RESEÑA DE SUPERGIRL EPISODIO 1X19 "MYRIAD"

EPISODIO 1X19 "MYRIAD"

Fecha de emisión: 11-04-2016

Director: Adam Kane

Guión: Yahlin Chang y Caitlin Parrish

Reparto: Melissa Benoist (Kara/Supergirl), Calista Flockhart (Cat Grant), Mehcad Brooks (James Olsen), David Harewood (Hank Henshaw), Jeremy Jordan (Winn Schott), Chyler Leigh (Alex Danvers), Jenna Dewan Tatum (Lucy Lane), Peter Facinelli (Maxwell Lord), Chris Vance (Non), Laura Benanti (Alura), con Helen Slater como Eliza Danvers y Laura Vandervoort como Indigo.
Reseña de Javi Olivares

RESUMEN

National City se ha convertido en un peregrinaje de almas controladas por Myriad que ahora trabajan para los propósitos de Non e Indigo. Al no ser humana, Kara es inmune a la frecuencia de Myriad, y gracias a Max Lord, que ha creado un dispositivo que la bloquea, tanto él como Cat Grant permanecen también con sus mentes a salvo y se unen a Supergirl en la búsqueda de una solución.

Non se resiste a matar a Kara porque quiere verla sufrir, y la somete a una dura prueba en las oficinas de CatCo. Como muestra del poder de Myriad, Non hace que Winn, James y otra compañera de la oficina salten por la ventana y Supergirl solo puede salvar a Winn y James. Es una advertencia de lo que ocurrirá si tratan de detener el plan. Además, Kara va a la Fortaleza pero su primo está fuera de la Tierra, y la información que le proporciona el holograma de Alura sobre Myriad es desesperanzadora: una vez comenzado, Myriad no puede ser detenido. Incluso Superman, cuando regresa a la Tierra para ayudar, es inmediatamente controlado por la frecuencia kryptoniana, algo que Max explica por el hecho de que Superman se ha criado como un humano y por tanto piensa y siente como tal.

Max Lord es el único que tiene un plan de contención que consiste en una bomba de polvo de kryptonita que matará a todos los kryptonianos y a un 8% de la población de National City como daño colateral. Supergirl y Superman no podrían volver a la ciudad en 50 años por la radiación. El plan es terrible, pero Supergirl está tan desesperada que incluso se lo plantea hasta que Cat la convence de que lo que debe hacer es inspirar a la gente con esperanza, no dejarse vencer por el miedo. Y entre las dos, convencen a Max de que eso es lo correcto y desarrollan un plan B.

A todo esto, Alex y Hank han conseguido huir hasta Midvale, a casa de la madre de Alex, pero cuando ésta les dice lo que está pasando en National City deciden regresar. El marciano no quiere que Alex vaya con él, pero ésta insiste en ayudar si él bloquea el control de Myriad sobre ella con sus poderes mentales. Cuando llegan a la ciudad, Indigo los está esperando y pelea contra J’Onn, que debilitado por usar sus poderes para proteger a Alex, termina atravesado por Indigo y Alex apresada a la nave de Non, donde Indigo y él tienen otros planes mucho peores para ella.

Supergirl, Max y Cat se encierran en una vieja emisora desde la que pretenden contrarrestar la frecuencia de Myriad con una señal analógica que emita otro mensaje muy diferente. Apenas han comenzado a trabajar en ello cuando, en el exterior, llega una nueva amenaza para Supergirl. Y no es otra que Alex, ahora bajo el control de Myriad, con un traje de kryptonita y armada con la espada que mató a Astra. Non está a punto de saborear su dulce venganza obligando a que las dos hermanas luchen a muerte…

CRÍTICA

Excepcional episodio que, pese a algunos puntos que le impiden ser redondo, deja muy claro en el momento de la serie en el que nos encontramos. Un penúltimo episodio de temporada en el que el conflicto central de la misma queda en su punto más crucial y nos deja con un cliffhanger perfecto de cara al season finale.

El ritmo del episodio es trepidante, plagado de secuencias cortas e intensas generando una buena tensión ante ese peligro que parece imparable. Vemos a una Supergirl desesperada, dispuesta a plantearse incluso una decisión tan drástica como la de Max Lord que salvará miles de millones de vidas a cambio de unos pocos cientos de miles. Un dilema terrible pero muy realista, así como la secuencia en la que Non obliga a Supergirl a enfrentarse a un rescate imposible en el que no puede salvar a tres personas y solo puede quedarse impotente mientras observa morir a una. Sí, la menos relevante para la trama y la que menos va a importarnos como espectadores (que esto no es Juego de Tronos ni lo de Zack Snyder con Jimmy Olsen, hombre), pero a fin de cuentas tampoco parece que Kara haya decidido el orden de los salvamentos, sino que ha ido “recogiendo uvas” conforme se las encontraba.

También la evolución y comportamiento de los secundarios es muy acertada. Cat se convierte en la musa de una Supergirl que comprende que la esperanza debería vencer siempre al miedo. Max Lord da un paso hacia la bondad al comprender que Supergirl y Cat tienen razón. Alex y Hank siguen aportando esa excelente relación paterno-filial que los caracteriza. El problema quizá es Indigo, manipuladora de Non pero con muy poca entidad como villana como para tener tanto peso en esta historia, aparte de su caracterización cosplayera que, por más que nos guste ver a Laura Vandervoort envuelta en lycra, no salva su personaje. Y sin olvidarnos del pequeñísimo papel de un Superman que pasa por allí solo para ser controlado por Myriad por razones un tanto absurdas. Por cierto, ¿qué compañía telefónica tiene Superman, que puede enviar SMS’s desde el espacio? Y luego yo me quedo sin cobertura en la cocina de mi casa…

En definitiva, con muchas ganas de ver cómo cierra el círculo esta temporada y qué otros círculos abre de cara a una segunda que, en estos momentos, aun no se ha confirmado que se renueve. Y sería una pena que no lo hiciera, porque con sus virtudes y defectos, Supergirl es un show divertido, disfrutable, y muy, muy Superman que merece una oportunidad de seguir desarrollándose hacia nuevos horizontes. 

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