente Kal no llegada a entender que le estaba sucediendo… ¿¡Cómo podía volar tan rápido!? Echó un vistazo rápido desde sus puños cerrados con los brazos ya totalmente extendidos, hasta la punta de sus pies y realmente no entendía cómo podía haber alcanzado aquella velocidad tan desmesurada. Tampoco llegaba a comprender muy bien la localización tan precisa incrustada en su mente de ese avión que se estaba precipitando al vacío… Pero tenía claro lo que debía hacer.

Cuando se encontraba a la altura del inmenso Boeing 747, entendió de inmediato que debía estabilizar semejante masa en caída libre y que, desde luego, iba a tener que emplearse. Agarrando una de sus alas, tiró de ella fuertemente hacia arriba e intentó estabilizarlo. Por su mente infinidad de ecuaciones físicas fluían como por arte de magia… y el resultado no le cuadraba. Finalmente, y como preveía, el ala se desintegro en mil pedazos.

Su mente, al instante abordó nuevas fórmulas físicas, y ahora con el avión precipitándose mas rápido aún, no halló otra solución que adelantarlo, situarse en su parte delantera e intentar frenar el brutal impacto, todo ello mientras a su oído interno llegaban los gritos emitidos por los pasajeros y los avisos electrónicos de la tripulación lanzando sus S.O.S. Exactamente 23 personas. Para aquel entonces, Kal había dejado ya de preocuparse del por qué los había podido ver tan claramente a todos a través tras el fuselaje.

Pensó entonces, que incluso los dioses deben confiarse también al azar e intentar poner tan sólo el empeño necesario en hacer las cosas de la mejor manera posible.

Adelantando al avión por su parte superior, ahora con ambas alas totalmente desintegradas por la velocidad de la caída, Kal llegó a la parte exterior de la cabina de los pilotos, e impulso todo su cuerpo en dirección contraria a la de su caída. Notó a nivel celular cómo las fuerzas luchaban entre sí, equilibrándose, y cómo el fuselaje exterior del avión se plegaba ante ellas. En su mente, ahora a pleno rendimiento, calculó que el espacio que le quedaba hasta llegar al suelo, era suficiente; no excesivo, pero suficiente…

Y así ocurrió. Antes de que el avión llegase a impactar contra el suelo, Kal, tras realizar un último esfuerzo y mirando de reojo la ‘S’ grabada en el escudo de su pecho, logró detener semejante pájaro. Ahora tan solo quedaba lo mas sencillo: debía posarlo horizontalmente en el suelo con la mayor suavidad posible…

Aún así, el impacto del fuselaje del avión contra el suelo fue más que considerable. No para él, pero para los pobres mortales en su interior, tan frágiles, debía haber sido bastante brusco.

Rápidamente se dirigió hacia la puerta delantera de acceso del malogrado Boeing, asió la palanca y tiro fuertemente de ella. La puerta se desprendió del avión como si de una puerta de papel se tratara. En su caída al suelo, Kal se percató de su capa, larga, roja, majestuosa… De hecho, era la primera vez que la veía, pero no se distrajo. Por fin sus pies tocaron el suelo del avión.

Sus primeras palabras hacia una tripulación mitad aterrorizada, mitad alucinada con lo que estaban viendo, fueron: "¿Están todos bien?" Una mirada rápida le bastó para atisbar a toda la tripulación. Estaban todos bien, excepto una mujer que yacía en el suelo de la parte trasera del avión. Desde su posición, y con su vista atravesando varias filas de asientos, había observado un fuerte golpe en su frente. Su corazón no latía. Incluso le dio tiempo a leer una identificación que portaba en la solapa izquierda de su camisa: ‘Lois Lane (Daily Planet)’. Se dirigió hacía ella rápidamente. Una vez incorporo su cuerpo y vio su rostro, para Kal todo ese tiempo tan frenético, se detuvo. Jamás había visto semejante belleza entre sus manos, duras como el acero. Había además algo tan familiar en ella, que por primera vez su mente se bloqueaba. Y entonces, tras ese breve instante, fue consciente: esa bella mujer yacía muerta entre sus brazos.

Fue entonces cuando sintió una angustia desgarradora dentro de sí, al tiempo que empezó a oír ecos de una voz familiar que exclamaba:

-Kal-El, Kal-El, Kal… ¡¡Despierta, despierta!! ¿Estás bien…?

