ACTION COMICS 992-998
(Febrero 2018 a Mayo 2018)
"BOOSTER A TRAVÉS DEL TIEMPO"
Guión: Dan Jurgens y Rob Williams
Dibujo: William Conrad, Dan Jurgens y Brett Booth
Reseña de Antonio Monfort
RESUMEN
Superman está profundamente preocupado por su reciente encuentro con Mr. Oz, el misterioso personaje que asegura ser el mismísimo Jor-El superviviente de la destrucción de Krypton.
Clark no puede asumir en qué se ha convertido su padre biológico y está decidido a averiguar si Oz es realmente quien dice ser. Para ello, investiga como puede que ocurrió exactamente cuando explotó su planeta natal, pero lo único que le queda claro es que algo o alguien extremadamente poderoso está jugando con el tiempo y la realidad en si misma. Como última opción para saber la verdad, Superman decide usar la cinta cósmica de Flash para viajar por el tiempo hasta el momento de la destrucción de Krypton, pero un desesperado Booster Gold aparece para intentar detenerle, y es que las acciones del hombre de acero pueden poner en peligro el continuo temporal.
Sin embargo, Booster llega tarde para interceptar a Superman y su irrupción en el satélite de la liga es tomada como intrusismo por Flash que intenta detenerle sin éxito. El superhéroe más comercial de todos consigue llegar a Krypton por sus propios medios y localiza a Superman, si bien, allí nada es lo que cabía esperarse. Jor-El y el general Zod son amigos y colaboran en construir enormes arcas que salvarán la población del planeta de la destrucción. Por si fuera poco, el sol rojo del planeta ya ha dejado al hombre del mañana sin poderes.
Mientras Clark y Booster pelean contra la seguridad de las instalaciones que les ha tomado como intrusos, Skeets, el pequeño robot del futuro que acompaña a Booster, ha descubierto la verdad. Alguien aisló un sector del tiempo en torno a la destrucción de Krypton y por ello, ha empezado a desarrollarse una línea de tiempo alternativa donde los kryptonianos sobreviven a su destrucción. Booster piensa que llevándose a Superman de allí el tiempo volverá a su curso normal, pero la esfera temporal en la que viaja junto con un reticente Superman, que acaricia la idea de poder salvar a su mundo, acaba en el siglo 25, en la tierra. Allí Booster es un fugitivo que no hace mucho ha robado la esfera del tiempo y ha huido. Las autoridades no tardan en reconocerle y capturarle, acabando en prisión junto con su padre, verdadero artífice de que la vida de su hijo se torciera. Superman pese a sus diferencias con Booster decide ayudarle y ambos consiguen escapar del siglo 25.
Su periplo les llevará ahora varias décadas en el futuro y lejos de la tierra. Concretamente al planeta Jekuul, conquistado y dominado en este momento por el General Zod, que lo hizo suyo tras escapar de la zona fantasma.
Booster y Superman deberán burlar al Erradicador y a la familia Zod mientras intentan conseguir las piezas que reparen su esfera temporal y les permitan, por fin, regresar a casa.
COMENTARIO
Dan Jurgens se nos ha venido arriba. O eso, o es que en DC les importaba tan poco lo que hacía con esta serie, que le dieron carta blanca, antes de echarle por enésima vez de las series de Superman, esta vez con una buena excusa, eso sí. Nada menos que para hacer sitio al todopoderoso Bendis.
La cuestión es que el amigo Dan se nos ha marcado una versión anormalmente larga de esas sagas que le gustan a él, donde pasan muchas cosas, todas irrelevantes, donde las personalidades de los secundarios tienen la profundidad de un sacapuntas, y las situaciones se solucionan al estilo de un viejo episodio del Equipo A.
La cuestión es que pese a todos sus pesares, la mercancía que vende el bueno de Dan ya la conocemos y se consume bien. No va a ganar un Eisner, no nos va a dejar con la boca abierta, pero consigue que los personajes vayan del punto A al punto B con cierto desparpajo y sin aburrirnos demasiado. Es lo que tiene esta saga que nos ocupa. Bueno, eso y Booster Gold, que es marca de la casa también.
Una trama aceptablemente entretenida, sin profundidad, pero con cierto ritmo y muy apropiada para el uso y consumo de una base de lectores muy amplia. Y es que estas historias igual te valen para un roto que para un descosido en lo que a tipo de público se refiere.
En el apartado gráfico hay variedad. Lo que no es excesivamente bueno, al menos no, en el sentido de que si estas fiestas se las guisara y se las comiera a nivel gráfico el propio Jurgens en solitario, pues la cosa quedaría más personalizada, más de autor, como más hecha en casa, vamos. Al estilo de las lentejas de tu madre, que no son de alta cocina, pero leñe, son de tu madre.
Pero no. Aunque Jurgens quizá sea hoy en día mejor dibujante que nunca, otros se encargan de completar sus historias, como no puede ser de otra manera dada la cadencia de salida de esta serie y aunque en general la cosa tiene un nivel bastante alto, la disparidad de estilos no deja de transmitir una sensación de comic comercial hecho más pensando en la fecha de entrega que en un producto cuidado y personalizado. Pero si dejamos eso de lado, lo cierto es que al buen nivel del propio Jurgens, se une el no menos excelente de William Conrad que recuerda a los tiempos noventeros (a los buenos) con Jerry Ordway, dejando claro que no sería mala idea que tuviera una serie del personaje para él solo. Ah, y también está Brett Booth pero no todo podía ser bueno, claro.
En conclusión. Más de lo mismo en
Action Comics que llegará a su cita con el número 1000 en su dinámica habitual desde que empezó
Rebirth. Historias de fácil digestión y aún más fácil olvido que quizá merecerían estar en otra serie que no fuera una institución dentro del género y que muy pronto hará historia con su numeración récord.
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