LA SAGA DE BRAINIAC DE GEOFF JOHNS Y GARY FRANK

El verano de 2008 comenzó a publicarse en Action Comics una historia que sería la primera piedra de una serie de acontecimientos muy, pero que muy importantes para el universo de Superman de la época. Los lectores de cómics ya sabréis de qué estoy hablando, pero lo diré para los recién llegados a este mundillo. Se trató de Brainiac, una saga escrita por Geoff Johns y dibujada por Gary Frank y publicada entre los números 866 y 870 de la colección, en la que Superman se enfrentaba por primera vez -en esa etapa- al villano intergaláctico. La historia soberbia y el dibujo espectacular (y con un Superman que evocaba a Christopher Reeve) supuso un éxito rotundo y un aplauso unánime de público y crítica, e incluso ha inspirado la próxima película animada Superman: Unbound. Pero para que podáis comprobarlo por vosotros mismos -o recordarla los que ya la conocéis-, vamos a explicar esta fantástica historia en este post. Y en artículos posteriores repasaremos también los acontecimientos que desencadenó, Nuevo Krypton, Mundo de Nuevo Krypton y La Guerra de los Superhombres. Pero comencemos por el principio...

LA SAGA DE BRAINIAC

ACTION COMICS #866 (Agosto 2008)

Guión: Geoff Johns

Dibujo: Gary Frank (tintas de Jon Sibal)

BRAINIAC: PARTE 1 DE 5: PRIMER CONTACTO

Krypton, hace 35 años. El general Zod, Ursa y sus hombres, se enfrentan a una amenaza que se cierne sobre el planeta. No es la predicción de Jor-El acerca de la destrucción final de Krypton, sino una entidad mecánica alienígena, aparentemente controlada por otra entidad superior que está dentro de una nave en forma de calavera. La tecnología del alienígena cubre toda la ciudad kryptoniana de Kandor y, como por arte de magia, la hace desaparecer. Ante los ojos de Zod y Ursa, lo que era el vasto territorio donde se extendía Kandor es ahora un cráter perfectamente redondo.

Metropolis, en la actualidad. Perry convoca una reunión en el Planet con sus miembros más destacados, para presentar a las nuevas incorporaciones: Steve Lombard, el arrogante, prepotente y mujeriego editor deportivo; Ron Troupe, excepcional reportero en ascenso; y Cat Grant, que regresa al Daily Planet después de unos años de la muerte de su hijo a manos del Juguetero. (NOTA: O mejor dicho, tal y como se descubrió en el número anterior a éste, de uno de los inventos del Juguetero)

Al poco de la reunión, Clark escucha una llamada de auxilio y se cambia a Superman para acudir al rescate. La alerta parece ser por un meteorito que cae sobre La Tierra, y Superman descubre al interceptarlo que no es tal cosa, sino Brainiac (el mismo que atacara Krypton al principio de la historia). El robot lanza contra la frente de Superman un afilado aguijón que apenas logra hacer una diminuta herida al Hombre de Acero. Los dos luchan, y Brainiac parece protegido por algún campo de fuerza, y cuando Superman se dispone a poner toda la carne en el asador para destruirlo de un puñetazo, vemos a través de los ojos del robot un mensaje que dice: “El kryptoniano ha sido encontrado. Análisis de sangre completado. Confirmación. Enviando”. Tras esto, el robot se desploma, inerte, ante la sorpresa de Superman.

Mientras, en el espacio, en el interior de su enorme nave-calavera, Brainiac recibe la información del robot, y se da la instrucción de “Intento 242 en curso”.

ACTION COMICS #867 (Septiembre 2008)

Guión: Geoff Johns

Dibujo: Gary Frank (tintas de Jon Sibal)

BRAINIAC: PARTE 2 DE 5: EL JUEGO DEL ESCONDITE

En el espacio, Brainiac, en su gigantesca nave-calavera mecánica, busca al kryptoniano. De momento no tiene éxito.

