Ahora que el litigio por los derechos de Superman se ha resuelto finalmente a favor de DC/Warner, es el mejor momento posible para recapitular lo que han sido estas largas décadas de denuncias, juicios y malos rollos entre los creadores del Hombre de Acero (y sus herederos) y la editorial que lo publica. ¿Cómo comenzó todo? ¿Cuáles han sido los pasos? ¿Qué representa el fallo final a favor de Warner? Nuestro amigo y colaborador Antonio Monfort ha realizado un estudio de todos los pormenores del asunto y ha recopilado toda la información en un espléndido artículo con el que todo os quedará clarísimo. Disfrutadlo a continuación.
LA BATALLA LEGAL POR SUPERMAN
La sentencia dictada el pasado Jueves 10 por el Tribunal de Apelaciones del 9º circuito de los EE.UU, parece poner fin a la larguísima batalla que los creadores de Superman y luego sus herederos mantuvieron contra DC comics a lo largo de los años. Esta amarga y ambigua cuestión se ha venido arrastrando prácticamente desde el nacimiento del personaje en 1938, y a pesar de que esta nueva resolución suena como algo bastante definitivo, algunos cabos sueltos aún quedarán por dirimirse en el futuro. Vamos a repasar esta truculenta historia desde el principio, intentando hacerla medianamente comprensible para aquellos que no somos expertos en leyes o copyrights, y echando un vistazo al que quizá haya sido el lado más oscuro en la creación de Superman.
1938, EL PRINCIPIO Y UN CHEQUE DEL QUE ARREPENTIRSE
En 1938 Jerry Siegel y Joe Shuster eran dos autores de comics muy jóvenes que pugnaban para que sus historias y personajes fueran del agrado del público. Complacían así a un grupo de avaros y a menudo descontentos editores que pese a todo, eran quienes les pagaban sus honorarios. Por todo ello, cuando por fin consiguieron vender una de sus más queridas y hasta entonces más despreciadas creaciones a la National Periodical Publications (futura DC comics) por un neto de 130 dólares y un contrato para suministrar material a la editorial, su alegría fue considerable. Poco imaginaban entonces la importancia de que con aquel cheque (recientemente subastado por 122.000 dólares) se fueran todos los derechos sobre su personaje y que aceptarlo se convertiría en una decisión que les pesaría toda su vida.
El éxito de Superman fue apabullante. Brutal. Inesperado. La joven industria del comic americano jamás había visto nada semejante. Los beneficios para la editorial comenzaron a ser impresionantes y Jerry y Joe también se beneficiaron de ello… hasta cierto punto.
En 1940, ambos eran autores bien remunerados, fuentes de la época hablan de que llegaban a embolsarse unos 75.000 dólares al año, una cantidad inusual y abultada para unos autores de comics, pero ridícula si la comparamos con los ingresos que el personaje estaba generando. Por aquellos años, los creadores ya renegociaron el acuerdo original acerca de los royalties que cobraban por el personaje, pero más que un acuerdo lo que se consiguió es un creciente malestar entre ellos y la compañía que desembocaría en una demanda que, en 1947, pretendió conseguir anular su contrato de 1938 y recuperar los derechos del personaje. Ese mismo año la pareja interpone una demanda por los derechos de Superboy, que consideraban una creación aparte y que entonces National estaba publicando, según ellos, sin autorización. Como consecuencia inmediata de las demandas ambos son despedidos y, lo que era peor, sus nombres fueron eliminados de las historias de Superman, negándoseles así el crédito artístico por la creación del personaje que nadie más podía merecer.
Aquella primera batalla legal acabará en 1948 cuando un tribunal de nueva york dictaminó que el contrato de 1938 debía ser mantenido. Sin embargo, un fallo del juez J. Addison Young les concedió los derechos de Superboy. Un mes más tarde, ambas partes llegaron a un acuerdo por el que National les pagaba a la pareja 94.000 dólares, con la condición de abandonar cualquier reclamación acerca de los derechos de Superman. La pareja aceptó, dejando por escrito su admisión de que los derechos de Superman eran de la DC para todas las formas de reproducción y presentación, tanto presentes como futuras. Pese al acuerdo, DC se negó a volver a contratarles y, para ambos creadores –especialmente Shuster–, comienzan años de dificultades económicas y un casi completo ostracismo profesional.
