SUPERMAN Y SPIDER-MAN: LOS HÉROES Y EL HOLOCAUSTO (1981)

Tras el éxito del cómic publicado en 1976 en el que Superman se enfrentaba a Spider-Man para después acabar uniendo sus fuerzas para combatir a Lex Luthor y Octopus, las compañías Marvel y DC Comics no tardarían en repetir tan rentable encuentro. En 1981, presentado también en formato tabloide (treasury size), se publicaba el segundo team up entre los dos iconos del cómic, que en esta ocasión se llamaría Superman and Spider-Man, y la historia fue titulada Los héroes y el holocausto. El cómic contaba con 64 páginas (con portadas), con un guión de Jim Shooter, y dibujo de los personajes de John Buscema con entintado de Joe Sinnott. En el entintado de los fondos participaron Terry Austin, Klaus Janson, Bob McCleod, Al Milgrom, Steve Leialoha, Walt Simonson, Bob Layton, Joe Rubinstein y Bob Wiacek. La preciosa portada fue diseñada por John Romita y dibujada por Bob Larkin. 

Hay que mencionar que hubo una edición española a cargo de la editorial Bruguera en 1981 (muy rara y en formato gigante igual que el original), y otra reimpresión americana en 1995 en una edición de coleccionista en formato comic book estándar. La portada que reproduzco aquí es la de la edición original, cortesía de mi amigo Mariano Bayona Estradera.

   
Y sin más, a continuación podéis leer la historia de aquel mítico segundo y hasta la fecha último encuentro entre los dos héroes más emblemáticos de la historia del cómic.

En lo que parece una noche tranquila de patrulla en Nueva York, Spider-Man se enfrenta a unos ladrones armados con impresionantes láseres. El Hombre Araña los reduce, pero la policía, alertada por una llamada anónima, irrumpe en la escena y, como siempre, intenta detener también a Spidey, que tiene que huir. Después vemos como en una guarida subterránea, el doctor Víctor Von Doom es quien ha alertado a las autoridades para que la presencia de Spider-Man no estropeara su plan.

Doom habla en voz alta para sí mismo (NOTA: algo muy propio de los villanos...) sobre un proyecto definitivo que le va a permitir dominar por fin el mundo, algo llamado Proyecto Omega. Y al parecer, en esos momentos su plan está contando con la colaboración no voluntaria de uno de los seres más fuertes del mundo: Hulk.
 
En Metropolis, Hulk ha aparecido en la ciudad realizando increíbles destrozos, presa de una furia incontrolable. Clark Kent trata de escabullirse de sus obligaciones en Galaxy, y al final lo consigue y se cambia a Superman, saliendo en busca de la criatura. Cuando la encuentra, Hulk está fuera de control y ataca a Superman, que se defiende. Pero la actitud de Hulk parece apuntar a que hay alguien detrás de todo, controlándolo de algún modo. Hulk le da un tremendo puñetazo a Superman, lanzándolo a kilómetros de distancia.

En ese momento, Peter Parker llega a la ciudad de Metropolis en autobús para tratar de conseguir alguna buena foto de la noticia para venderla al Daily Bugle, y rápidamente se cambia a Spider-Man y encara a Hulk. Pero inmediatamente llega de nuevo Superman, que esta vez se prepara y soporta sin moverse los duros golpes de Hulk, mientras aprovecha el tiempo para descubrir que un diminuto transmisor está lanzando una señal en los oídos del gigante verde que lo está volviendo loco y causándole esa agresividad descontrolada. Superman destruye el transmisor y en pocos segundos logra calmar a Hulk, que se convierte de nuevo en el desdichado Dr. Bruce Banner. Superman deja a Banner en manos de los científicos de S.T.A.R. Labs, y se aleja volando aclamado por la multitud (para sorpresa de Spidey, que se admira de la reacción que provoca en la gente en contra de la que él despierta, de desconfianza).

El ataque de Hulk a la ciudad obedecía a un propósito oculto del Doctor Doom, quien estaba detrás de su control: uno de sus certeros golpes en el suelo ha abierto una grieta por la que ha podido escapar de una celda subterránea uno de los más peligrosos enemigos de Superman: el Parásito, con el poder de absorber las energías de quien le rodean y reproducir sus poderes. Parásito sale medio muerto pero absorbe a distancia el poder de Peter Parker y consigue fuerzas para escapar. Peter conoce a Jimmy Olsen, que lo lleva al Planet para que venda sus fotos de la pelea. Peter se asombra de lo amable que son allí, mucho más que J.J.J con él. Y además conoce a Lana Lang, que le gusta inmediatamente, aunque no conseguirá nada con ella.

