sábado, 15 de junio de 2013

RESEÑA DE ACTION COMICS #20

ACTION COMICS #20 (Julio 2013)

Guión: Andy Diggle
Dibujo: Tony Daniel
Reseña de Antonio Monfort Gasulla

RESUMEN

Mientras Luthor recibe la noticia de que Superman ha caído, el Hombre de Acero despierta en las instalaciones de la doctora Veritas, donde descubre que su sistema inmunológico ha rechazado la infección que se había apoderado de su cuerpo.

Los científicos del bloque investigan las células infectadas, que parecen haber cesado en su actividad; sin embargo, cuando Superman se acerca, estas células empiezan a reproducirse de nuevo y a crecer hasta convertirse en una criatura que ataca al hijo de Krypton. A pesar del caos en que la batalla convierte el laboratorio, la doctora Veritas consigue teletransportar a Superman y a la criatura hasta un entorno que duplica los rayos de un sol rojo, lo que debilita tanto al héroe como al monstruo. Utilizando sus últimas fuerzas, el Hombre del Mañana congela con su superaliento a la mutación y consigue deshacerla en pedazos, pero la amenaza no ha pasado. 


Desconociendo que todo obedece a una manipulación de Lex Luthor, Superman teme que quizá él mismo sea el portador de la peligrosa mutación y que su presencia en la Tierra ponga en peligro a aquellos que quiere proteger. Como salido de sus peores presagios, los noticiarios de Metrópolis empiezan a informar de gente infectada por el virus y que se comportan como zombies sin mente. Superman aparece en la ciudad y empieza a pelear para enfrentarse a los infectados. Mientras, Lex Luthor ve como las fases de su plan se van cumpliendo y se prepara para aparecer con su armadura de combate en Metropolis. Está dispuesto a convencer al público de que el Hombre de Acero es la amenaza alienígena de la que él siempre había advertido.


CRÍTICA

Algo ha mejorado en Action Comics desde la marcha de Morrison. Al menos ahora las historias, que siguen siendo simplonas y absurdas, pueden leerse de forma lineal y entenderse sin demasiados esfuerzos. Para entendernos, hemos alcanzado el nivel de lo que hasta ahora había sido la otra serie del personaje, la titulada “Superman” a secas. No es mucho, pero tras 18 números de despropósitos pobremente dibujados, cualquier mejora es bienvenida.

El Superman de los cómics necesita como el comer algún guionista que arregle los desmanes provocados por Morrison y por una dirección editorial que parece incapaz de creer que el personaje gusta a gente mayor de 12 años. Me pregunto si alguna vez alguien se molestará en explicarnos qué pinta la doctora Veritas en la vida de Clark Kent o por qué parece que hay una versión distinta de Luthor según el número o la serie que leamos. Mientras esperamos a ese privilegiado narrador que sepa contar historias y sobrevivir a las restricciones de Didio y compañía, toca conformarse con aventuras como esta, donde Andy “fugitivo” Diggle firma otro episodio de una saga que pinta entretenida en el mejor de los casos y que Tony Daniel resuelve razonablemente bien a los lápices. Las escenas de acción tienen fuerza y nos plantan un Superman poderoso y espectacular, pero el poco respaldo de la parte argumental hace que nos quedemos con la sensación de haber leído un cómic de consumo y olvido que poco tiene que aportar a la trayectoria del personaje. Esperemos que el estreno de las nuevas series de Superman (¿alguien se acuerda de los tiempos en que los guionistas de las series del kryptoniano se reunían para planificar líneas argumentales?) y de la película, encarrilen a los cómics en la buena dirección y en un futuro no muy lejano tengamos otra vez aventuras de Superman que merezca la pena leer.

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