LOS 70. LAS ACTAS DE COPYRIGHT SE ESTIRAN COMO UN CHICLE
El acta de copyright de 1909 era una importante ley americana, aún en vigor en los años 70. Según esta, los derechos de explotación de un personaje tenían una validez de 28 años, con la opción de renovarse para otros 28 si no surgía ningún inconveniente ni reclamación al respecto. Siegel y Shuster tenían muchos inconvenientes al respecto del copyright de DC sobre Superman y en 1973 volvieron a plantear una demanda de propiedad argumentando que su cesión de los derechos era solo para 28 años y que no tenían intención de renovarla de ninguna manera. Pero en esta segunda batalla, la pareja volvió a recibir un veredicto negativo tanto en el primer juicio como en la apelación que se resolvió en diciembre de 1974
A lo largo de los años siguientes incluso la prensa se hizo eco de la paupérrima situación económica de los creadores de Superman, mientras que en DC una nueva hornada de autores y editores estaba en completo desacuerdo con el trato otorgado a los dos maestros. Por todo ello, Warner Communications les concede a ambos en 1975 pensiones vitalicias por valor de 20.000 dólares anuales además de seguros médicos. Jay Emmet, vicepresidente de Warner, llega a declarar que aunque no hay obligación legal, la empresa se siente moralmente obligada hacia la pareja. Pero más importante aún es que por fin, su crédito artístico les es devuelto y desde entonces el nombre de Jerry Siegel y Joe Shuster aparecerá donde quiera que se cuente una historia de Superman. Este sea posiblemente su mayor triunfo en los años de lucha legal.
Un año después, en 1976, la extensión del acta de copyright es prorrogada 19 años más, lo que hace que los derechos de un copyright puedan alcanzar un total de 75 años. Sin embargo con esta nueva extensión se añade una cláusula que permite a los creadores reclamar sus derechos, tal como Siegel y Shuster habían pretendido en 1973, durante estos últimos 19 años recién añadidos. Por tanto, Siegel y Shuster tendrían una nueva oportunidad de reclamar sus derechos en cuanto hubieran pasado los 56 años del acta de copyright original, con lo que nos plantamos en 1994. A esas alturas, el acta de extensión de copyright había vuelto a ser prolongada (por la Sonny Bono Act en 1988) alcanzando un total de 95 años, con lo que el plazo de posibles reclamaciones se extiende aun más. Lamentablemente, Joe murió en 1992 y Jerry un poco más tarde, en 1996. Su mujer Joan y su hija Laura reclamaron los derechos de su mitad de Superman en 1999. En 2004 Mark Peary, sobrino de Shuster, haría lo mismo con su parte.
UN SUPERMAN DIVIDIDO
En los primeros años de la década de los 2000, Warner intenta (y casi consigue) llegar a un acuerdo con la familia Siegel (recordemos que la de Shuster no entraría en liza hasta el 2004) pero finalmente este arreglo no se consigue y empieza la parte más dura de la batalla legal por los derechos del personaje.
Algunas voces culpan de la falta de acuerdo a Marc Toberoff, el abogado de la familia Siegel. Este personaje es un reputado abogado experto en cuestiones de copyright que ya había tenido sus más y sus menos con Warner en los 90 cuando había representado a Gilbert Ralston, el creador de la serie de tv “The Wild Wild West,” en una pugna que afectaba la (horrorosa) película del mismo título. A pesar de que la familia Siegel solo ha tenido buenas palabras hacia Toberoff, son muchos los que piensan que fue él quien les convenció de no aceptar ningún acuerdo y presentar sucesivas demandas por los derechos de Superman, ya que según él, el caso estaba ganado.
El mayor éxito de los Siegel y Toberoff llega en Marzo de 2008, cuando el Juez Larson de la corte del distrito central de California dictamina que Joan y Laura tenían efectivamente derecho a una porción del copyright de Superman. La sentencia no afectaba a los derechos internacionales y tampoco aclaraba cuestiones como la cantidad de dinero a percibir por los Siegel o si la cesión de derechos abarcaría también expresiones del personaje más allá de los comics. Lo que sí dejaba claro es que solo se garantizaban los derechos sobre los beneficios obtenidos a partir de 1999. En cualquier caso, la sentencia era un golpe muy duro para Warner y para la continuidad de Superman tal y como lo conocíamos. ¿Le seguiría interesando a Warner hacer películas sobre un personaje del que luego tenía que repartir beneficios? ¿Podía hacerse un Superman que no contara con los elementos básicos que aparecen en el Action Comics nº 1, que era sobre lo que tenían derecho los Siegel? ¿O podríamos llegar a encontrar dos supermanes distintos, el de DC y el que los Siegel quisieran hacer cediendo sus derechos a otra editorial o productora? La Warner, por supuesto, no se quedó quieta y sus legiones de abogados comenzaron a preparar una apelación.
