OFF TOPIC: EVIL DEAD, EL MUSICAL

Los que me conocéis un poco, sabéis que además de Superman -que es mi gran pasión-, también soy un gran aficionado al cine. Me gustan todos los géneros, pero siempre he sentido debilidad por el terror y la ciencia ficción, y más aún por esos clásicos inmortales de los ochenta que prácticamente dieron forma al género. Por eso hace años decidí empezar con el programa de radio La Zona Fantasma, que ahora continúo como Más que Cómics en Mislata Radio. Para mí es un portal diferente desde el que compartir otra afición que seguro muchos también compartís. 

Dentro de esos clásicos ochenteros, hay uno al que hay que hablarle de usted: Evil Dead (mal traducida aquí en España como Posesión Infernal), film de Sam Raimi estrenado en 1981 a partir de un cortometraje también de Raimi titulado Within the Woods. La historia de Evil Dead era sencilla y hoy en día mil veces vista: un grupo de amigos en la veintena deciden pasar un fin de semana en una cabaña en medio del bosque. Allí encontrarán un libro antiguo (el Necronomicón) y un magnetófono, y por accidente despertarán una fuerza maligna que los irá asesinando y poseyendo uno por uno. Nada sorprendente, pero en la forma de contarlo y en lo explícito de las imágenes fue donde residió su éxito. Raimi rodaba con un estilo peculiar, la atmósfera de la película era angustiosa y las escenas de gore, insólitas para la época. Bruce Campbell, amigo de Raimi y protagonista de la cinta, se convirtió automáticamente en un icono del terror de serie B, estatus que siguió alimentando durante las dos secuelas de la película (una secuela-remake llamada Terroríficamente Muertos y una última parte cómico-terrorífica conocida como El Ejército de las Tinieblas) e incluso llegando a burlarse de sí mismo en películas autoparódicas como la reciente My name is Bruce.

Es por todo esto que, cuando un fan de la saga Evil Dead como yo se entera de que existe una adaptación escénica en forma de musical, su sorpresa es mayúscula. Y más aún cuando descubro que un grupo de arriesgados emprendedores han decidido traerse ese musical a España y adaptarlo a nuestro idioma para estrenarlo en Kinepolis Madrid, sala 18. Era algo que en Más que Cómics no podíamos perdernos. Y allí que acudimos, a la premiere del 30 de octubre, dispuestos a ver qué habían hecho con nuestro amado clásico. Miedo nos daba... porque Evil Dead es mucho Evil Dead. 

Pero resulta que Evil Dead, El Musical, también es mucho Evil Dead. 

La adaptación original de la película a musical corre a cargo de George Reinblatt, un hombre de aspecto afable y simpaticote que creó la obra por pura afición, estrenándola en un pequeño local y viéndose rápidamente desbordado por su éxito. La versión española ha sido dirigida por Chemari Bello con César Belda en la dirección musical y un texto adaptado por Félix Ortíz y Salvador Toscano. La obra es una fusión de la primera y segunda película, con ciertos guiños a El Ejército de las Tinieblas. Predomina la comedia y la sobreactuación premeditada de todos los actores, en un intento porque todo lo que vemos nos parezca deliberadamente cutre, de serie B, como un homenaje a la saga original. Los personajes están estereotipados hasta el extremo, lo cual los hace aún más divertidos y caricaturescos. Los escenarios (principalmente la cabaña) y el atrezzo, nunca pretenden transmitir credibilidad sino todo lo contrario. No busquéis realismo, sino diversión. Porque pese a los litros de sangre que corren por el escenario (algo de lo que ahora hablaremos), Evil Dead, El Musical, ofrece un par de horas de diversión. Y respecto a la sangre, pese a ser una comedia, esta adaptación no repara en casquería sin perder nunca el toque de humor. La gran novedad de este show es la llamada splatter zone o zona de salpicaduras. Las cinco primeras filas no podrán librarse de acabar salpicadas de sangre en el último acto, lo cual hace aún más divertida la experiencia si eres de los que no te importa salir pringado de la sala (y tranquilos, que la sangre sabe a chocolate). 

La historia de la película se narra estupendamente a través del texto y las canciones. Temas divertidos y relativamente blancos como Vamos de excursión, Vendedor de amor, o Únete se alternan con otros muchísimo más gamberros como Maldita zorra (¡¡tremendo!!), ¿Qué coño ha pasao?, Mola destripar, o el número estrella, Necronomicón. Canciones pegadizas que no podrás evitar seguir tarareando y que incorporan muchos gags y bromas hábilmente localizadas para el público español. 

Y en la parte interpretativa es donde Evil Dead, El Musical, tiene su mayor baza. Otra novedad de este espectáculo es que dispone de un doble reparto que se va alternando en cada función. El papel principal, el del antihéroe Ash, recae sobre Pablo Puyol y David Ordinas, dos tremendos vozarrones del panorama musical español. En la premiere a la que asistimos nosotros fue Pablo el protagonista, y sin duda su presencia escénica es impresionante, y construye un Ash en clave de parodia con el que te lo pasas realmente bien. Mención especial también merece Sergio Arce en el papel de Scott, que roba gran parte de la función con su humor guarro y deslenguado (creedme, os resultará imposible volver a ver la película original y no reíros con cada aparición de Scott), y Elsa Álvaro como Cheryl, la primera poseída y protagonista de una desternillante escena de violación arborícola. De lo mejor del show. 

En definitiva, en estos tiempos de remakes y falta de originalidad, una apuesta como la de Evil Dead, El Musical, es más que de agradecer. Con precios que oscilan entre solo los 10 y los 20 euros -no mucho más caro que ir al cine-, el plus de ver una obra en directo, con un estupendo elenco sobre el escenario y un concepto totalmente diferente al clásico teatro musical, Evil Dead, El Musical, seguro que te convencerá. Si ha convencido a unos reticentes fans de la saga como nosotros, todo es posible. 

Javier Olivares Tolosa

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