RESEÑA DE SUPERMAN #4 (OCTUBRE 2016)

SUPERMAN #4 (Octubre 2016)

"EL HIJO DE SUPERMAN: PARTE 4"

Guión: Peter J. Tomasi y Patrick Gleason

Dibujo: Patrick Gleason y Mick Gray

Reseña de Javi Olivares

RESUMEN

Superman intenta contener al Erradicador mientras Lois trata de ponerse a salvo con Jon. El hijo de Superman quiere ayudar a su padre por todos los medios y se siente responsable por lo que está ocurriendo. Lois le dice que él tiene lo mejor de la Tierra y de Krypton, Jon se ajusta su chaqueta con el escudo de la S y acude en ayuda de Superman. De un golpe combinado lo derrotan, pero no podían imaginar lo que iba a suceder a continuación…

Y es que al recibir el golpe, el Erradicador deja salir de su cuerpo las almas de los que perecieron en la explosión de Krypton, almas que había conservado él en su interior. Los espíritus se sienten atraídos por un pedazo de roca con kryptonita en la taberna Ace O’Clubs de Bibbo, y la pelea se complica al estar afectados por la kryptonita Superman y Jon. Inconsciente, Superman habla con su padre Jonathan y puede ver a los espíritus kryptonianos, que se sienten libres y quieren ayudarlos. Pero el Erradicador está a punto de reabsorberlos en su cuerpo y cargar de nuevo su poder al completo.

Clark no tiene más remedio que urdir un nuevo plan. Metiendo a Lois y Jon en una cápsula submarina, vuela en dirección a la Luna.

CRÍTICA

Aunque me ha resultado un poco más confuso de leer que los números anteriores, el número de esta semana vuelve a ser un episodio muy interesante dentro de la historia de “El hijo de Superman” que está desarrollándose en la colección principal de nuestro querido hombre de acero. Un hombre de acero que por fin vuelve a parecer tal cosa, después de mucho tiempo en el que no hemos sabido muy bien ni qué era ni por dónde nos iba a salir. 

Manteniendo un muy agradable tono noventero, la historia incorpora este mes elementos casi sobrenaturales con esa “tormenta de almas” que el Erradicador guardaba en su interior. Esta es la parte que, como os decía, me ha parecido menos clara, pero parece ser que la fuente de poder del Erradicador son esos espíritus kryptonianos que absorbió cuando el planeta moría. Siguen los pequeños guiños al fan de siempre como la inclusión como escenario nada menos que de la taberna de Bibbo, dando la sensación de que estamos viviendo una suerte de spin of de las aventuras del Superman de los noventa, justo lo que veníamos necesitando como el comer por estos lares.

El dibujo de Gleason continúa siendo una gozada, sus viñetas están cargadas de fuerza y brilla como pocos en las escenas de acción sin dejar de dotar a los personajes de expresividad y cuidando los fondos y el entorno. 

Con todo, y aunque este es el episodio que menos me ha gustado de Superman de los pocos que llevamos, eso no quiere decir que haya dejado de ser una buena colección. Al contrario, la historia sigue con paso firme y añadiendo nuevos elementos, desarrollando a los personajes y colocándolos poco a poco en el sitio que les corresponde (pena de Lois por el momento, que en este número tiene un breve momento alentador pero sigue sin brillar como personaje por sí misma), y con un aspecto visual fantástico. Por exigir que no quede, pero en estos instantes no podemos quejarnos.

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