Por si lo anterior fuera poco, los Siegel tramitaron asimismo otra terminación de copyright esta vez en 2002 y que afectaba al personaje de Superboy. Esta terminación es dirimida a su favor en 23 marzo de 2006. Sin embargo aquí también Warner contraataca y en Julio de 2007 la misma corte dicta otra sentencia que anulaba la de 2006. El litigio de Superboy aun continúa a día de hoy.
Pese a estar en proceso de apelación de la sentencia sobre Superman, Warner llega a un acuerdo con la familia para el reparto de los beneficios generados por “Superman Returns” y la serie de TV de Smallville, acuerdo que según los Siegel no se cumple y les lleva a demandar a la compañía una vez más. En Julio de 2009 el juez de distrito Stephen G. Larson les niega su reclamación y considera que Warner ha cumplido su parte del trato. Si bien, la sentencia dictaminaba que si Warner no empezaba una nueva película de Superman en 2011, los Siegel tendrían derecho a demandarles por daños y perjuicios.
Por otro lado, los herederos de Shuster no tuvieron tanto éxito. Su litigio también fue largo, pero en octubre de 2012 el juez de distrito Otis Wright sentenciaba que un acuerdo establecido en 1992 entre Jean Peavy (hermana de Joe Shuster) y DC/Warner eliminaba cualquier derecho de los shuster sobre el copyright del personaje. En dicho acuerdo, DC acordó pagar las deudas acumuladas por Joe Shuster y pagarle a Jean 25.000 dolares al año por el resto de su vida si renunciaba a cualquier reclamación por los derechos del personaje.
Aunque la sentencia puede ser apelada, el 50 por ciento de los derechos de Superman ya estaba en manos de DC. Faltaba la otra mitad, la de Siegel. La sentencia a favor de Toberoff y los herederos de este en 2008 aun pesaba y la apelación seguía pendiente. Warner basó dicha apelación en afirmar que en 2001 se había llegado a un acuerdo con los Siegel no muy distinto del alcanzado con Shuster en el 92 y que un aumento en los royalties por el personaje se había intercambiado por el abandono de las reclamaciones del personaje. Sin embargo según Toberoff este acuerdo nunca se había cerrado formalmente, y por tanto no tenía validez legal.
Como una parte más de esta batalla legal, Warner demanda a Toberoff acusándole de mala praxis y de haber empujado a los Siegel a romper el acuerdo de 2001 y comenzar su batalla legal en busca de beneficios. La corporación presenta documentos “misteriosamente” desaparecidos de las oficinas del abogado donde se demuestra el acuerdo alcanzado con los Siegel en 2001 y la presión ejercida por este sobre la familia. Aquí Laura Siegel sale en defensa de su abogado, e incluso escribe una carta abierta a los fans explicándoles su versión de los hechos y su determinación a continuar la lucha pese a la muerte de su madre y su delicada salud.
Y LLEGA EL FINAL: EL GANADOR DE LA BATALLA LEGAL, ES…
Finalmente, la sentencia de este jueves 10 de Enero de 2013 admite que el acuerdo con los Siegel de 2001 si tiene validez legal y que por tanto Warner solo estará obligada a pagar a los herederos del creador los royalties acordados. El otro 50 por ciento de Superman vuelve así también a DC comics.
Con las dos partes de derechos en sus manos, DC ha recuperado el completo control sobre el personaje y el derecho sobre todos los beneficios que “Man of Steel” y cualquier otra película con Superman pueda ofrecer. Es cierto que aún quedan cabos sueltos; falta por dirimir la disputa por Superboy, la sentencia sobre los Shuster puede ser apelada e incluso la de los Siegel podría ser llevada al Tribunal Supremo, pero ninguna opción parece demasiado viable u ofrecer demasiadas garantías de éxito. Las nubes sobre los derechos de Superman han desaparecido por primera vez en años y, al menos de momento, el sol brilla para Warner y DC comics.
Puedes comentar esta noticia en el Foro de Superman en español.
1938, EL PRINCIPIO Y UN CHEQUE DEL QUE ARREPENTIRSE
En 1938 Jerry Siegel y Joe Shuster eran dos autores de comics muy jóvenes que pugnaban para que sus historias y personajes fueran del agrado del público. Complacían así a un grupo de avaros y a menudo descontentos editores que pese a todo, eran quienes les pagaban sus honorarios. Por todo ello, cuando por fin consiguieron vender una de sus más queridas y hasta entonces más despreciadas creaciones a la National Periodical Publications (futura DC comics) por un neto de 130 dólares y un contrato para suministrar material a la editorial, su alegría fue considerable. Poco imaginaban entonces la importancia de que con aquel cheque (recientemente subastado por 122.000 dólares) se fueran todos los derechos sobre su personaje y que aceptarlo se convertiría en una decisión que les pesaría toda su vida.
