6 COSAS QUE QUIZÁ NO SABÍAS DE SUPERMAN (VOL. XIII)

-El actor Josh Hartnett asegura que su carrera fue destruida cuando rechazó protagonizar Superman Returns (Bryan Singer, 2006), lo cual fue recibido como una ofensa personal por su agente, que "había trabajado mucho para conseguirme un papel que yo no le había pedido", y dejó de conseguirle audiciones como venganza.

-En el cómic Superman: The Wedding Album, de 1996, Lois y Clark contraían por fin matrimonio en la Catedral de Metropolis. La ceremonia estuvo llena de easter eggs en los que podíamos ver a los dibujantes y guionistas de Superman de la época como invitados en la iglesia, y el sacerdote que los casó no fue otro que el guionista Jerry Siegel, co-creador de Superman.

-Y hablando de bodas, es tradicional que cada aniversario de boda se asocie a un elemento. No solo las conocidas bodas de plata (25º aniversario) o de bodas de oro (50º), sino que cada año tiene relacionado un elemento y se supone que trae buena suerte que los novios se regalen algo de ese material. Pues bien, según la Wikipedia, al celebrar los 150 años de casados una pareja estaría celebrando sus... bodas de kryptonita. No es de extrañar que hayan elegido este elemento para tan tardío aniversario, porque ¿qué pareja no kryptoniana viviría para celebrar tantos años de matrimonio?

-En el planeta Krypton se practicaba un arte marcial basado en el control mental aunque en algunas otras historietas se le ha considerado como la variante kryptoniana del Yoga. Se llamaba Tor-Quasm-Vo. Superman llegó a convertirse en todo un experto.

-Y ya que hablamos de artes marciales, según su primera aparición en Action Comics 471 (Junio de 1977), la villana Faora (cuyo nombre completo es Faora Hu-Ul) era maestra en el arte de lucha kryptoniano Horo-Kanu, una técnica de combate basada en el ataque sobre los puntos de presión del cuerpo kryptoniano capaz de provocar en dicho cuerpo extrañas reacciones y movimientos incontrolados.

-En las películas protagonizadas por Christopher Reeve, Superman ha hecho gala de absurdos y extravagantes poderes: En Superman II, un beso capaz de borrar la memoria a conveniencia; también en Superman II se arrancaba el escudo del pecho y lo empleaba como una especie de red plástica que desaparecía a los pocos segundos; o el más desternillante, en Superman IV: En Busca de la Paz: la visión materializadora de ladrillos que usaba para reconstruir la Muralla China.

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