RESEÑA DE INJUSTICE: GODS AMONG US (AÑO 2) #13

INJUSTICE: GODS AMONG US (AÑO 2) #13

Guión: Tom Taylor
Dibujo: Bruno Redondo, Julien Hogonnard-Bert

Reseña de Javier Olivares

RESUMEN

Canario Negro abandona un rato sus obligaciones con la resistencia para ir a la Arrow Cueva a poner en orden algunos asuntos de su difunto Oliver. Al entrar en la cueva, su sorpresa es mayúscula cuando encuentra allí a Harley Quinn, con quien empieza una pelea que termina antes de que las dos chicas hayan podido tocarse, ya que Dinah tiene que parar para vomitar en un cubo.

Harley no tarda en deducir que Canario Negro está embarazada. La "viuda" del Joker se niega a luchar contra una mujer en su estado y, como si tal cosa, la conversación entre las dos acaba revelando que Harley tiene una hija de 4 años fruto de su relación con el Joker, aunque él jamás lo supo y ella la entregó a su hermana para que tuviera una vida normal. Lágrimas de pena ruedan por las mejillas de una Harley que muestra su lado más humano y que termina pidiendo a Dinah que le deje ayudarla a detener a Superman.

CRÍTICA

Brutal. No tengo palabras. Este número es brutal.

Me encanta que de vez en cuando, Injustice salte del terreno de juego al banquillo, mostrándonos qué es lo que están haciendo otros personajes "menos importantes" y que no están inmersos en la acción principal. Esta semana abandonamos la batalla de Superman y Sinestro contra los Lanterns y nos centramos en uno de esos números que profundizan en la mente de sus protagonistas, y que resulta una maravilla de leer. Así, en el entorno cerrado de la Arrow Cueva (desde luego el nombre se las trae), se produce un enfrentamiento entre Canario Negro y Harley Quinn que no necesita de acción para funcionar.

Tom Taylor escribe de fábula una historia en la que los diálogos son precisos, cargados de ese humor mordaz de Harley (buenísima la viñeta en la que se burla de cómo será Dinah cuando esté de 8 meses y siga llevando las medias de rejilla), y con una complicidad tremenda entre las dos protagonistas, que pasan en unas pocas páginas de ser enemigas a descubrir que tienen algo muy especial en común y convertirse en aliadas. La verdad es que la revelación sobre la hija de Harley y "Mr. J" me ha pillado desprevenido, y una vez más te hace cogerle cariño a ese personaje que bajo ese maquillaje y ese humor irreverente, es en realidad una tragedia con patas.

Pero si el texto de Tom Taylor es fantástico, la narrativa visual de Bruno Redondo ya es de otra galaxia. Harley Quinn es un abanico de emociones, que pasa de la risa al llanto y de vuelta a la mueca más pícara de nuevo. ¡Menudo catálogo de expresiones del que podrían aprender otros dibujantes que parecen querer hacer que todos sus personajes tengan el rostro tan expresivo como Question! Y pensar que hay gente que ha criticado de sexista que haya una viñeta de primer plano del culo de Canario Negro... En serio, si los frikis vamos a empezar a quejarnos de que un cómic muestre a chicas curvilíneas o a superhéroes musculosos, es que ya nada tiene sentido.

En fin, para cerrar el círculo terminaré esta opinión como la he empezado: este número es brutal. Brutal.

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