El éxito de Superman fue apabullante. Brutal. Inesperado. La joven industria del comic americano jamás había visto nada semejante. Los beneficios para la editorial comenzaron a ser impresionantes y Jerry y Joe también se beneficiaron de ello… hasta cierto punto.
En 1940, ambos eran autores bien remunerados, fuentes de la época hablan de que llegaban a embolsarse unos 75.000 dólares al año, una cantidad inusual y abultada para unos autores de comics, pero ridícula si la comparamos con los ingresos que el personaje estaba generando. Por aquellos años, los creadores ya renegociaron el acuerdo original acerca de los royalties que cobraban por el personaje, pero más que un acuerdo lo que se consiguió es un creciente malestar entre ellos y la compañía que desembocaría en una demanda que, en 1947, pretendió conseguir anular su contrato de 1938 y recuperar los derechos del personaje. Ese mismo año la pareja interpone una demanda por los derechos de Superboy, que consideraban una creación aparte y que entonces National estaba publicando, según ellos, sin autorización. Como consecuencia inmediata de las demandas ambos son despedidos y, lo que era peor, sus nombres fueron eliminados de las historias de Superman, negándoseles así el crédito artístico por la creación del personaje que nadie más podía merecer.
Aquella primera batalla legal acabará en 1948 cuando un tribunal de nueva york dictaminó que el contrato de 1938 debía ser mantenido. Sin embargo, un fallo del juez J. Addison Young les concedió los derechos de Superboy. Un mes más tarde, ambas partes llegaron a un acuerdo por el que National les pagaba a la pareja 94.000 dólares, con la condición de abandonar cualquier reclamación acerca de los derechos de Superman. La pareja aceptó, dejando por escrito su admisión de que los derechos de Superman eran de la DC para todas las formas de reproducción y presentación, tanto presentes como futuras. Pese al acuerdo, DC se negó a volver a contratarles y, para ambos creadores –especialmente Shuster–, comienzan años de dificultades económicas y un casi completo ostracismo profesional.
LOS 70. LAS ACTAS DE COPYRIGHT SE ESTIRAN COMO UN CHICLE
El acta de copyright de 1909 era una importante ley americana, aún en vigor en los años 70. Según esta, los derechos de explotación de un personaje tenían una validez de 28 años, con la opción de renovarse para otros 28 si no surgía ningún inconveniente ni reclamación al respecto. Siegel y Shuster tenían muchos inconvenientes al respecto del copyright de DC sobre Superman y en 1973 volvieron a plantear una demanda de propiedad argumentando que su cesión de los derechos era solo para 28 años y que no tenían intención de renovarla de ninguna manera. Pero en esta segunda batalla, la pareja volvió a recibir un veredicto negativo tanto en el primer juicio como en la apelación que se resolvió en diciembre de 1974
A lo largo de los años siguientes incluso la prensa se hizo eco de la paupérrima situación económica de los creadores de Superman, mientras que en DC una nueva hornada de autores y editores estaba en completo desacuerdo con el trato otorgado a los dos maestros. Por todo ello, Warner Communications les concede a ambos en 1975 pensiones vitalicias por valor de 20.000 dólares anuales además de seguros médicos. Jay Emmet, vicepresidente de Warner, llega a declarar que aunque no hay obligación legal, la empresa se siente moralmente obligada hacia la pareja. Pero más importante aún es que por fin, su crédito artístico les es devuelto y desde entonces el nombre de Jerry Siegel y Joe Shuster aparecerá donde quiera que se cuente una historia de Superman. Este sea posiblemente su mayor triunfo en los años de lucha legal.
Un año después, en 1976, la extensión del acta de copyright es prorrogada 19 años más, lo que hace que los derechos de un copyright puedan alcanzar un total de 75 años. Sin embargo con esta nueva extensión se añade una cláusula que permite a los creadores reclamar sus derechos, tal como Siegel y Shuster habían pretendido en 1973, durante estos últimos 19 años recién añadidos. Por tanto, Siegel y Shuster tendrían una nueva oportunidad de reclamar sus derechos en cuanto hubieran pasado los 56 años del acta de copyright original, con lo que nos plantamos en 1994. A esas alturas, el acta de extensión de copyright había vuelto a ser prolongada (por la Sonny Bono Act en 1988) alcanzando un total de 95 años, con lo que el plazo de posibles reclamaciones se extiende aun más. Lamentablemente, Joe murió en 1992 y Jerry un poco más tarde, en 1996. Su mujer Joan y su hija Laura reclamaron los derechos de su mitad de Superman en 1999. En 2004 Mark Peary, sobrino de Shuster, haría lo mismo con su parte.