En la Fortaleza de la Soledad, Superman habla con Supergirl sobre su encuentro con los robots de Brainiac. Kara se muestra terriblemente asustada de volver a oír hablar de lo que, para los niños de Krypton, era como el Hombre del Saco para los niños humanos. Superman se queda desconcertado ante el poder del alienígena, capaz de aterrorizar con su simple nombre a la chica más poderosa del planeta…

Así que el Hombre de Acero decide embarcarse en la búsqueda del villano. Después de comunicarles a sus padres y a Lois su decisión, se adentra en el espacio con una nave, en la que mientras viaja va escuchando grabaciones de reuniones del consejo de Krypton acerca de Brainiac. En concreto una, que habla sobre “las teorías de Jor-El sobre juicio final”, llama la atención de Superman, pero está incompleta. En ese momento, Superman encuentra un planeta siendo atacado por las hordas de robots de Brainiac, y se lanza a pelear con ellos.

Superman logra hacer pedazos a los robots sin esfuerzo, pero ante lo que no puede hacer nada es ante el proceso de miniaturización: un muro invisible se crea alrededor de la ciudad de ese planeta, y Superman ve impotente como la ciudad entera se desvanece ante sus ojos. Después, la nave de Brainiac destruye todo el planeta y su Sol, y la explosión deja a Superman inconsciente y flotando en el vacío espacial. El malvado alienígena recoge al kryptoniano y lo sube a bordo…

ACTION COMICS #868 (Octubre 2008)

Guión: Geoff Johns

Dibujo: Gary Frank (tintas de Jon Sibal)

BRAINIAC: PARTE 3 DE 5: SALUDOS

Supergirl está buscando a su primo, preocupada por dónde puede haberse metido. Acude al Planet preguntando por Clark Kent y se encuentra con Cat Grant.

Superman está tendido en una mesa de operaciones de Brainiac, siendo manipulado por sus robots, que le intuban, le colocan electrodos en la cabeza…

En ese estado, Superman puede ver en su mente cómo realiza Brainiac sus particulares saqueos, miniaturizando y robando una ciudad de cada mundo que considera importante, y destruyendo el resto del planeta. Superman despierta y se libra de los instrumentos, y después hace pedazos a los robots. Mientras registra la nave, la “mascota” de Brainiac, el mono Koko, ataca a Superman, que lo deja K.O. de un puñetazo. Superman llega hasta la sala donde Brainiac almacena “sus” ciudades, y descubre entre ellas la urbe kryptoniana de Kandor, maravillándose de que sea cierto que en el interior de la pequeña cúpula haya toda una ciudad de kryptonianos como él… vivos.

En ese momento, Brainiac despierta de su letargo y Superman y él intercambian golpes, pero el Hombre de Acero acaba apresado por los cables de la nave que actúan como tentáculos vivos.

En la Tierra, mientras Jonathan y Martha hablan sobre lo peligroso de la misión de su hijo, observan cómo el cielo se enrarece y los pájaros comienzan a caer muertos.

Superman empieza a sospechar que Brainiac pudo ser el causante de la destrucción entera de Krypton por algo que hiciera a su Sol. El alienígena le explica cómo le da poder el conocimiento, cómo es ahora de poderoso después de haber absorbido la vida de tantos mundos con las ciudades que roba. Y le dice que ahora, gracias a las coordenadas de la nave en la que ha venido, tiene la posición exacta de la Tierra y se dirigen a ella a extraer más conocimiento. Así, vemos como en la azotea del Planet, Lois y Supergirl son las primeras en ver cómo se cierne sobre Metropolis la nave-calavera de Brainiac. Supergirl, aterrorizada, suplica que no sea posible, mientras que la gente se pregunta dónde demonios está Superman…

ACTION COMICS #869 (Noviembre 2008)

Guión: Geoff Johns

Dibujo: Gary Frank (tintas de Jon Sibal)

NOTA: Este es el cómic en el que se realizó la censura y sustitución de la portada original por la simple tontería de que lo que Clark y Jonathan estaban tomando era una cerveza y no la soda que dibujaron posteriormente. Puedes ver la portada original (que se ha convertido en un curioso coleccionable) aquí mismo. 

