Esta semana hemos conocido la triste noticia de la desaparición de otro de esos maestros, quizá hoy poco conocidos, pero que con su trabajo en este negocio ayudaron a hacer un poquito más grande este magnífico universo de ficción que es DC Comics.
Murphy Anderson ha muerto a los ochenta y nueve años y no se han dado detalles acerca de la causa de su deceso, aunque ya era conocido que llevaba tiempo con muy mala salud y declinando las invitaciones a aparecer en las grandes convenciones de cómic.
Aunque fantástico con los lápices, a este gran artista nativo de Carolina del Norte se le conocía especialmente por su trabajo como entintador, siendo el acompañante gráfico de títanes de la casa como Carmine Infantino o muy especialmente para los fans de Superman, Curt Swan.
Pero mucho antes de alcanzar renombre con estos trabajos, Anderson ya era un artista consumado. Sus primeros pasos en el mundo del cómic los da en los años 40 dibujando títulos como Suicide Smith, Sky Rangers o Star Pirate pero su primer trabajo recordado es cuando se convirtió en el dibujante de las tiras sindicadas del mítico Buck Rogers.
Aunque ya había tenido algún trabajo previo con ellos, su etapa más duradera y definitiva en DC comics será a partir de la llamada edad de plata, donde empezó dibujando Captain Comet en la serie Strange Adventures. Más tarde y junto con John Broome creó a los Atomic Knights quienes en varias ocasiones describió como sus personajes favoritos. Más recordado sin embargo, fue su trabajo junto a Gardner Fox en las páginas de Hawkman, donde ambos crearon al personaje de Zatanna. No fue el único. Anderson también diseñó el traje de Adam Strange y dibujó como nadie al Espectro cuando éste reapareció en la mencionada edad de plata.
A ese respecto el también entintador Arelen Schumer decía entre otras cosas y a propósito de su muerte: “… Considero al equipo Infantino/Anderson una combinación de talento fundamental que sobrevivirá al paso del tiempo, junto con otros como Colan y Palmer, Swan y Klein o Kirby y Sinnot. De todos los personajes a los que Anderson dió su aspecto distintivo siempre consideraré al Espectro como su gran obra, ya que parecía crecerse atísticamente con ese personaje más que con ningún otro…”
A mediados de los sesenta, Anderson había dejado DC para trabajar nada menos que con Will Eisner en la revista PS Magazine, una revista informativa para las fuerzas armadas. Durante su periodo de ausencia Julius Schwartz había sustituido a Mort Weissinger como editor de la línea de títulos del hombre de acero y en una genial decisión propia de su inmenso talento, Schwartz le pide a Anderson que entinte el trabajo de Curt Swan. Éste lo hace. Al principio, solo unas pocas portadas, luego episodios completos, y muy pronto su trabajo en la ahora llamada “edad de Bronce” les convertirá en inseparables y definirá la imagen del hombre de acero en los años 70. Fue el Superman de Curt Swan y Murphy Anderson al que miraron Richard Donner y Christopher Reeve para su película.
Aparte de por sus méritos artísticos, Murphy Anderson aportó también importantes innovaciones técnicas a la industria, como por ejemplo la introducción del tamaño estándar de las páginas de 10 por 15 pulgadas que permitía fotocopiar dos páginas al mismo tiempo, con el consiguiente ahorro de tiempo y dinero que ello conllevaba y que rápidamente fue adoptado por toda la industria.
Dentro de esa línea de innovación creó en 1973 su propia empresa; Murphy Anderson Visual Concepts desde la que ofrecía servicios de separación de color y rotulación para las publicaciones.
Su retiro y el último tramo de su vida estuvieron jalonados, como suele ocurrir, de reconocimientos y premios, colocando a Murphy Anderson en el lugar que se merece entre los grandes del gremio.
En pocos meses, Batman v Superman arrasará en las taquillas de todo el mundo y miles de fans y no tan fans disfrutaremos de nuevo de las aventuras de estos personajes. Esos mismos personajes que hoy son parte de nuestra cultura social y arrastran a millones de personas y aun más millones de dólares, no existirían sin la labor callada, ardua y a menudo ingrata que durante años gente como Murphy Anderson llevó a cabo. A todos esos artistas callados y a menudo ignorados les deberemos siempre que nuestros personajes hayan llegado hasta nuestros días y estén aquí alimentando nuestras vidas y esperanzas, por eso, a Murphy y a todos los que fueron como él nunca les diremos demasiadas veces: GRACIAS.
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Antonio Monfort Gasulla
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Gracias Antonio . Por tu reseña de este gran artista que nos hizo participe de muchas historias, en mi caso de las de Superman,. Hoy en dia en que el dibujo y colorido de Superman deja mucho que desear, se extraña mas que nunca un tremendo artista con Murphy Anderson , quien en compañia de Curt Swan estaran grabados para siempre en la memoria de quienes gozamos y disfrutamos con su trabajo. Descansa en paz querido Maestro. Juan Chile
ResponderEliminarGRACIAS Murphy Anderson por todo. Descanse en paz. Fue, es y será un gran artista que siempre merece ser recordado.
ResponderEliminarBuen post de dedicación. Gracias equipo Supermanjaviolivares.