UN SUPERMAN DIVIDIDO
En los primeros años de la década de los 2000, Warner intenta (y casi consigue) llegar a un acuerdo con la familia Siegel (recordemos que la de Shuster no entraría en liza hasta el 2004) pero finalmente este arreglo no se consigue y empieza la parte más dura de la batalla legal por los derechos del personaje.
Algunas voces culpan de la falta de acuerdo a Marc Toberoff, el abogado de la familia Siegel. Este personaje es un reputado abogado experto en cuestiones de copyright que ya había tenido sus más y sus menos con Warner en los 90 cuando había representado a Gilbert Ralston, el creador de la serie de tv “The Wild Wild West,” en una pugna que afectaba la (horrorosa) película del mismo título. A pesar de que la familia Siegel solo ha tenido buenas palabras hacia Toberoff, son muchos los que piensan que fue él quien les convenció de no aceptar ningún acuerdo y presentar sucesivas demandas por los derechos de Superman, ya que según él, el caso estaba ganado.
El mayor éxito de los Siegel y Toberoff llega en Marzo de 2008, cuando el Juez Larson de la corte del distrito central de California dictamina que Joan y Laura tenían efectivamente derecho a una porción del copyright de Superman. La sentencia no afectaba a los derechos internacionales y tampoco aclaraba cuestiones como la cantidad de dinero a percibir por los Siegel o si la cesión de derechos abarcaría también expresiones del personaje más allá de los comics. Lo que sí dejaba claro es que solo se garantizaban los derechos sobre los beneficios obtenidos a partir de 1999. En cualquier caso, la sentencia era un golpe muy duro para Warner y para la continuidad de Superman tal y como lo conocíamos. ¿Le seguiría interesando a Warner hacer películas sobre un personaje del que luego tenía que repartir beneficios? ¿Podía hacerse un Superman que no contara con los elementos básicos que aparecen en el Action Comics nº 1, que era sobre lo que tenían derecho los Siegel? ¿O podríamos llegar a encontrar dos supermanes distintos, el de DC y el que los Siegel quisieran hacer cediendo sus derechos a otra editorial o productora? La Warner, por supuesto, no se quedó quieta y sus legiones de abogados comenzaron a preparar una apelación.
Por si lo anterior fuera poco, los Siegel tramitaron asimismo otra terminación de copyright esta vez en 2002 y que afectaba al personaje de Superboy. Esta terminación es dirimida a su favor en 23 marzo de 2006. Sin embargo aquí también Warner contraataca y en Julio de 2007 la misma corte dicta otra sentencia que anulaba la de 2006. El litigio de Superboy aun continúa a día de hoy.
Pese a estar en proceso de apelación de la sentencia sobre Superman, Warner llega a un acuerdo con la familia para el reparto de los beneficios generados por “Superman Returns” y la serie de TV de Smallville, acuerdo que según los Siegel no se cumple y les lleva a demandar a la compañía una vez más. En Julio de 2009 el juez de distrito Stephen G. Larson les niega su reclamación y considera que Warner ha cumplido su parte del trato. Si bien, la sentencia dictaminaba que si Warner no empezaba una nueva película de Superman en 2011, los Siegel tendrían derecho a demandarles por daños y perjuicios.
Por otro lado, los herederos de Shuster no tuvieron tanto éxito. Su litigio también fue largo, pero en octubre de 2012 el juez de distrito Otis Wright sentenciaba que un acuerdo establecido en 1992 entre Jean Peavy (hermana de Joe Shuster) y DC/Warner eliminaba cualquier derecho de los shuster sobre el copyright del personaje. En dicho acuerdo, DC acordó pagar las deudas acumuladas por Joe Shuster y pagarle a Jean 25.000 dolares al año por el resto de su vida si renunciaba a cualquier reclamación por los derechos del personaje.
Aunque la sentencia puede ser apelada, el 50 por ciento de los derechos de Superman ya estaba en manos de DC. Faltaba la otra mitad, la de Siegel. La sentencia a favor de Toberoff y los herederos de este en 2008 aun pesaba y la apelación seguía pendiente. Warner basó dicha apelación en afirmar que en 2001 se había llegado a un acuerdo con los Siegel no muy distinto del alcanzado con Shuster en el 92 y que un aumento en los royalties por el personaje se había intercambiado por el abandono de las reclamaciones del personaje. Sin embargo según Toberoff este acuerdo nunca se había cerrado formalmente, y por tanto no tenía validez legal.