BRAINIAC: PARTE 4 DE 5: LA MENTE SOBRE LA MATERIA

Supergirl lucha contra su propio terror para combatir a los robots de Brainiac, cuando la ciudad de Metropolis entera está siendo atacada por ellos. Mientras, en la bio-nave del alienígena, Superman intenta liberarse, pero Brainiac es inmensamente poderoso. El Hombre de Acero logra romper uno de los cables que une a Brainiac a su nave, y el dolor hace que lo suelte. Superman le da un puñetazo que lo deja fuera de combate, y comienza a buscar la botella que contiene Kandor. Con su superoído y su visión microscópica, consigue dar con ella entre el resto de mundos que colecciona el villano.

Pero lo que descubre a continuación resulta todavía más increíble: en el interior de la botella, en la miniaturizada ciudad de Kandor, se encuentran también Zor-El y Allura, sus tíos, los padres de Supergirl. Zor-El, que apenas ha envejecido (explica que el tiempo es distinto en el interior de esas botellas), le cuenta a Superman cómo mandó a Kara a la Tierra con él cuando descubrió que Brainiac había encontrado la porción de Argo City que se salvó a la destrucción de Krypton (valiéndose, paradójicamente de la tecnología de cúpulas de Brainiac) y la integró después junto a Kandor. Zor-El se preocupa por el estado de su hija, quiere saber si es feliz, si tiene amigos…

Pero Brainiac ataca a Superman y corta la conversación. El coluano se ríe de Superman, le dice que no tiene nada de súper ni de hombre, y le asegura que conoce sus pensamientos y sus temores, que tiene miedo por su prima y por su mundo adoptivo.

Brainiac lo acusa de haber renegado de su origen, le dice que él mismo posee en su interior a todos los organismos vivos a los que está conectado, pero que jamás se consideraría otra cosa que coluano. Después ordena a sus máquinas que atrapen a Supergirl, y lo hacen, mientras que la Chica de Acero y Lois luchan contra las máquinas en el caos de Metropolis. Superman vuelve a caer doblegado ante el poder del malvado alienígena, sin poder hacer nada. Y en Metropolis, la bio-nave de Brainiac crea un campo de fuerza alrededor de la ciudad… y la abduce entera, miniaturizándola y añadiéndola a su colección de mundos. El Hombre de Acero se desespera, no puede moverse, está atrapado por una especie de vaina mecánica que lo envuelve por completo… Brainiac comienza entonces a descargar información en el cerebro de Superman, preguntándose la información de cuántos mundos puede albergar en su pobre cerebro antes de que se derrita. Pero antes lanza una terrible sentencia: acaba de disparar algo que llama su “agresor solar” directamente hacia el Sol, y exactamente en 57 minutos, la Tierra arderá y desaparecerá… igual que lo hizo Krypton.

ACTION COMICS #870 (Diciembre 2008)

Guión: Geoff Johns

Dibujo: Gary Frank (tintas de Jon Sibal)

BRAINIAC: PARTE 5 DE 5: FINAL

Brainiac se burla de Superman y de su debilidad, después de haber miniaturizado la ciudad de Metropolis y de haberle capturado a él y a Supergirl en su nave. Desde la botella que contiene Metropolis, Lois ve a Superman en el exterior, y le dice que, si es el fin, recuerde lo mucho que lo quiere. Superman, movido por el amor, rompe las máquinas de Brainiac que lo retienen y le lanza un puñetazo, pero el alienígena lo para sin esfuerzo con la palma de la mano. Superman le agarra entonces de la cabeza con la otra mano y lo atrae hacia sí, destrozándole la nariz con su otro puño y liberándose.

