lunes, 9 de junio de 2014

RESEÑA DE BATMAN/SUPERMAN #10

BATMAN/SUPERMAN #10 (Julio 2014)

Guión: Jeff Lemire
Dibujo: Karl Kreshl y Scott Hepburn
Reseña de Antonio Monfort

RESUMEN

Superman acude al Doctor Ray Palmer para que le ayude a sacar a Batman del misterioso coma en que ha quedado tras una salida al espacio. El Hombre de Acero ha visto con su visión microscópica a seres diminutos en el torrente sanguíneo del murciélago y no hay nadie mejor en el mundo con miniaturizaciones que el profesor Palmer.

El científico descubre nada menos que una microscópica ciudad alojada en el cortex cerebral de Batman y que muy posiblemente es la causante del coma en que se encuentra. Acto seguido, Palmer y Superman utilizando la increíble tecnología miniaturizadora del científico se introducen en el cuerpo de Batman en busca de una solución.

Allí descubren que en realidad la “ciudad” alojada en el cerebro de Batman no es sino una nave espacial que alberga una comunidad alienígena. Dos superseres, a quienes el traductor de Palmer llama Super Gladiator y Doctor Smash Hammer han asesinado al protector de aquella sociedad y han tomado el poder. Ahora, Super Gladiator ataca a Superman y en la batalla, le arranca el dispositivo de retorno de emergencia que porta, lo que manda al salvaje extraterrestre automáticamente al exterior del cuerpo de Batman y a un tamaño normal.


En el interior del cerebro Smash Hammer resulta no ser rival para Superman y Palmer puede iniciar el proceso de contención de la ciudad para así extraerla del cuerpo de Batman. Eso hace que el murciélago despierte del coma justo a tiempo para vérselas con el recién aparecido Gladiator. A pesar de la mayor fortaleza del alienígena, éste no es rival para las tácticas de lucha del protector de Gotham. Cuando Superman y Ray Palmer salen de su cuerpo, el Gladiador ya ha sido reducido.


Ahora toda la pequeña comunidad queda en manos de SHADE y del profesor Palmer. A Batman no le entusiasma la solución, pero Palmer, quien decide adoptar el nombre en código de Atom, pide que confíen en él. El nuevo superhéroe no miente… pero ninguno de ellos sospecha que por su cuenta, SHADE ha plantado sensores microscópicos en Superman y Batman y ahora pueden seguir cada uno de sus pasos.

CRÍTICA

Cuando uno tropieza con un comic como este, básicamente puede hacer dos cosas. O estar toda la lectura saltando de un WTF!!! a otro, acordándose de los ascendientes del guionista, o poner el dial de la suspensión de la incredulidad al máximo, tomárselo a cachondeo y sonreír imbuido en un bucólico y relajante “Sense of Wonder”.

Vamos a escoger la segunda opción, o la crítica sería muy breve.

Que Batman vaya al espacio a arreglar una estación espacial china… ya estaría un poco fuera de lugar, pero que en ese momento una comunidad miniaturizada de alienígenas se le meta (prefiero no preguntar por donde) en el cerebro y lo deje en coma ya empieza a ser digno de la edad de plata o de una sobredosis de LSD. Y luego se preguntan porque no sale de Gotham…


En fin. Frikadas al margen, la historia es ligera y se lee en nada, no se puede negar que entretiene y eso ya es algo. Tiene un final tan anticlimático y brusco que cuesta de creer y le corta cualquier posible interés fuera de los minutos que cuesta leerse el comic. Su punto fuerte es poder conocer mejor la versión “New 52” de Ray Palmer, especialmente ahora que ya sabemos lo perjudicada que estaba la “Atom” femenina vista en “Justice League” (Vease además “Forever Evil” nº 7: Atom vs. La bota de Lex Luthor). Este Ray Palmer es asesor científico de la organización SHADE, y ya había aparecido brevemente en “Frankenstein; Agent of Shade”, una de esas colecciones supermega innovadoras que arrancaron con el “New 52” y que duraron entre nada y menos. En cualquier caso, tiene un cierto aire al segundo hombre hormiga de Marvel, Scott Lang, aunque el tema de las ciudades en miniatura, y marcarse un “John Carter” no en Marte, sino en un universo subatómico sí que es propio de la versión clásica del personaje, o mejor dicho, de la miniserie de los 80 “Sword of the Atom”, con el maestro Gil Kane a los lápices. Allí los minúsculos habitantes que encontraban eran amarillos, no azules como aquí, pero también había una princesa… así que démosle tiempo a ver que hace Palmer con la dichosa ciudad errante en miniatura y si volvemos a ver a alguno de ellos.

El dibujo corre a cargo de dos artistas distintos (hoy en día en DC, que un solo artista acabe un número parece ser algo extraordinario) pero cuyos estilos parecen sintonizar bastante. Es un dibujo sencillo, poco espectacular pero eficaz y muy en la línea de la historia que está contando. Ciertamente, la historia no da para mucho más o para lucirse en grandes proezas gráficas.

Como decíamos al principio, este cómic solo puede tomarse como un entretenimiento ligero y mejor no buscarle tres pies al gato porque no los vamos a encontrar. Si al menos sirve para justificar la presencia del verdadero “Atom” en este universo, ya podemos estar más que satisfechos.

Puedes comentar esta noticia en nuestra página de Facebook.

7 comentarios:

  1. "Cuando uno tropieza con un comic como este,basicamente puede hacer dos cosas.O estar toda la lectura saltando de un WTF!! a otro o,acordandose de los ascendientes del guionista,o poner el dial de la incredulidad al maximo"...jaja antonio,eres un crack.

    ResponderEliminar
  2. Una de las reseñas más divertidas que he tenido el gusto de publicarle al amigo Antonio, jajajaja. DC tendría que darle un sueldo por hacer divertido lo que no lo es, jajajaja.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que la reseña que ha echo es genial,la estaba leiendo y me estaba riendo.

      Eliminar
  3. Excelente reseña, Antonio. Otra cosa, no se supone que hoy iban a lanzar una imagen con el traje de wonder woman o el de la trinidad?

    ResponderEliminar
  4. Esta historia me recuerda a otra WTF protagonizada por la JLA en la cual Atom, Superman entre otros se meten en el cerebro de un chico para salvarle de un tumor y se encuentran con una civilización bastante extraña. Si no recuerdo mal es el JLA 42 que curiosamente Planeta publicó con los créditos erróneos, no sé si lo harían aposta para colarnos que era de Mark Waid.

    Por otra parte lo de Pak con Jae Lee/Booth en esta serie ¿se acabó o es solo cosa de este número?

    ResponderEliminar