Como una parte más de esta batalla legal, Warner demanda a Toberoff acusándole de mala praxis y de haber empujado a los Siegel a romper el acuerdo de 2001 y comenzar su batalla legal en busca de beneficios. La corporación presenta documentos “misteriosamente” desaparecidos de las oficinas del abogado donde se demuestra el acuerdo alcanzado con los Siegel en 2001 y la presión ejercida por este sobre la familia. Aquí Laura Siegel sale en defensa de su abogado, e incluso escribe una carta abierta a los fans explicándoles su versión de los hechos y su determinación a continuar la lucha pese a la muerte de su madre y su delicada salud.
Y LLEGA EL FINAL: EL GANADOR DE LA BATALLA LEGAL, ES…
Finalmente, la sentencia de este jueves 10 de Enero de 2013 admite que el acuerdo con los Siegel de 2001 si tiene validez legal y que por tanto Warner solo estará obligada a pagar a los herederos del creador los royalties acordados. El otro 50 por ciento de Superman vuelve así también a DC comics.
Con las dos partes de derechos en sus manos, DC ha recuperado el completo control sobre el personaje y el derecho sobre todos los beneficios que “Man of Steel” y cualquier otra película con Superman pueda ofrecer. Es cierto que aún quedan cabos sueltos; falta por dirimir la disputa por Superboy, la sentencia sobre los Shuster puede ser apelada e incluso la de los Siegel podría ser llevada al Tribunal Supremo, pero ninguna opción parece demasiado viable u ofrecer demasiadas garantías de éxito. Las nubes sobre los derechos de Superman han desaparecido por primera vez en años y, al menos de momento, el sol brilla para Warner y DC comics.
Antonio Monfort Gasulla para www.supermanjaviolivares.net
Puedes comentar esta noticia en el Foro de Superman en español.
Bien, genial, mi enhorabuena a DC/Warner.
ResponderEliminarAhora que el personaje ya es suyo al 100% ¿Podemos volver ya al traje de toda la vida, por favor? xD
No manches, yo soy de los que opino que el calzon por fuera no checa en un aspecto de realismo, hasta ahora ninguno de los heroes que en comic tienen el calzon por fuera o un uniforme extraño lo han tenido en las peliculas, salvo superman, y aunque muchos recordemos a CR tambien hay que aceptar que era muy caricaturesco
EliminarUN TRAJE DE LOS AÑOS 30.S DEL SIGLO PASADO EN PLENO SIGLO XX1 NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ disculpame pero me parecio horroroso tu comentario....saludos
EliminarInteresantísimo artículo sobre la largísima lucha entre los creadores de Súper y DC/Warner.
ResponderEliminarSabía que se encontraban en pleitos, pero desconocía que esto venía desde tan largo.
Al final la ardua batalla legal la gana Warner, así que esperemos que esto sea también una victoria para los fans y que podamos seguir disfrutando de Superman por muchos años más y en todos los formatos posibles.
Por supuesto, Jerry Siegel y Joe Shuster siempre serán los PADRES de nuestro querido personaje.
Mis felicitaciones por este estupendo artículo.
Como siempre el que mas dinero tiene gana... no se de cosas legales.. aunque el articulo aclara mucho! pero me gustaria que se les page lo que se les tiene que pagar a la familia de lo creadores!en honor del personaje que inventaron y lo que en si mismo defiende... justicia.
ResponderEliminarWarner gana... por que tiene legiones de abogados y millones de dolares en su cuenta y su codicia es infinita... esto es un negocio y es lo que hay... pero no significa que sea justo.
(Odio a Warner evidentenmente! y que acertaran con MOS no me hace olvidar la de disgustos que llevamos los fans durante años!!!y sin ir mas lejos como me REEE CAGE en ellos en diciembre con su contador!)
HERNAN.
pd: GRACIAS javi por estar siempre a la ultima!!! y el esfuerzo que haces!!! animo!!!! y a no aflojar eh!!!!
El mérito de este artículo es de Antonio Monfort, que es quien se ha dejado los cuernos estudiando este asunto para presentarlo de forma clara y legible. Al César lo que es del César.
EliminarPero sí, en SupermanJaviOlivares tengo al mejor equipo del PUTO UNIVERSO, jajajaja. :)
Jajajaja Muy bien! pos como bien dices al Cesar lo que es del Cesar!!! y mi enhora buena para el articulo super currado de Antonio!!! y extiendo mis felicitaciones por la pagina al resto de colaboradores!!!! ;)
EliminarHernan
La verdad es que a veces pienso que el personaje esta maldito, con todo lo que ha girado a su alrededor, todas las muerte y accidentes, el fracaso en taquilla de las ultimas versiones, que al publico no guste el personaje y prefiera a otros menos famosos como iron man y ahora esto, menos mal que al final ha salido bien la cosa. Si no fuera xk la magia no existe, diria que le echaron una maldicion a superman pero si es asi se rompera con MOS
ResponderEliminarSi JS vendio los derechos a DC y luego Warner compro los derechos de DC para hacer pelis y series de sus personajes, es normal que ganen
No creo que el personaje esté maldito, sino que todos quieren una tajada. Entiendo que los descendientes quieran una participación en las ganancias, pero pretenden beneficiarse económicamente siendo hermana y sobrina de uno de los creadores? Me parece mucho el dinero que les han pasado en los últimos años por no hacer nada, no escriben, no dibujan, no comercializan, no hacen nada por Superman.