Kal-El se incorporó en su cama empapado en sudor. Reconoció al instante a Faora, mirándolo fijamente con cara de preocupación, que exclamó:

-Por el Gran Rao, Kal, me habías asustado. Estabas gritando en sueños y no conseguía despertarte. Incluso la pequeña Lois que dormía a tu lado se ha asustado…

Kal respiró profundamente, agradeciendo a su esposa el haberle despertado, y respondió:

-He tenido un sueño muy extraño, cariño. Podía hacer cosas increíbles… y tendrías que haber visto cómo iba vestido. No tuvo un final agradable. Creí reconocer a una persona… Perdona por haberos asustado.

Faora, ya más calmada, asintió:

-Ya te lo dijo Jor-El… No pases tanto tiempo leyendo en el balcón cuando el Sol está tan alto. Tú padre es un cascarrabias, pero debo reconocer que tiene razón. Tanto Sol te acabará afectando algún día…

Kal-El, asintió, pero a regañadientes señaló a su esposa:

-Cariño, Rao no triplicará mi salud, lo sé, pero triplica mi curiosidad, mi imaginación y mi creatividad leyendo esos relatos.

-¡Bah…! ¡Hombres! -contestó Faora ahora ya más tranquila.

-Me voy con la pequeña Lois a pasear – continuó-. Rao luce precioso hoy en Krypton. Te esperaremos abajo, pero no te pongas ese traje que te pusiste ayer y que tanto te gusta. Ponte uno que te he comprado hoy, de color azul con la capa roja. Ahora que te has puesto en forma, te quedará mucho mejor. ¡Hasta ahora, cariño!

Kal esbozó una sonrisa mientras Faora se alejaba con la pequeña, mientras en su interior reconocía ese rostro del sueño: era el de su madre, Lara, más joven, pero reconocible, fallecida meses atrás.

Angustiado desde ese fatal desenlace, fue entonces cuando Kal recordó las últimas palabras de su madre dirigidas hacia el: "Kal, estate tranquilo y nunca olvides esto, hijo mío... Verás mi vida a través de tu hija... Yo he visto la mía a través de los tuyos... los padres se convierten en hijos... y los hijos, en padres... Nunca os abandonaré, ni cuando la muerte me haya llevado..."

Kal, recordando ahora el sueño, pensó para sí: "¡Ni tan siquiera un superhombre podría salvar a todo el mundo!" Y entendió enseguida que algo de su madre viviría siempre en la pequeña Lois.

La sensación de paz invadió de nuevo a Kal. Esa angustia que lo consumía meses atrás, por fin había desaparecido. Y mientras se ponía el nuevo traje azul con larga capa roja, pensó en Lois… y esbozó una sonrisa.

FIN

10 comentarios:

  1. Un millón de gracias por tu ilustración Moisés...es fantástica, como todas las que has realizado para esta sección. Un abrazo ;)

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  2. Gracias a vosotros!!! que sois los que imagináis historias geniales que inspiran!! un abrazo campeón!!!

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  3. Es muy buena! Al principio pensé encontrarme con un plagio al Superman Byrneano( cuando salva un prototipo espacial de la NASA) con un toque de Superman Returns..... Pero no!! Al final ha quedado francamente bien.

    Saludos

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  4. Chulisima la historia me a gustado mucho ;).

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  5. Historia fantástica comuna ilustración inmejorable. Esta sección es única y brillante.

    Gracias a todos los que la hacéis posible.

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  6. De los relatos publicados los que mas me han gustado son:

    -"El hombre mas fuerte del mundo".y "El simbolo", sobre todo el primero...

    Este relato no me ha gustado mucho, porque la primera parte es Returns, lo iba leyendo y me parecia incluso comico(aun sabiendo que lo habia escrito Alberto, lo siento, pero es asi). En la segunda parte, me ha sorprendido la aparicion de Faora como mujer de Kal-El, teniendo su vida en su planeta, eso me ha enganchado, pero no lo acabo de cojer...De cualquier manera, no es un mal relato, pero esto ye como escribir canciones, practica.. Alberto, Los Beatles empezaron con "Love me do", y ya se sabe como acabaron...

    No os lo tomeis a mal..

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  7. Perfecto relato y no menos perfecta la ilustración, ha sido un gustazo leerla!!!!!!!

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  8. Primera parte, plagio de supermar returns; Segunda parte, plagio de superman the movie. Una hija llamada Lois, no se supone que están en kripton y que por tanto el nombre de su hija debería ser kriptoniano, considerando que ni Faora ni Kal han conocido a nadie con el nombre terrestre Lois. Más creatividad por favor.

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  9. Me a parecido una historia preciosa, con un homenaje a superman returns, con pinceladas del superman de donner, y con un giro final con un desenlace muy sensible de un hombre, que angustiado tiempo atras por la muerte de su madre recupera la sonrisa de nuevo a traves de su hija ayudado por en un sueño. Saludos.

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