Qué gracia me hizo ayer cuando, en el telediario de la noche, dieron la noticia de que los superhéroes son una mala influencia para la juventud moderna. Ahora resulta que
"los superhéroes de hoy y los del pasado son muy diferentes", según una brillante experta norteamericana (
sigh). Así, ha explicado que el actual
"es demasiado parecido a un héroe de acción que utiliza la violencia sin parar, es agresivo, sarcástico y rara vez habla de la virtud de hacer el bien para la humanidad".
Además, ha destacado que cuando no están vestidos con su traje de superhéroe, "estos hombres -y cita como estereotipo de este machote malo a Iron Man-, explotan a las mujeres, hacen alarde de lujos y transmiten su virilidad mediante poderosas armas". Los héroes del cómic tradicionales luchaban contra el crimen,
"los niños los podían admirar y aprender de ellos, eran personas reales con problemas de verdad y muchas vulnerabilidades", ha asegurado la psicóloga. Psicóloga que, por lo que constato de la última frase, no ha leído los orígenes de Superman, en los que rompía cabezas, amenazaba, arrojaba a los malos contra las paredes, les destrozaba los aviones sin preocuparse de si morían al estrellarse, etc. Sí, un gran ejemplo para los niños, sin duda.
En fin, al menos nuestro querido Superman se libra de la quema. Y es que sus valores de Verdad, Justicia y
the American Way siempre tendrán cabida en la hipócrita y puritana sociedad norteamericana.
Fredric Wertham estará hoy contento en su tumba, porque, viendo el percal, dentro de cuatro días tenemos publicada la segunda parte de
Seduction of the Innocent. Ay, Dios...
Clic aquí para ampliar la información (de la
página de ABC.com)
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