EliminarY aclaro, por las dudas, que mi abuelo era compositor y que mientras estuvo vivo cobraba las regalías, pero que a mi no se me ocurriría hoy ir a reclamar nada, no me parece justo recibir dinero sin aportar nada.
Lore
Concuerdo totalmente contigo Lore, les doy todo mi reconocimiento a los autores por su lucha tan larga que tuvieron frente a DC por un trato justo, que si bien se llevaron también una buena tajada, no fue la que realmente les correspondía, pero que la familia se cuelgue de eso para vivir de ello no es justo. Habia leído en otra web una historia bastante detallada de este proceso sin embargo no encuento la URL, este es sin duda un gran aporte para entender y conocer lo último sobre este proceso legal.
EliminarUlises Lozano
¡Gracias, Antonio por aclarar el tema! :D Un post genial!
ResponderEliminarUn placer leer a este hombre. Apo-pósito, ¿cuando sale el siguiente de este colaborador?
ResponderEliminarPronto... De hecho, se va a ocupar de unas reseñas muy "animadas" durante este año... jejeje. ;)
EliminarDeclarandome tb Superfan del hombre murcielago, espero q gracias a esto DC/Warner ahora pongan toda la carne en el asador con Superman. Q ya toca!!
ResponderEliminarP.d. Hay litigios similares con muchos personajes DC? Pq eso esplicaria pq no hay tantas adaptaciones como Marvel.
Hasta donde yo sé, no hay casos equiparables al de Superman en DC. El caso de Siegel y Shuster sirvio de aviso y ciertos autores se cubrieron bien las espaldas antes de vender sus personajes. Es el caso de Bob Kane con Batman que tenía un amigo abogado al que consultó antes de la venta y vivió (bien) de su creación a pesar de que ni lo creo en solitario ni lo dibujo demasiado tiempo que digamos. Wonder Woman pertenece sin fisuras a DC pero sobre ella pesaba una clausula o un condicionante que venía a decir que si DC no publicaba algo de ella durante cierto tiempo, sus derechos pasarían a la fundación Marston (por William moulton Marston, su creador) lo que explica por qué nunca ha dejado de publicarse incluso en tiempos en que sus ventas eran más que escasas. Otros autores, la mayoría, tenían claro que trabajaban para una editorial y que no había mucho más que rascar si querían seguir comiendo. Fuera de DC ha habido lío con los herederos de Jack Kirby que han intentado sin mucho exito sacar tajada de las creaciones del "rey" y tienen algunos litigios abiertos. Especialmente raro es el caso del Capitán América donde tanto los herederos de Joe Simon como los de Kirby han intentado rascar algo, especialmente ahora tras la reciente película, de momento sin conseguir gran cosa. Por su parte el gran Stan Lee tambien ha tenido sus rifirafes con Marvel por su tajada de beneficios. Para todos estos casos (aunque cada uno es distinto) el reciente fallo de los Siegel sienta un precedente que no hace sino complicar las expectativas de beneficios para toda la tropa de herederos que pueblan el mundo.
EliminarGracias x tu respuesta Antonio. Pues teniendo el camino despejado, esperemos que se animen y nos llegue la esperada peli de JLA.
EliminarUn saludo.
Una historia tremenda!!! Ojala sea ya el final!!!
ResponderEliminarEl articulo es la leche, muy didáctico y explica bien todo el litigio legal. Quiero darle la enhorabuena desde aquí a Antonio por su titánico articulo.
ResponderEliminarConocía el litigio legal y sus derroteros pero gracias a Antonio me he enterado de datos que desconocía por completo.
Enhorabuena
Paco
Gracias a todos por la acogida del artículo. Me alegra muchísimo que haya sido util para entender un poquito mejor la maraña legal que tenía encima el personaje y gracias a Javier cuyo estupendo site nos sirve a todos de vinculo y vía de contacto.