Aprovechando el momento de caída de Braniac, Kal libera a Supergirl y le dice que debe detener la bomba que se dirige al Sol. Ella cree que no va a ser lo bastante rápida, pero Superman le dice que sí lo será y que confía en ella. Supergirl sale volando más rápido de lo que la vista puede ver y Braniac vuelve para enfrentarse a Superman de nuevo. El Hombre de Acero ha cogido las botellas que contienen Kandor y Metropolis, y saca a Braniac de su propia bio-nave, lanzándolo a un pantano en la Tierra. Braniac, siempre encerrado en su nave, no puede combatir contra los microbios, bacterias y microorganismos inofensivos para los humanos, pero con su último esfuerzo antes de morir y sin que Superman lo sepa, envía un misil desde su nave dirigido a la granja de los Kent…

Clark deja la botella que contiene Metropolis en el cráter que antes era la ciudad, que recupera su tamaño. Supergirl alcanza el misil que iba a convertir el Sol en una supernova e incinerar la Tierra, salvando a toda la humanidad. Superman va después al Ártico y deja Kandor junto a su Fortaleza, donde la ciudad crece, alcanzado su tamaño normal de nuevo ante la mirada asombrada y satisfecha del kryptoniano. Pero el estruendo del crecimiento de Kandor no le deja escuchar cómo Martha le llama a gritos desde Kansas. El misil ha impactado en la granja, y Jonathan ha salvado la vida de su esposa apartándola de la explosión, pero del esfuerzo y la tensión ha sufrido un infarto. Cuando el ruido cesa, Superman escucha a su madre y vuela a Kansas en menos de lo que llegaría un rayo de luz, pero es tarde. Su madre está llorando de rodillas en el suelo con Jonathan entre sus brazos. Jonathan Kent ha muerto.

La historia continúa en Superman: Nuevo Krypton

CRÍTICA

En la historia más reciente de Superman, quitando de majestuosos elseworlds como All Star Superman o los dos volúmenes de Tierra Uno, pocas historias del Hombre de Acero han resultado tan buenas como esta saga. Y lo mejor y más distintivo, es que la saga de Brainiac estuvo enmarcada dentro de la continuidad real del personaje, con lo cual hay que tener claro que todo lo que ocurría en sus páginas quedaría después como válido para el resto de colecciones e historias. Así que imaginaos lo fuerte que fue que Geoff Johns se atreviera a matar a Jonathan Kent, a quien John Byrne había devuelto a la vida en el reboot de 1986 (con su miniserie Man of Steel) y que, en esta historia, volvía a morir de la forma más clásica y cinematográficamente conocida: de un ataque al corazón ante la impotencia de su superpoderoso hijo. Aunque realmente no es de extrañar, ya que esta época estuvo plagada de fuertes reminiscencias a lo clásico (personajes de toda la vida que regresaban y guiños al pasado) y sobre todo al Superman de Richard Donner y Superman: The Movie. No hay más que ver el dibujo de Gary Frank, que siempre pretendió (y consiguió) evocar a Christopher Reeve. O si no, el regreso a ese Clark más torpe y tímido que se ve en estas páginas también obedece a un homenaje a lo sentado por Donner.

Pero también encontramos interesantes giros argumentales dentro de este aire clásico, como por ejemplo al titánico Brainiac que nos es presentado en esta saga por primera vez en la continuidad, rival físico donde los haya y con un aspecto a medio camino entre lo clásico y una pesadilla de H. R. Giger. O la sorprende revelación de que él fuese causante de la destrucción de Krypton. Del resto de acontecimientos que continuaron a esta historia hablaremos más adelante, pero ya os podéis imaginar que la presencia de una ciudad kryptoniana en la Tierra, con 100.000 habitantes cada uno con los mismos poderes de Superman, no sería precisamente fácil para nadie. Además de lo arriesgado del giro de hacer que Superman perdiera tan bruscamente su estatus de último hijo de Krypton. Pero todo tiene una solución, y la de la coexistencia entre humanos y kandorianos tuvo la suya.

Pero eso os lo contaré otro día. De momento, estoy seguro que de lo que tendréis ganas es de conseguir la saga de Brainiac y disfrutarla del tirón. ¿Pues a qué esperáis?

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