Mientras, Clark se coge unos días libres pese a la oposición de su jefe, Morgan Edge, y sigue investigando como Superman. Las pistas le conducen a la embajada de Latveria, donde manda el malvado Víctor Von Doom. En la embajada, Doom manifiesta claramente que su intención es dominar el mundo, pero se vale de su inmunidad diplomática que lo hace intocable. Doom posee un pedazo de kryptonita y ataca a Superman, que logra salvarse gracias al plomo del suelo, que usa como escudo para lanzar la kryptonita al Sol, y después se marcha tras advertir a Von Doom que acabará entre rejas. Como parte de su plan para evitar que Doom pueda atacar a los amigos de Superman, Clark decide irse a Nueva York y convertirse en el señuelo del villano. Allí pedirá trabajo como freelance en el Bugle, y Jonah Jamieson se lo concede encantado. Al mismo tiempo, Peter trabaja para el Planet, donde aparte de la amistad de Jimmy y tratar de ligarse (sin éxito) a Lana, tendrá que soportar las bromas del impertinente Steve Lombard. Aunque Spidey también le dará un escarmiento después…

Las investigaciones de Superman continúan, mientras que numerosos accidentes se suceden en la ciudad de Nueva York y él los impide. Incuso el Bugle parece alegrarse de la llegada del nuevo héroe “de verdad”. Por su parte, el doctor Doom revela que tiene a Hulk capturado en un tubo de estasis, a la espera de capturar a otro sujeto y continuar con su plan.

En Metropolis, una noche de patrulla conduce a Spider-Man a un edificio en construcción, y su sentido arácnido le alerta que bajo las obras hay algo más. Encuentra una guarida subterránea de alta tecnología, y a nada menos que Wonder Woman luchando contra los hombres de Doom. Wonder Woman es finalmente abatida, y Spider-Man sigue a los hombres que se la llevan. Parásito la espera ansioso para absorber su poder, pero Von Doom se lo impide. Doom le cuenta entonces la magnitud de su Proyecto Omega: con estaciones situadas estratégicamente por todo el mundo y camufladas incluso para los poderes de Superman, piensa emitir una radiación que eliminará todos los combustibles fósiles y atómicos del mundo, dejando al planeta sin fuentes de energía y sumidos prácticamente en la Edad de Piedra. Cuando el caos reine, Doom se convertirá en soberano del mundo ofreciendo su reactor de fusión, que no utiliza ningún combustible y puede abastecer de energía a todo el planeta. Y Parásito, a quien Doom va a hacer que sea capaz de absorber el poder de Superman, Wonder Woman y Hulk, sería su segundo al mando. No obstante la intención de Parásito es traicionarlo una vez que haya conseguido tanto poder.

Spider-Man lo ha escuchado todo, y en ese momento llega Superman, que le dice a Spidey que se ocupará de todo, y que “esto es un trabajo para Superman”. Spider-Man se queda fuera, pero ha oído que Doom tenía un plan de reserva contra Superman y decide ir detrás. Superman encuentra a Doom y Parásito y derrota a éste con facilidad. Doom lanza contra él un robot casi indestructible que da problemas al Hombre de Acero, pero por suerte aparece Spidey y entre los dos logran destruirlo. Spider-Man lucha contra Parásito, que le drena la fuerza hasta que ya no puede seguir, y Superman tampoco lo está pasando bien, ya que el plan de reserva de Doom se hace patente: durante la visita en la embajada, hace días, Doom impregnó la ropa de Supes con microscópicas partículas de kryptonita recubiertas de plomo, y ahora le lanza un láser que las libera, y Superman cae desplomado con todo el cuerpo cubierto de polvo verde de kryptonita. Los dos héroes son derrotados y capturados.

Cuando recobra el conocimiento, Spider-Man se encuentra encadenado y sin fuerzas. Superman está cubierto del polvo de kryptonita, así que Spidey usa sus lanzaredes para cubrirlo y arrancar de él todo el polvo que puede sin ser visto. Mientras, Parásito está siendo preparado para absorber los poderes de Hulk, Wonder Woman y Superman, pero sin saber la auténtica intención de Doom: su reactor de fusión es muy inestable y amenaza con estallar en una explosión cataclísmica que puede destruir todo el planeta. El plan de Doom es engañar a Parásito para que crea que va a poder soportar todo el poder absorbido, pero en realidad Doom ha calculado que el cuerpo de Parásito, incapaz de albergar tanta energía, se transformará en un cristal energético que estabilizará su núcleo de fusión. Pero Parásito detecta el peligro con el último vestigio del sentido arácnido robado a Spidey y lucha contra Doom. En ese momento Superman y Spider-Man aparecen, libres gracias al plan de Spidey que ha liberado a Superman de la kryptonita, y luchan contra los villanos. Pero el reactor comienza su fusión y está a punto de explotar, así que Superman se mete dentro de él y trata de detener su proceso mientras que, fuera, Spidey intenta invertir el holocausto desde la consola de mandos. Cuando parece que todo está perdido, Superman está perdiendo las fuerzas y el mundo va a perecer en una explosión terrible, Spider-Man logra detener la máquina y salvan la situación. De un puñetazo, Superman deja fuera de combate a Parásito, pero Doom logra escapar hasta la embajada de Latveria, donde una vez más su inmunidad diplomática lo mantiene a salvo de la cárcel. Los dos héroes se despiden una vez más.

Al día siguiente, en Metropolis, Clark regresa a Galaxy donde es bien recibido con su historia sobre Superman y Spider-Man, mientras que en Nueva York Peter también es bien recibido por Jonah Jameson en el Daily Bugle. Los dos héroes han salvado el mundo de la destrucción y ahora, anónimamente, regresan a sus trabajos, y como dice Peter… “no hay nada como estar en casa”.

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