RESEÑA DE INJUSTICE: GODS AMONG US #34

INJUSTICE: GODS AMONG US #34

Guión: Tom Taylor

Dibujo: Mike S. Miller

Reseña de Javier Olivares Tolosa

Desatado y lleno de ira, Superman continúa machacando a puñetazos el cuerpo de Green Arrow hasta que su madre, Martha, le coge la muñeca y le frena el brazo. Sorprendido, Clark entiende que ella se ha tomado una superpastilla para poder pararlo, y él observa con horror que no falta una pastilla... sino dos. Oliver ha conseguido sacar una de la Fortaleza antes de morir.

En la Atalaya, los héroes regresan por el teletransportador. Dinah se marcha desolada tras haber perdido a su marido, y Batman decide ir a la cueva a sintetizar la pastilla, no sin antes avisar a sus amigos de que Superman ya no es el hombre que conocían, que está perdido, y les advierte que se escondan porque irá a por todos ellos. Catwoman le dice que Superman irá a la cueva a por él, y Batman lo sabe pero es el lugar en el que puede sintetizar a la pastilla que ha costado la vida de Oliver y que podría hacer que pudieran plantar cara al ahora malvado Superman. Selena lo besa para impedir que se marche y él la duerme con un gas somnífero, y les dice a los demás que se oculten bajo tierra y que, si su plan funciona, irá a buscarlos.

En la Fortaleza, Superman le dice a sus padres que tiene que ir a por Batman antes de que consiga sintetizar la píldora. Jonathan no da crédito a que su hijo esté dispuesto a dejarlo allí, con una flecha clavada en el hombro. Le dice que Green Arrow era su amigo y que él no tuvo la culpa de lo que ocurrió. Superman dice que es cierto, que la culpa de todo es de Batman, de querer matarlo ahora y por haber dejado tanto tiempo vivir al Joker. Culpa a Batman de la muerte de Lois y de todo lo ocurrido. Jonathan y Martha no consiguen hacer entrar en razón al hombre que fue su hijo...

Incluso el holograma de Jor-El se aparece ante ellos y reprocha a Kal que haya matado, diciendo que siempre hay una opción. Jonathan, Martha y Jor-El tratan de convencer a Clark de que no vaya a matar a Bruce, que no es demasiado tarde. Superman echa a volar y los deja allí. Los padres de Clark le dicen a Jor-El que han intentado criar a su hijo y que lamentan lo que está pasando, y el propio Jor-El les pide disculpas por haber desatado algo así sobre la Tierra.

CRÍTICA

Me he quedado sin buenas palabras para esta serie. Tras el número de la semana pasada en el que terminabas completamente destrozado por la situación y por ver a Superman cruzar la última frontera hacia el abismo, esta semana vemos que en su viaje a la oscuridad todavía quedan algunas paradas. Ni sus padres, ni su padre biológico, ni su propia conciencia (si es que le queda) pueden evitar que ese héroe llamado Superman sea ahora un monstruo sin corazón, alimentado por venganza, odio, dolor e ira. Y esos son malos alimentos. El héroe anteriormente conocido como Superman ha pasado de representar lo mejor a representar lo peor, y esta colección está TRIUNFANDO en cómo mostrar este complicado periplo emocional en todas sus etapas.

La secuencia de Jor-El consolando a los padres de Clark no tiene desperdicio. La decepción de Jonathan y Martha, la determinación de Superman de dejar a sus padres allí, incluso a su padre herido, con tal de ir a reventar a su ex mejor amigo... Y por supuesto el genial dibujo de Miller. Esta colección merece mucho más que mis simples elogios, porque aunque esté representando al Superman más malvado y des-supermanizado de la historia, está resultando el mejor cómic Elseworld que he leído en mucho tiempo. Así que le dedico lo siguiente:

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