RESEÑA DE JUSTICE LEAGUE #23

JUSTICE LEAGUE #23 (Septiembre 2017)

Guión: Tom DeFalco

Dibujo: Tom Derenick

Reseña de Antonio Monfort

RESUMEN

Jessica Cruz, Wonder Woman y Batman están en un país exótico intentando parar los pies a un autoproclamado antiterrorista, cuyas medidas extremistas contra los que considera culpables ponen en peligro a toda la población civil.

Los recursos y el armamento con el que cuenta Escudo Negro, como se hace llamar el personaje, son considerables, y ponen en jaque a los miembros de la Liga, especialmente a Jessica, quien está a punto de causar daños a civiles de forma colateral.

El miedo y la sensación de impotencia se apoderan de la Linterna Verde y la joven tendrá que utilizar toda su fuerza de voluntad para sobreponerse y neutralizar la amenaza creciente junto con sus compañeros de equipo.

COMENTARIO

Muy curioso que después de un número como el anterior, que se centraba en los miedos y las inseguridades de los nuevos Green Lanterns, especialmente Jessica Cruz, tengamos otro que gira prácticamente en torno a la misma idea, hasta el punto de casi afirmar que en lo fundamental, ambos cuentan la misma historia.

Sin embargo, la diferencia entre el mes pasado y este es abismal. Aquí Tom DeFalco, si bien está limitado igualmente por la naturaleza individual del episodio, se las arregla para tratar el tema de los miedos y la inseguridad de Jessica de una forma mucho más efectiva e interesante que la del último episodio. El profundo miedo que siente Jessica es comprensible y encaja con ella perfectamente, dados los orígenes de esta Lantern casi recién creada. En pocas páginas podemos entender cómo se siente, cómo incluso una amenaza no de primera línea como el Escudo Negro puede despertar en ella varios miedos diferentes y convierte la entrega en un pequeño cuento de superación muy bien narrado. La historia se permite además tratar a los personajes secundarios con corrección absoluta y hacer reconocibles las voces de Batman y Wonder Woman en distintos momentos.

El dibujo tampoco funciona mal en la historia. No es sobresaliente y se nota un cierto desajuste entre los lápices y el entintado (hasta tres entintadores diferentes), algunos planos son más que correctos pero en otros se denota un cierto apresuramiento, sin embargo para un número de relleno como este es mucho más que suficiente. Da la sensación de que el dibujante podría haber dado mucho más de sí, pero no era este el lugar en el que lucirse.

Sea como sea, otro episodio autoconclusivo y de relleno, temáticamente repetitivo con respecto a otros, pero mucho mejor resuelto que anteriores entregas. No ayuda a que esta colección encuentre un rumbo, pero al menos es una lectura muy disfrutable.

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