lunes, 11 de agosto de 2014

RESEÑA DE SUPERGIRL #33

SUPERGIRL #33 (Septiembre 2014)

Guión: Tony Bedard
Dibujo: Emanuel Lupacchino y Jeff Johnson
Resumen de Antonio Monfort

RESUMEN

Sobre los cielos de Rio de Janeiro, Supergirl lucha para no ser poseída por el Worldkiller 1 que cada vez está más cerca de apoderarse de ella. La atmósfera de la Tierra, envenenada con kryptonita para ahuyentar a Superman, hace que Kara tenga que depender completamente de su anillo rojo a la hora de defenderse.

Viendo que la batalla se está poniendo difícil, la chica de Krypton opta por una estrategia radical: dejarse poseer por el Worldkiller. Una vez éste ya posea su cuerpo, podrá llevarle allá donde se haga más débil. El epicentro de la explosión de kryptonita se produce en Kansas y de allí al mismísimo Sol, donde Kara se quitará el anillo rojo sacrificando su vida para acabar con el imparable ser artificial.

Pero a diferencia de lo planeado, el Worldkiller sobrevive abandonando el cuerpo de su huésped a tiempo. El sacrificio de la joven parece haber sido en vano, pero cuando todo parece perdido una Supergirl más fuerte que nunca emerge del Sol. Kara está al máximo de su poder y por fin está en paz consigo misma, habiendo dejado atrás la rabia y la furia que convertían en una Linterna Roja.


Con sus capacidades al máximo el Worldkiller no tarda en sucumbir al poder de la chica, que se dispone, por fin, a forjarse una vida en su planeta adoptivo.


CRÍTICA

No sin cierto aire de intranscendencia, concluye la saga de la “Hija Roja”. Nos ha dejado algunos cómics entretenidos y la oportunidad para los que no lo habían hecho ya, de conocer el buen trabajo que se está haciendo con los títulos de la franquicia “Green Lantern” en la casa.

Para Kara su paso por los Linternas Rojas ha significado aprender a lidiar con la ira que había sido una constante desde su llegada a la Tierra. No es que a través de esta aventura hayamos visto demasiado acerca de cómo estos acontecimientos han obrado el cambio para ella, pero aceptaremos lo que nos echen y esperaremos que a partir de aquí la serie pueda permitirse un nuevo e interesante rumbo, con una Supergirl más cómoda en la Tierra y en las cercanías de su primo.

El dibujo cumple y poco más. El buen hacer de Lupacchino se ve aquí algo enturbiado por el no tan inspirado Jeff Johnson y por un entintado no muy adecuado para los lápices. La serie sigue sin encontrar un aspecto visual que la defina y que le dé algún tipo de personalidad que resalte los hasta ahora más bien regularcillos guiones.

De modo que cerramos una pequeña etapa dentro de la historia reciente de Supergirl, que ojalá sirva para ofrecer un nuevo punto de partida a la serie que falta le hace. Lo que sí es evidente es que esta saga, a falta de otros objetivos más ambiciosos, sí ha conseguido enraizar mejor a Kara con el resto del universo DC. Y es que ya sabéis lo que dicen: “Una vez linterna roja, siempre”. ¿O no era exactamente así?


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1 comentario:

  1. yo creia que si te quitas el anillo morias,si es asi significa que los kryptonianos pueden violar esa ley o que no pueden morir cerca del sol

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