martes, 11 de junio de 2013

RESEÑA DE ADVENTURES OF SUPERMAN #4

ADVENTURES OF SUPERMAN #4

"LA CIUDAD EMBOTELLADA DE METROPOLIS"

Guion: J.M. DeMatteis
Dibujo: Giuseppe Camuncoli y Sal Buscema
Reseña de Javier Olivares Tolosa


RESUMEN

Un día normal para Superman. Rescates, peleas con supervillanos, acciones benéficas y luchar contra Lex Luthor. Tan solo una cosa atrae su atención: un hombre que parece estar siguiéndolo y observándolo allá donde va. En su Fortaleza de la Soledad, Superman recibe la visita de ese hombre. No sabe cómo ha llegado allí, ni siquiera el propio hombre sabe su nombre, pero solo sabe que debe decirle algo importante a Superman en relación a la ciudad embotellada de Kandor. Pero de pronto Superman visiona una inminente invasión alienígena en los monitores de la Fortaleza y el hombre se desvanece. Superman vuela a contener la amenaza.


Superman trata de atacar las naves pero están protegidas por un campo de fuerza invisible e impenetrable. Todas las veces que choca contra él, Superman cae al suelo sin resultado. En una de ellas, el hombre misterioso le dice que no abandone, aunque Superman le dice que siente que no puede hacer nada y que cada vez es más débil y se siente más ordinario y corriente. El hombre le dice que ha comprendido el mensaje, y le inspira a continuar, le dice que él no es su traje sino quien es, y que igual que él nos inspira, todos le inspiramos a él. Superman saca renovadas fuerzas y logra atravesar el campo de fuerza de la ofensiva alienígena.


Al atravesarlo, Superman se ve dentro de la nave. Ve Metropolis miniaturizada y cree que Brainiac está detrás de todo, pero al final resulta que no es Superman. Es el hombre misterioso, que se llama Eli Carter y que resulta ser el mayor estudioso de Superman y creador de un parque de atracciones con una especie de sueño inducido en el que acaba de introducirse. Ahora dice comprender mucho mejor a Superman y pide que lo vuelvan a meter para poder seguir preparando la gran apertura del parque.


CRÍTICA

Extraña, casi grantmorrisoniana, pero bonita historia cuyo final no acabo de entender, pero poco importa. Está claro que el mensaje es que todos podemos superarnos, inspirar, ser héroes, y que Superman es la personificación de todo lo bueno y puro que hay en nosotros. La narración es bonita y el dibujo agradable. Para una historia tan sencilla y rápida de leer, no podemos pedirle más, y siempre es un placer ver en acción a un equipo como DeMatteis y Buscema (que me disculpe Camuncoli, pero hasta hoy no tenía el gusto de conocerle).

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