RESEÑA DE INJUSTICE: GODS AMONG US (AÑO 5) #23

INJUSTICE: GODS AMONG US (AÑO 5) #23

"CUMPLEAÑOS"

Guión: Brian Buccellato

Dibujo: Marco Santucci (color: Rex Lokus)

Reseña de Javi Olivares

RESUMEN

En la prisión del Régimen, Superman da a Sinestro una orden que no escuchamos, pero que parece sorprender (y sacar una malévola sonrisa) al ex Green Lantern.

En su refugio en Alaska, Bruce habla con Alfred por videoconferencia. Es el cumpleaños de Alfred, o al menos la fecha en la que habitualmente lo celebran –el mayordomo jamás ha revelado su verdadera fecha de nacimiento¬–. Bruce manifiesta sus dudas acerca de si su guerra contra Superman es adecuada o no. Cree que, en realidad, el mundo es ahora un lugar más seguro gracias al Régimen. Alfred le convence de que está haciendo lo que debe hacerse y que Superman es un asesino. Los dos se despiden cariñosamente.

Poco más tarde, el sistema de seguridad de la batcueva alerta a Alfred de un intruso. Alfred se encuentra allí cara a cara con Victor Zsasz, quien viene dispuesto a sacarle al mayordomo la información de dónde está Batman o a convertirlo en otra cicatriz más en el lienzo a la muerte que es su cuerpo. Alfred lucha contra él pero va recibiendo cuchilladas. Cuando le pregunta a Zsasz quién le ha enviado, éste le responde que “el demonio mismo” y le asesta un terrible corte en el abdomen.

No sabemos cuánto tiempo ha transcurrido, pero vemos a Damian bajar las escaleras de la batcueva cantando “cumpleaños feliz” y con un regalo en las manos, solo para encontrarse la dantesca escena de Alfred desangrado en el suelo.

CRÍTICA

Rectificar es de sabios, y vive Dios que Injustice ha corregido el rumbo de su Año 5 y lo ha puesto en la dirección correcta y a velocidad luz. Los últimos números han sido una concatenación de grandes momentos, y el de esta semana no se queda atrás. Con una increíble carga emocional vemos el que probablemente sea el final de Alfred, un personaje que, si bien no ha tenido un protagonismo específico en la colección, sí ha dado muy buenos momentos. Cada conversación suya con Bruce nos dejaba claro que hasta el murciélago necesita esa figura paterna que es para él Alfred, amigo, consejero, ayudante y psicólogo. Y ahora, con Alfred asesinado de esa forma tan cruel, es muy posible que Batman pueda verse abocado a actuar por impulso y venganza (acaban de arrebatarle a lo más parecido a un padre que ha tenido desde la infancia) y que cometa algún error. Justo lo que querría Superman, quien sin duda está detrás del asesinato como bien demuestra la escena inicial con Sinestro y la mención de Zsasz de que “lo manda el mismo demonio” (¿y quién se parece más al demonio… que Sinestro?).

Arte también muy competente a cargo de Marco Santucci, con muy buena expresividad, dinamismo, y una secuencia final de combate entre Zsasz y Alfred en la que cada cuchillada, nos duele. Eso sí, la portada (que es de David Yardin) me parece terrible, no por el dibujo en sí, que está bien, sino porque la primera impresión que transmite es que estamos ante un cómic de “300” o que, por alguna razón, Jerjes forma parte del universo Injustice. Que oye, todo puede ser. Pero va a ser que no, va a ser que es Zsasz pero dibujado de forma un tanto confusa. 

En definitiva, otro pasito firme en este último año de Injustice que mejora por momentos y que está empezando a llevar las situaciones al límite justo como cabría esperar. Con lo ocurrido hoy, podemos estar ante un muy interesante punto de inflexión y ante uno de los más execrables y malvados actos por parte de un Superman que ya ni se mancha las manos para matar. Ya hay ganas de ver la respuesta de Batman.

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