RESEÑA DE SUPERGIRL EPISODIO 1X08 "HOSTILE TAKEOVER"

EPISODIO 1X08 "HOSTILE TAKEOVER"

Fecha de emisión: 14-12-2015

Director: Karen Gaviola

Guión: Roberto Aguirre Sacasa y Caitlin Parrish

Reparto: Melissa Benoist (Kara/Supergirl), CalistaFlockhart (Cat Grant), Mehcad Brooks (James Olsen), David Harewood (Hank Henshaw), Jeremy Jordan (Winn Schott), Chyler Leigh (Alex Danvers) Jenna Dewan Tatum (Lucy Lane) Laura Venanti (Alura/Astra) Chris Vance (Non)

Reseña de Antonio Monfort

RESUMEN

Acorralada por su tía Astra y sus seguidores, Supergirl recibe una paliza y escapa a duras penas de la emboscada consiguiendo llegar hasta la  DEO, donde su hermana Alex y Hank Henshaw, dudan de que sea capaz de desligarse del vinculo familiar para acabar con su tía si es necesario. Paradójicamente, Astra recibe el mismo tipo de reproche por parte del resto de Kryptonianos.

Mientras, en CatCo, las cosas tampoco andan demasiado bien. Una filtración informática ha sacado a la luz los correos electrónicos de Cat Grant y amenazan su posición dentro de su propia empresa. Gracias a su superoído, Kara sabe que todo es un complot de algunos miembros del consejo de dirección para acabar con su jefa. Con la ayuda de Winn y Jimmy así como el consejo legal de Lucy Lane, el equipo se enfrasca en la búsqueda de pruebas que ayuden a salvar a su jefa. Durante la búsqueda, Kara descubre que Cat tiene otro hijo, Adam, a cuya custodia renunció para poder avanzar en su carrera.

Por su lado, Astra reta públicamente a Supergirl y ambas luchan por toda la ciudad hasta que la malvada kryptoniana es derrotada por la joven de acero y llevada a la DEO para su encarcelamiento. Por desgracia, Astra solo se ha dejado atrapar para poder revelar a Kara que fue su madre quien la traicionó y que la utilizó a ella como cebo. La revelación deja destrozada a Supergirl quien se siente traicionada por todo cuanto ha ocurrido.

Pero el plan de Astra va más allá y mientras permanece retenida en el DEO un grupo de Kryptonianos atacan empresas Lord. Ni los esfuerzos de la gente de Maxwell Lord ni los de los agentes del DEO parecen ser suficientes para pararlos. Kara por su lado, tiene sus propios problemas. Ella y sus amigos han salvado a Cat Grant de tener que dimitir y de sus enemigos del consejo, pero la avispada periodista y empresaria ha averiguado que ella y Supergirl son la misma persona. Sin tiempo para digerir la noticia, Kara debe volar a Lord Technologies para salvar la vida de su hermana y de los pocos agentes del DEO que han sobrevivido al ataque. ¿Pero será capaz de pelear a la altura de Non y los otros Kryptonianos?

CRÍTICA

Supergirl se va de mid season con su trama en un punto álgido y poniendo todo cuanto puede de su parte para mantener la atención del público, pero ¿es suficiente para que el público siga con ella?

En ocho episodios, Supergirl se ha convertido en el equivalente femenino de lo que debería ser una buena serie de Superman. Tiene su propio Luthor, su propio Zod, su propio Perry White… ha presentado otros personajes del universo DC y ha plantado semillas para tramas que apuntan maneras de cara al futuro. No está nada mal en principio, pero hoy en día el espectador televisivo es más exigente que nunca y Supergirl no puede vivir de la misma clase de rentas que habría vivido hace solo diez o quince años. Más aun teniendo en cuenta que las exigencias de audiencia son mucho más elevadas en una cadena como CBS que en otras, como CW. Para ponernos rápidamente en situación, solo decir que el último episodio de la mid season de Arrow tuvo algo menos de tres millones de espectadores, mientras que Supergirl se acercó a los ocho. El del arquero esmeralda se considera un buen dato, el de la hija de Krypton no tan bueno. Y es que una cadena como CBS busca un público mucho más amplio que CW y aunque demográficamente ambos shows cumplen (atraen al tipo de público adecuado) la audiencia optima para Supergirl sería mucho más alta.

La serie ha apostado por traer de vuelta a la TV a los superhéroes al viejo estilo. Aquí no nos avergonzamos de los poderes, o de los trajes. Supergirl es luz y es optimismo old fashioned, apuntado hacia un público no habitual en el género como es el femenino. Quizá esa mezcla no haya acabado de cuajar del todo bien. Para quienes buscan acción les parece ñoña, y a quienes les interesan los lios amorosos les sobran alienígenas superpoderosos. Pero Supergirl ha sabido mantener un buen equilibrio entre las dos tendencias y aunque sigue en busca de su tono y quizá se eche de menos más fuerza en sus historias, todo hace pensar que se trata de una serie que si se le da suficiente margen puede aportar grandes cosas.

Como siempre en una serie de Greg Berlanti, uno de sus puntos fuertes son los personajes, aquí respaldado por un estupendo elenco de actores. Melissa Benoist clava la dualidad Kara/Supergirl con una brillantez que no se veía desde Christopher Reeve, y Calista Flockhart está construyendo una Cat Grant mucho más compleja e interesante de lo que parecía en un principio. Solo son dos ejemplos de un reparto solvente, suficiente como para soportar tramas complejas y ofrecer un tejido lo bastante rico como para aportar buenas historias.

Su punto débil ha sido hasta ahora la puesta en escena de ciertos personajes (Tornado Rojo no se olvida fácilmente) y unas tramas demasiado episódicas para la televisión moderna, pero no es nada que no pueda mejorar con un mínimo de tiempo.

El episodio 8 no ha sido exactamente una culminación, sino más bien un interesante punto y seguido. Todo está abierto, están pasando cosas y ese es el mejor diagnóstico que una serie podía tener. Supergirl está acelerando. Está claro de que aun no lo ha hecho lo suficiente, pero si le dan tiempo nadie podrá detenerla.

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