ResponderEliminarcomo es q pueden festejar semejante injusticia?, La WARNER/DC, como toda Mega empresa, se dedica a CAGARSE en los creadores, lo q le han hecho a Siege y Shuster es imperdonable, SUPERMAN movio millones MILLONES y los creadores apenas vieron unos miles,.. LES PARECE BIEN Q LOS CRAEDORS DE SUPERMAN HYAN PASADO PROBLEMAS ECONOMICOS?? DEBERIAN HABER TENIDO ELLOS Y SUS FAMILIAS UN PASAR ECONOMICO ESPLENDIDO; Y NINGUN JUEZ FUE CAPAZ DE BENEFICIARLOS COMO CORRESPONDIA!!!! ES TERRIBLE, ES TRSITE;:::
ResponderEliminarel problema inicio en 1938, a los autores de Superman les gano el sueño de ver a Superman en papel, cobraron lo que les parecia correcto, ademas hay que recordar que en otras editoriales les cerraron las puertas y si ellos hubieran querido acordar algo a su beneficio, superman no existiria, por lo que considero que es un momento importante en la historia de Superman pero no uno para celebrar, es un caso en el que ninguno de los dos bandos merece ganar porque seria injusto
ResponderEliminarsaludos B1
Pero que habría pasado si Warner/DC hubieran perdido los derechos sobre superman?
ResponderEliminarRealmente eso no podía ocurrir, al menos no completamente. Aunque alguno de los herederos, o incluso ambos, hubieran ganado el control sobre su parte de los derechos solo tendrían derecho sobre los elementos que aparecian en el superman de la edad de oro. Nunca hubieran controlado el logo moderno de Superman, el poder del vuelo, la mayoria de sus enemigos... Sin embargo hubieran tenido potestad sobre elementos basicos como Clark, Lois, Krypton, el aspecto general del traje clásico etc.. La opción más obvia en ese caso hubiera sido llegar a un acuerdo económico con DC/Warner y a seguir como si nada. El problema en ese caso sería que para Warner no hubiera sido rentable o al menos mucho menos rentable que ahora hacer peliculas u otros productos de un personaje del que no podía obtener plenos beneficios, por tanto la producción de futuras peliculas, series o incluso comics de Superman habría estado en peligro. En caso de que el acuerdo entre las partes no llegará podría haber llevado a dos supermanes distintos; el de los herederos, que tendría lo básico y sería distinto en todo lo demás y el de DC que posiblemente se vería obligado a prescindir de elementos tan fundamentales como su origen kryptoniano, su traje o incluso su identidad de Clark Kent. Es dificil decir que habría pasado exactamente, pero el superman que conocemos hubiera desaparecido quizá para siempre para ser sustituido por algo muy distinto.
EliminarImpresionante articulo. Completo, magníficamente redactado y con una síntesis de un litigo dilatado en casi 70 años. Mis enhorabuenas ya que no he visto nada parecido ni en la lengua Shakespeare.
ResponderEliminarNo me da para festejar este fallo. Independientemente de mi amor por Superman, DC siempre fue miserable respecto a los derechos de autor. Obviamente no quisiera que nuestro superhéroe quedara sólo en manos de los Siegel, pero creo que podrían haber llegado a un mejor acuerdo pagando una suma considerable y no una "casi" limosna. Shuster y Siegel tuvieron la mala suerte de ser un poco más que adolescentes sin consciencia cuando aceptaron el cheque, pero no podemos aprobar que un monstruo grande como esta editorial se aproveche de la ignorancia de dos pobres pibes para hacerse multimillonaria. Eso es lisa y llanamente una ESTAFA.
ResponderEliminarRecién a comienzos de los 70, con la llegada de Jenette Kahn a la presidencia de DC, se tomaron en cuenta los royalties como equivalentes por las regalías de derechos de autor. Pese a todo, un creador como Alan Moore nunca poseyó los derechos de personajes como Watchmen...
Cerrando, el fallo creo que es una injusticia, pero (desde un punto de vista egoísta de fan) si no hubiese terminado así, no tendríamos novedades de Superman por mucho tiempo y quién sabe cuántos cambios más a sus orígenes tendríamos que soportar.
Abrazos desde Buenos Aires.
Miguel Hernández:
ResponderEliminarUna duda que tengo sobre la disputa por Superboy.Tengo entendido que esta disputa es lo que hace que DC no pueda editar los archivos del mismo,¿estoy en lo cierto? Y si esto es así ¿cómo se explica que sin embargo sí hayan salido series regulares? ¿Puede ser porque ya no usa el traje clásico?
Exactamente. El litigio va por la versión clásica del personaje, no por Conner Kent, quién fué creado en 1993 por Karl Kesel y Tom Grummett.
ResponderEliminarMoraleja? Mira bien lo que este por firmar, nunca se sabe lo que ocurrirá a futuro.
ResponderEliminarUna pregunta ¿cuanto tiempo duraran los derechos de autor para DC/Warner? tenia entendido que en un momento dado Superman sera del dominio publico y cualquiera podrá lucrar con el.
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