JONATHAN KENT; MÁS QUE UN PADRE, UN MODELO A SEGUIR

Desde su primera aparición en Superman #1 hasta la actualidad, y pasando por todas las versiones animadas, televisivas y cinematográficas del personaje, Jonathan Kent, el padre adoptivo de Superman, siempre ha sido un elemento determinante en la historia del Hombre de Acero. No hablamos solo de haber sido junto a su esposa Martha el responsable de criar y educar al pequeño Kal-El bajo el nombre de Clark, sino de la enorme importancia que una paternidad responsable y un fuerte modelo moral a imitar tienen sobre cualquier infante. Incluso sobre un superinfante del planeta Krypton capaz de mover montañas y de volar más allá de las estrellas.

En todas sus encarnaciones, Jon Kent ha proporcionado a su hijo adoptivo de una u otra forma el empujón definitivo para dar el paso a convertirse en Superman. La muerte del personaje ha sido casi siempre una constante y un punto de inflexión para Clark (basta recordar Superman: The Movie, Smallville o Man of Steel), pero son los valores morales de Jonathan los que han moldeado el carácter de Clark durante esos difíciles años de rebeldía adolescente para inculcarle que la humildad, la responsabilidad, el trabajo duro y la protección de tus seres queridos es lo más importante en la vida. Y es que todos conocemos numerosas versiones de Superman en las que, sin la guía de los Kent, el destino del Hombre de Acero podría haber sido muy diferente. ¿Qué habría sucedido si en lugar de caer en los brazos de una pareja de indiscutible nobleza, Kal-El hubiera sido criado por un dictador fascista? ¿O si en lugar de recibir los consejos de Jonathan hubiera seguido los dictados de un criminal? ¿O de haber sido criado por alguien más dispuesto a aprovecharse de los dones de su hijo para tener una vida más cómoda? La historia hubiera tomado un rumbo diametralmente opuesto, y precisamente por eso podemos afirmar sin titubear que, sin los Kent, Superman simplemente no existiría. No al menos el que conocemos y respetamos.

Así, desde los primeros dibujos de Joe Shuster, pasando por el Jon Kent de Glenn Ford y hasta la más reciente y criticada versión de Kevin Costner (pero con mención especial a la de John Schneider, que continúa siendo la mejor de todas), queda de manifiesto la enorme influencia en Superman que tiene su padre adoptivo. Como cualquier padre sobre su hijo, pero sin duda hoy es un buen día para recordarlo. 

Feliz día a todos los "Jonathans".

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